lunes, mayo 28, 2007

LUJAN. Prince le pidió a Arslanián el desplazamiento del inspector Correale. El jefe policial resultaba una molestia para sectores del gobierno. –


LUJAN, Mayo 28, (PUNTO CERO-El Civismo) El intendente se reunió el lunes con el ministro de Seguridad bonaerense, a quien le pidió el traslado del jefe de la Policía Distrital.
El inspector Luis Correale prestará servicios en la Jefatura Departamental Mercedes.
La oposición política rechazó la maniobra del jefe comunal y la decisión que tomó Arslanián.
Mientras los concejales, desde hace 15 días, esperan una respuesta al pedido “urgente” de reunirse con el ministro León Arslanián y plantearle la situación que está atravesando Luján, el intendente Miguel Prince logró este lunes no sólo entrevistarse con el titular de esa cartera, sino que también consiguió lo que más anhelaba desde hacía tiempo: el traslado del máximo jefe policial del partido, el inspector Luis Correale.
La noticia se conoció el martes en un reducido círculo político y a modo de trascendido. Un día más tarde, un funcionario del gobierno municipal se la confirmaba a este medio. “Acá de lo que se habla es que hay etapas. Prince está muy agradecido por la labor de Correale para la conformación de la Distrital pero hace tiempo que, por ejemplo, se le piden estadísticas por el tema de drogas pero nunca las envía”, dijo esa fuente oficial.
Paralelamente, al día siguiente de la reunión entre Prince y Arslanián, la comisionada y titular de la Departamental Mercedes, Liliana Balacco, recibía la orden de Arslanián y le comunicaba al inspector Correale la decisión tomada desde las más altas esferas del poder político.
De todos modos, el desplazamiento de Correale como jefe de la Policía Distrital no implica su salida de la fuerza. Por el contrario, su futuro está en la Departamental Mercedes, aunque no ocuparía un cargo de relevancia.

TIEMPO DE ELECCIONES
La salida de Correale se produce a pocos meses de las elecciones y ello tiene varias e inevitables lecturas. Una de ellas dice que Prince esperó este momento, de la misma forma que lo hizo con otros comisarios que también fueron trasladados antes de realizarse un comicio. De esta forma, el intendente buscaría dar un “golpe de efecto”, convencido de que si se cambia al titular policial descomprimiría la sensación de inseguridad.
Otra lectura, en cambio, asegura que la relación entre el jefe comunal y el titular de la Distrital nunca fue la mejor y que había llegado a un punto sin retorno a partir del nombramiento como subsecretario de Control Urbano del ingeniero y militar retirado, Pablo Oliva.
Por estas horas se barajan varios nombres como candidatos a ocupar el cargo que dejó vacante Correale. Se menciona a un inspector de apellido Santillán que comanda la Policía en Merlo y es número firme de Arslanián, aunque su designación chocaría con la prédica de Prince quien, desde la salida del comisario Eduardo Martínez (también había llegado de Merlo), sostiene que “lo mejor para Luján es que la Policía la comande un lujanense”.
También se menciona al capitán Marcelo Oberti –a cargo del área de Investigaciones de la Policía Distrital- y a otro inspector de apellido Dabona, aunque no habría que descartarse el ascenso del capitán Sergio Fiore, uno de los titulares en la Comisaría Luján Primera, quien además mantiene muy buena relación con el subsecretario Oliva.

OBLIGADO POR LA FUERZA
Si alguna vez Prince tuvo que recurrir a Correale fue porque el contexto y la situación así lo requerían, como así también porque le resultaba útil a sus intereses políticos. Sin embargo, siempre fue motivo de un cortocircuito latente el hecho de que el jefe policial mantuviera cierta independencia con el poder político de turno. De hecho, es un dato de la realidad que, entre otras desavenencias, Correale no comparte el mismo punto de vista ideológico de Prince.
En ese contexto, vale mencionar que en el gobierno municipal molestó que desde la Distrital hayan investigado la causa por la presunta venta de lotes fiscales en la que aparecen comprometidos funcionarios, ex funcionarios y allegados al Departamento Ejecutivo.
Tampoco resultaba simpático que desde el mando policial se cuestione el manejo de los fondos que recaudaba el Consejo Permanente para la Seguridad Ciudadana (CPSC), mediante la llamada “Tasa de Seguridad”, o que aconsejara el nombramiento de un auditor para que controlara los exorbitantes gastos que se hicieron durante los primeros años en que funcionó este organismo anexo del gobierno.
No faltó tampoco la crítica hacia Correale por el hecho de que su mujer, la capitana Laura Embarbe, estuviera al frente de la Comisaría de la Mujer y que la prima y capitana Nora Cavallero, fuese la titular de Luján Segunda. “Eso es nepotismo”, sostuvo atinadamente un funcionario municipal que no dice lo mismo cuando se le hace saber que parte del gobierno municipal es un gran árbol genealógico cuyo jefe patriarcal es el propio Prince.
Más allá de ello, lo cierto es que el inspector Luis Correale lo único que le dijo a EL CIVISMO esta semana fue que su próximo destino como policía está en la Departamental Mercedes y que su traslado en un hecho consumado y confirmado. “No voy a hacer más declaraciones. Me quiero ir en silencio”, fueron sus únicas palabras ante el requerimiento de este medio.

LA PRESIÓN DE UN INTENDENTE
Si bien los intendentes tienen la atribución de designar a los jefes policiales en aquellas ciudades que cuentan con Policía Comunal, queda claro que en los municipios donde funciona la Policía Distrital tienen el poder suficiente para solicitar su traslado cuando lo dispongan.
En el círculo más cercano al mandatario local, comentaron esta semana que Prince le dijo a Arslanián que había un “desgaste” y que el “ciclo del inspector Correale estaba cumplido”, sobre todo a partir de que el inspector policial se habría negado a firmar una nota en apoyo al gobierno para que se restituya cuanto antes la “Tasa de Seguridad”.
Tiempo atrás no veían con agrado que Correale organizara reuniones periódicamente con fomentistas y dijera, entre otras cosas, cuál era la realidad tanto de la situación en materia de seguridad como de la Policía o que haga declaraciones en los medios que incomodaban al propio Prince y a su gente.
Por otra parte, Prince había cortado todo diálogo con Correale en los últimos meses, a tal punto que hace algunas semanas el jefe policial intentó reunirse en el municipio para manifestarle su preocupación por lo que estaba pasando, pero Prince no lo recibió. Por la tarde, en cambio, envió al subsecretario Oliva, al subsecretario de Planificación Carlos Rodríguez y al concejal Gustavo Sicca, quienes comunicaron que ya no había recursos para la Policía porque la oposición no había aprobado el Presupuesto 2007. En otras palabras, las cartas ya estaban echadas.
Hay quienes interpretan que Correale estaba invadiendo un terreno que no le correspondía al entrometerse en una de las bases más fieles en las que se asienta el aparato princista: las sociedades de fomento y las entidades intermedias. Y no podían permitirse que esas instituciones, que suelen estar ciegamente subordinadas al gobierno para cuanta causa se las requiera, empiecen a abrir los ojos y cuestionar al gobierno.

CON SALDO A FAVOR
A cuatro años de haber sido designado como comisario en Luján Primera, uno de los puntos positivos que se destaca en la gestión de Correale fue el acercamiento entre la fuerza y la comunidad, como no había ocurrido antes. Luego, su reemplazante, el capitán Adrián Silvestre, y más tarde la actual conducción, continuaron en la misma línea de trabajo. Lo mismo ocurrió en las localidades y en el resto de las reparticiones.
Desde el municipio, en principio, apoyaron su labor al crear el CPSC y con el Fondo de Seguridad Ciudadana adquirieron –a un costo polémico y cuestionable- recursos materiales que la Provincia no giraba a la fuerza.
Pero lo que hasta el momento nunca pudo –o no quiso- conseguir el gobierno fue el envío de personal en la medida que se jactaba de crear nuevas dependencias policiales.
El costo de todo esto se traduce en la falta de policías en las calles, a lo que este año se agrega la falta de fondos porque el Ejecutivo no quiere reformular su proyecto de Presupuesto 2007, no acepta propuestas alternativas ni de sus propios funcionarios, no gestiona el nombramiento de nuevos policías y deja a la fuerza sin recursos, tanto humanos como materiales. A ello se suma el aliento a las sociedades de fomento afines a sus intereses para que presionen a los concejales y se apruebe la restitución de la “Tasa de Seguridad”. Según sostienen, sin esos fondos “aumentará la inseguridad”.
Frente a este panorama, Luján está en una encrucijada: la Comisaría Primera cuenta con 48 efectivos y unos pocos móviles en condiciones para atender a una población de casi 100.000 habitantes. A 35 kilómetros, en Mercedes, la misma fuerza de seguridad tiene 160 hombres al servicio de una población que llega a los 60.000 habitantes y un parque automotor superior al de este distrito y sin la necesidad de recurrir a nuevos tributos.

La opinión de los presidentes de bloque
Repercusiones políticas en la oposición
- Humberto Guibaud (PJ): “La cuestión no pasa por cambiar un policía. Las autoridades de la Policía local han hecho un esfuerzo extraordinario y en muchas oportunidades manifestaron que no tienen los recursos necesarios. El tema se seguridad es caótico y las autoridades policiales fueron claras: se encuentran con las manos atadas porque no tienen los elementos necesarios para afrontar la situación. Nosotros decimos que no hay que mentirle a la gente con que no hay medios. Acá no pasa por cambiar policías sino traer los recursos humanos y materiales necesarios para que la Policía funcione.
“No puedo hacer una evaluación de Correale pero escucho de los vecinos que son personas de Luján que conocen lo que pasa en Luján. Yo no estoy de acuerdo que el intendente o los concejales cambien a los policías.
“El ministro tiene escuchar a la voz pluralista del Concejo Deliberante que está pidiendo a gritos una reunión y no hacer oídos sordos. En cambio, escucha al intendente que lo único que quiere es traer algún comisario amigo y por ahí no pasa la seguridad de Luján”.
- Manuel Silva (UCR): “Habría que confirmar la noticia porque al Concejo Deliberante no llegó nada. Creo que esto demuestra el fracaso de la política provincial y municipal de seguridad. El intendente ha tomado una decisión que no tiene suficiente fundamento pero que las toma por no haber aplicado políticas estructurales y con compromiso sino que se limitó a deslindar su responsabilidad en un Consejo de Seguridad muy cuestionado. En síntesis: es un fracaso en la política de seguridad provincial y en su acompañamiento municipal de cogestión financiera. El cambio de un comisario tiene implicancia nula con relación a la situación de inseguridad que se vive en Luján. Por más que cambien toda la plana policial no va a pasar nada”.
- Oscar Luciani (Unión Vecinal): “Conozco la versión del traslado pero no tengo información oficial, aunque extraña mucho que sea así. Si el inspector Correale cometió alguna irregularidad deberían haberlo denunciado ante los organismos correspondientes y hacerla conocer al pueblo de Luján”.- Ilma Vieiro (Mi Ciudad): “Creo que Don Luis Correale no hizo un mal desempeño en su trabajo. A mí no me gustaría que lo sacaran de la ciudad de Luján.

Si el intendente pidió el pase, algo tendrá. Lo único que sé es que cuando Correale pidió reunirse con el intendente, no lo atendió. El chisporroteo viene de antes y esto parece ser la gota que colmó el vaso”. (PUNTO CERO-El Civismo).

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