MERCEDES, Mayo 08, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) Todo comenzó el lunes en el club Comunicaciones con la segunda reunión de los municipales autoconvocados. A pesar de que se hablaba de un inminente anuncio salarial la convocatoria superó todas las expectativas: más de 200 personas se hicieron presentes en el local de 28 entre 31 y 33. Allí se decidieron dos puntos: por un lado convocar a un cacerolazo pacífico para el viernes y por la otra solicitar una asamblea extraordinaria para el Sindicato de Trabajadores Municipales.
Tal cual estaba previsto de la reunión prevista para la hora 18.30, en el club Comunicaciones, los autocon-vocados municipales, partieron hacia la plaza San Martín, donde la palabra de los distintos oradores no se hicieron esperar.
Juan Carlos Benítez, fue uno de los primeros en tomar la palabra quien puso de manifiesto la desaprobación del aumento otorgado: «Nos están dando solo unas migajas. Y vamos a poner todo para que la situación de los compañeros se revierta. Antes ser un municipal, era señal de respeto, hoy no llegamos a fin de mes», dijo.
Quien se manifestó tajante en sus conceptos fue el señor Zuleta, también empleado del corralón, quien aseguró que «quieren desviar el pedido de los obreros, diciendo que estamos haciendo acto político. Tenemos la necesidad del bolsillo, y la problemática que la deseamos manifestar, porque no nos alcanza para nuestras familias. Se tienen que terminar los miedos y las persecusiones del señor Badano”, y el aplauso cerrado le impidió seguir hablando. “Sabemos bien que hoy quisieron desviar y romper con esta marcha, ya que escuchamos por radio un mensaje diferente al que nosotros padecemos, por eso compañeros tenemos que terminar con las migajas y los sueldos de hambre. Que el señor intendente escuche bien, esto no es un acto político. El sabe bien de las necesidades nuestra», aseguró. Luego recalcó que «hoy hay compañeros que están en la vereda de enfrente, y varios nos vinieron a decir que esto era política y estaba organizado por Bení-tez, no es para nada así. Todos tenemos la misma necesidad, y sabemos que a varios de los compañeros que vinieron, se los llevaron de las orejas. No puede decir el señor Badano, que no ha tenido, en estos tres años, colaboración de todos los muchachos de todas las secciones del corralón, porque una vez que agarraron el trono se olvidaron de los de abajo, pero nosotros le vamos a refrescar la memoria el día 14, cuando entremos al Concejo Deliberante con los bombos» finalizó Zuleta en obvia alusión a la sesión ordinaria donde se trataba el petitorio presentado oportunamente por los autocon-vocados.
Solidaridad
Entre los presentes se destacaban integrantes del Polo Obrero, el edil radical Juan Manuel Torres, David Valerga y luego se hizo presente Juan Pablo López.
Quien pidió hacer uso de la palabra fue el secretario general de la CTA y ATE Mercedes, Hugo Bonafina quien no solamente manifestó su solidaridad con los trabajadores municipales sino que anunció la pronta realización desde la CTA de un paro nacional para que ningún sueldo estatal esté por debajo de los 1.200 pesos
Tras él, hizo uso de la palabra Daniel Acosta quien informó el recorrido para la marcha e insistió con que los presentes debían acercarse al martes a la asamblea extraordinaria que habían solicitado. Señaló que además de las mejoras salariales se habían escuchado reclamos sobre situaciones laborales en particular y eso –entendía- había que canalizarlo a través del sindicato. “Vamos a decir que queremos sindicatos serios, que trabajen con el intendente, pero no para el intendente, sino para los trabajadores,” pidió
Luego hizo uso de la palabra otro empleado municipal que –papel en mano- aseguró: “En un año el intendente gana $104 mil, mientras nosotros los trabajadores, en trece años ganamos $78 mil pesos», bramó y los bombos y aplausos se fundieron en un ruido ensordecedor.
A partir de ahí comenzó la marcha.
La marcha y Selva
Cuando la amplia caravana partió, jamás se pensó que en la misma ruta que se había prefijado, se encontrarían con el propio Selva. Los manifestantes, tomaron por calle 27 para luego girar por 22 hasta calle 25. En esa intersección se encontraba dentro de una confitería céntrica el intendente Selva junto a Juan Montoya.
La situación fue confusa ya que mientras algunos se detuvieron a silbar y pedir “que se vaya” otros siguieron su marcha. Algunos de los trabajadores aseguraban que Selva les había realizado un gesto obsceno; otros lo insultaban. Lo cierto es que Selva se levantó y atravesó la puerta de la confitería algo tenso. Uno de los trabajadores del municipio, de apellido Centeno, le habría pedido que les explique el tema del aumento “porque lo escuchamos por radio pero no lo entendimos”. El intendente le habría contestado de mala manera y según declaró Centeno después del conflicto. “Me insultó y yo siempre lo traté bien”, le dijo a los medios que lo interrogaban.
Lo cierto es que en un momento existió un tumulto en el cual intercedieron varias personas y hombres de prensa para que el intendente vuelva a ingresar a Oikos y de allí se prosiguió la marcha hasta plaza San Martín, se detuvieron un rato frente al municipio y volvieron al club Comunicaciones. Luis Godoy, uno de los municipales presentes, aseguró que “en caso de represalia contra un solo compañero, automáticamente se cierra el Corralón”, dijo.
Opiniones
El trabajador Centeno, visiblemente nervioso, aseguró a los medios presentes que “en ningún momento le falté el respeto. No sé por qué me contestó así”, dijo explicando que lo había insultado. Juan Carlos Bení-tez, uno de los organizadores de la marcha, dijo que lo había visto al intendente “pero me alejé” dijo explicando los motivos por los cuales no tenía a ciencia cierta conocimiento de lo que había sucedido.
Para Daniel Acosta el tema “no fue casual, fue causal. Mientras yo estaba hablando lo vi pasar con el auto despacito por la 27, pero ni me imaginé que se iba a quedar tomando algo en Oikos. Fue una provocación del intendente”, aseguró y explicó: “Había dos policías en la puerta, te invito a ver cuando tiene policía en la puerta Oikos. Selva hacia señas desde adentro, fue provocado. El quiere minimizar un conflicto de 300 familias que están por debajo de la línea de la pobreza a una reyerta barrial y eso lo provoca él, no nosotros”, aseguró.
Tal cual estaba previsto de la reunión prevista para la hora 18.30, en el club Comunicaciones, los autocon-vocados municipales, partieron hacia la plaza San Martín, donde la palabra de los distintos oradores no se hicieron esperar.
Juan Carlos Benítez, fue uno de los primeros en tomar la palabra quien puso de manifiesto la desaprobación del aumento otorgado: «Nos están dando solo unas migajas. Y vamos a poner todo para que la situación de los compañeros se revierta. Antes ser un municipal, era señal de respeto, hoy no llegamos a fin de mes», dijo.
Quien se manifestó tajante en sus conceptos fue el señor Zuleta, también empleado del corralón, quien aseguró que «quieren desviar el pedido de los obreros, diciendo que estamos haciendo acto político. Tenemos la necesidad del bolsillo, y la problemática que la deseamos manifestar, porque no nos alcanza para nuestras familias. Se tienen que terminar los miedos y las persecusiones del señor Badano”, y el aplauso cerrado le impidió seguir hablando. “Sabemos bien que hoy quisieron desviar y romper con esta marcha, ya que escuchamos por radio un mensaje diferente al que nosotros padecemos, por eso compañeros tenemos que terminar con las migajas y los sueldos de hambre. Que el señor intendente escuche bien, esto no es un acto político. El sabe bien de las necesidades nuestra», aseguró. Luego recalcó que «hoy hay compañeros que están en la vereda de enfrente, y varios nos vinieron a decir que esto era política y estaba organizado por Bení-tez, no es para nada así. Todos tenemos la misma necesidad, y sabemos que a varios de los compañeros que vinieron, se los llevaron de las orejas. No puede decir el señor Badano, que no ha tenido, en estos tres años, colaboración de todos los muchachos de todas las secciones del corralón, porque una vez que agarraron el trono se olvidaron de los de abajo, pero nosotros le vamos a refrescar la memoria el día 14, cuando entremos al Concejo Deliberante con los bombos» finalizó Zuleta en obvia alusión a la sesión ordinaria donde se trataba el petitorio presentado oportunamente por los autocon-vocados.
Solidaridad
Entre los presentes se destacaban integrantes del Polo Obrero, el edil radical Juan Manuel Torres, David Valerga y luego se hizo presente Juan Pablo López.
Quien pidió hacer uso de la palabra fue el secretario general de la CTA y ATE Mercedes, Hugo Bonafina quien no solamente manifestó su solidaridad con los trabajadores municipales sino que anunció la pronta realización desde la CTA de un paro nacional para que ningún sueldo estatal esté por debajo de los 1.200 pesos
Tras él, hizo uso de la palabra Daniel Acosta quien informó el recorrido para la marcha e insistió con que los presentes debían acercarse al martes a la asamblea extraordinaria que habían solicitado. Señaló que además de las mejoras salariales se habían escuchado reclamos sobre situaciones laborales en particular y eso –entendía- había que canalizarlo a través del sindicato. “Vamos a decir que queremos sindicatos serios, que trabajen con el intendente, pero no para el intendente, sino para los trabajadores,” pidió
Luego hizo uso de la palabra otro empleado municipal que –papel en mano- aseguró: “En un año el intendente gana $104 mil, mientras nosotros los trabajadores, en trece años ganamos $78 mil pesos», bramó y los bombos y aplausos se fundieron en un ruido ensordecedor.
A partir de ahí comenzó la marcha.
La marcha y Selva
Cuando la amplia caravana partió, jamás se pensó que en la misma ruta que se había prefijado, se encontrarían con el propio Selva. Los manifestantes, tomaron por calle 27 para luego girar por 22 hasta calle 25. En esa intersección se encontraba dentro de una confitería céntrica el intendente Selva junto a Juan Montoya.
La situación fue confusa ya que mientras algunos se detuvieron a silbar y pedir “que se vaya” otros siguieron su marcha. Algunos de los trabajadores aseguraban que Selva les había realizado un gesto obsceno; otros lo insultaban. Lo cierto es que Selva se levantó y atravesó la puerta de la confitería algo tenso. Uno de los trabajadores del municipio, de apellido Centeno, le habría pedido que les explique el tema del aumento “porque lo escuchamos por radio pero no lo entendimos”. El intendente le habría contestado de mala manera y según declaró Centeno después del conflicto. “Me insultó y yo siempre lo traté bien”, le dijo a los medios que lo interrogaban.
Lo cierto es que en un momento existió un tumulto en el cual intercedieron varias personas y hombres de prensa para que el intendente vuelva a ingresar a Oikos y de allí se prosiguió la marcha hasta plaza San Martín, se detuvieron un rato frente al municipio y volvieron al club Comunicaciones. Luis Godoy, uno de los municipales presentes, aseguró que “en caso de represalia contra un solo compañero, automáticamente se cierra el Corralón”, dijo.
Opiniones
El trabajador Centeno, visiblemente nervioso, aseguró a los medios presentes que “en ningún momento le falté el respeto. No sé por qué me contestó así”, dijo explicando que lo había insultado. Juan Carlos Bení-tez, uno de los organizadores de la marcha, dijo que lo había visto al intendente “pero me alejé” dijo explicando los motivos por los cuales no tenía a ciencia cierta conocimiento de lo que había sucedido.
Para Daniel Acosta el tema “no fue casual, fue causal. Mientras yo estaba hablando lo vi pasar con el auto despacito por la 27, pero ni me imaginé que se iba a quedar tomando algo en Oikos. Fue una provocación del intendente”, aseguró y explicó: “Había dos policías en la puerta, te invito a ver cuando tiene policía en la puerta Oikos. Selva hacia señas desde adentro, fue provocado. El quiere minimizar un conflicto de 300 familias que están por debajo de la línea de la pobreza a una reyerta barrial y eso lo provoca él, no nosotros”, aseguró.
En tanto que el intendente municipal prefirió no brindar su opinión respecto a lo sucedido. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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