jueves, octubre 04, 2007

Buenos Aires es la ciudad más ruidosa de América Latina


BUENOS AIRES, Octubre 04, (PUNTO CERO-Asteriscos Tv) Así lo indicó un informe de la OMS. Allí se señala que los países de la región están cada vez más expuestos al ruido excesivo en el ambiente doméstico y callejero.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud señaló que los países de América Latina están cada vez más expuestos al ruido excesivo en el ambiente doméstico y callejero.
A pesar de la existencia de leyes para controlar el ruido en espacios públicos, éste prolifera en la región por la música a alto volumen, la construcción de obras, el tráfico de vehículos, las ofertas de productos con altavoces y hasta la predicación religiosa con potentes equipos de sonido que violan el límite impuesto a los decibeles.
Muchos juguetes infantiles que se venden en Latinoamérica contienen además efectos sonoros que producen altísimos niveles de ruido y pueden llegar a causar lesiones en los oídos de los niños, según un estudio médico realizado por profesionales argentinos.
Todas esas fuentes de ruido superan, por mucho, los niveles de 50 o más decibeles que la Organización Mundial de la Salud estableció como suficientes para originar problemas cardiovasculares.
A manera de ilustración, los expertos consideran que 55 decibeles es más o menos el nivel existente en un restaurante muy concurrido.
Un informe de la OMS, publicado por la revista NewScientist, señaló que unos siete millones de personas mueren anualmente de males cardiacos en el mundo y que 210.000 de esos casos se atribuyen al ruido excesivo.
Los países latinoamericanos y caribeños tienen, con mayor o menor rigor, normas para evitar el ruido perjudicial, pero casi nadie cumple las leyes.
En México, un país con más de 103 millones de habitantes y cuya capital está entre las ciudades con mayor contaminación industrial, visual y sonora del mundo, rige una legislación que establece el nivel máximo de ruido en 85 decibeles en discotecas, restaurantes, salones de fiestas y otros sitios, lo que no incluye las fuentes móviles de sonido.
El Distrito Federal, que tiene la norma más estricta de todo México, ha establecido que durante el día las fuentes fijas no deben rebasar los 65 decibeles de intensidad, y de noche el máximo permitido es de 62.
Buenos Aires, otra ciudad latinoamericana muy poblada, cuenta desde el 2004 con una Ley de Ruidos, pero la norma solo entró en vigor en mayo pasado cuando las autoridades fijaron los límites para la contaminación auditiva para transportes pesados y otras fuentes de contaminación sonora.
La norma establece 100.3 decibeles máximos para el motor y 94 para el tubo de escape en vehículos de más de siete años, y para los más modernos (modelo 2006 en adelante) solo se toleran 90,7 en el escape y 93 en el motor.
Asimismo, la ley establece la vigilancia del ruido de locales bailables, de canto y música, de actividades industriales o de uso de maquinaria pesada.
Datos de la asociación civil Oír Mejor muestran que los límites tolerables de ruidos son 70 decibeles de día y 60 de noche, pero la capital argentina supera los 80 decibeles y casi no hay diferencia entre el día y la noche.
Los estudios de niveles de ruido realizados en Santiago de Chile, donde vive el 40 por ciento de los 16 millones de habitantes del país, muestran un aumento de la contaminación acústica y que sólo un 16 por ciento de la población no corre riesgo de algún grado de pérdida auditiva.
En la capital chilena, desde la puesta en marcha del nuevo sistema de transportes público ''Transantiago'', el ruido ha alcanzado en algunas calles céntricas los 81 decibeles, cuatro menos del umbral a partir del cual comienzan a aparecer daños auditivos, según expertos locales.
Los mismos expertos señalan que en las viviendas chilenas el nivel de ruido puede alcanzar entre 40 y 50 decibeles, mientras que en las oficinas puede llegar a los 65.
Colombia tiene normas que limitan los decibeles en algunas zonas y que establecen que quienes trabajen en lugares excesivamente ruidosos deben usar protectores, lo que no siempre se cumple porque los operarios los consideran ''incómodos'' y los empresarios ``costosos''. (PUNTO CERO-Asteriscos Tv).

No hay comentarios.: