lunes, enero 07, 2008

Tandil, Empresarios gastronómicos ya implementan la antitabaco y cambia la geografía nocturna


TANDIL, Enero 07, (PUNTO CERO-El Eco Digital) Sin dividir espacios para fumadores y no fumadores, los bares, boliches y restaurantes comenzaron a colocar los carteles con la prohibición e invitar a los desprevenidos a apagar sus cigarrillos. Los fumadores: al baño o a la calle.
"Va a pasar lo mismo de siempre, joden al principio como con lo de una persona por metro cuadrado del factor ocupacional y después de un mes nadie controla nada", comenta un joven en el baño de un boliche céntrico, mientras toma cerveza y se fuma un rubio.
A pocos metros otro se ríe y comenta: "Me siento como en la secundaria", mientras suelta una bocanada del humo prohibido. "Me vine de otro bar porque nos sacaron del baño", comenta uno más, en lo que el domingo por la madrugada era una comunidad espontánea de fumadores en algunos baños y veredas.
"¿Se puede salir a fumar?", preguntan desesperadas cuatro chicas, al entrar a otro lugar bailable.
Dos rubias los encienden en la barra y atrás se anima otro parroquiano pero, inmediatamente, personal de seguridad les indica amablemente que ya no se puede fumar, como dicen los carteles que están en varios rincones del lugar. Una pitada más y al piso, porque los ceniceros literalmente desaparecieron. La sola presencia de uno de ellos es habilitación para una acción que te puede sacar del local.
Comentarios e imágenes de la geografía nocturna del primer fin de semana en la que los empresarios gastronómicos decidieron aplicar en mayor medida la Ordenanza Antitabaco en bares, restaurantes boliches y afines, luego de que entrara en vigencia desde el primer minuto de 2008.
"Se van a tener que acostumbrar, no puede ser que dependan tanto de algo como el cigarrillo", le comenta un ex fumador a sus cinco amigos de la mesa, mientras el resto va y viene a la vereda cada media hora.
Como un scanner que se activó con la prohibición en lugares cerrados, desde el sábado cotizan en alza entre las predilecciones de los fumadores los lugares con mesas en las veredas o con patios al aire libre, que ahora constituyen una especie de paraíso obligado.
También hay lugar para el humor y las exageraciones. La frase: "Le voy a ser juicio al Estado porque no considera mi situación como adicta" de una chica algo desbordada por la abstinencia. O el irónico "técnicamente sólo estoy fumando cuando le pego una pitada, si lo tengo prendido en la mano sólo lo estoy quemando, es lo que diría un buen abogado", con el que otro joven trata de asumir una situación que no maneja.
Así es que si bien la ordenanza contempla la posibilidad de dividir los lugares de 100 metros cuadrados o más en un 30 por ciento para los que fuman y en un 70 para los que no lo hacen, la ausencia de tabicados cambió la geografía nocturna y confinó a los consumidores a los baños, veredas y patios.

Refuerzan la concientización
El Ejecutivo ya había informado durante la última semana de 2007 la puesta en vigencia de la medida y desde los primeros días de enero fue el ex concejal del FPV, Juan Carlos Giménez, quien envió cartas a los empresarios para reiterarles el carácter preventivo de la ordenanza.
En la misiva, el médico les pidió "su colaboración mediante la colocación de anuncios y/o carteles que informe tal medida y proceder a retirar los ceniceros que actualmente se encuentran disponibles".
Y nuevamente se respaldó en los parámetros internacionales: "La Organización Mundial de la Salud afirma que con esta medida se disminuirá hasta en un en un 30 por ciento la cantidad de enfermedades del árbol respiratorio entre las cuales está el cáncer de pulmón. Además de proteger a la población esta ordenanza también resguarda la salud de los trabajadores que se desempeñan en los lugares donde se fuma, ya que no tienen la opción de cambiar su ambiente de trabajo ni su empleo para proteger su salud, en este caso se ven obligados a pasar la mayor parte de las horas en una situación de riesgo para su salud".
Además, en una carta abierta, agregó que apela "al sentido común del ciudadano para que comprenda que lo que estamos haciendo es algo de lo que tanto se habla y que es prevención.
Todos podemos ayudar al fumador. Personalmente, con poco apoyo y con mucho esfuerzo llevo a cabo cursos para dejar de fumar y todo tipo de campañas de promoción acerca de los beneficios de dejar de fumar". (PUNTO CERO-El Eco Digital).

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