lunes, marzo 24, 2008

MERCEDES. Un nuevo invento ya fracasado

MERCEDES, Marzo 24, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) Semanas atrás se informaba sobre la ausencia de medidas fuertes por parte de la CNRT y el gobierno local en pos de obtener por parte de la empresa Atlántida la adecuación de sus tarifas a lo que indica la ley.
Desde que fueron actualizadas, el 1 de enero del corriente, la empresa viene cobrando demás en casi todos los servicios (salvo el expreso y el nuevo invento: el servicio común).
Si bien esta situación fue denunciada oportunamente a la Comisión Nacional de Regulación de Transporte; nada ha variado y nada hace pensar que se modifique con el transcurrir del tiempo: ya han pasado casi 90 días de esta situación anómala. Y como siempre sucede, el único perjudicado es el usuario.
Tal vez por ello, o en busca de una seducción por parte de la empresa que está cobrando indebidamente un aumento mayor al autorizado, desde la semana se puso en marcha el sistema de los boletos magnéticos, un sistema que ya había sido implementado por los empresarios del transporte de esta línea pero que –en su momento- fracasó.
Para los empresarios el problema es el faltante de monedas y no la ilógica solicitud de solicitar tamaña cantidad de monedas a la persona que viaja rumbo a la ciudad de Buenos Aires.
En la Terminal explicaron que este nuevo sistema “es exactamente el mismo que las tarjetas prepagas de Telefónica o cualquier otra prestadora de telefonía, es decir una tarjeta prepaga que en el caso de nuestra ciudad puede ser adquirida únicamente en esta boletería en la Terminal” explicó con lo cual el problema es casi el mismo: sino se tiene monedas hay que trasladarse hasta la terminal.
“Cada uno compra su tarjeta de acuerdo a sus necesidades de viaje, algunos lo hacen solo por el día en el que van y vienen, pero hay gente, como por ejemplo los estudiantes universitarios, que deben viajar tres o cuatro veces en la semana que comprar la de más alto valor que es la de 22 pesos y hasta adquieren sobre todo a principios de mes cuatro o cinco para quedarse tranquilos” explicó el operario con argumentaciones propias de los deseos empresariales y no con la experiencia.
A quién se le ocurre pensar que los estudiantes universitarios van a adquirir cuatro a cinco tarjetas de 22 pesos para “quedarse tranquilos”, solamente a una persona que no sabe el sacrificio que implica desprenderse de 100 pesos para pagar los pasajes en colectivo.
Lo positivo es que “las tarjetas no tienen vencimiento” y que se puede utilizar completamente “si el usuario sabe que para poder viajar a un determinado lugar cuesta tres pesos, si compra una de $ 10 se va a encontrar con que realiza tres viajes y le sobra en la tarjeta un peso, puede viajar nuevamente colocando en primer término dos pesos en monedas y luego pasando la tarjeta con el restante y así viajará sin ningún inconveniente”, explicaron.

Negativo
Desde las oficinas se informó que “este sistema se había utilizado hace algunos años, pero como la gente no se acostumbró, se dejó de lado ya que no daba los resultados esperados. Ahora se lo vuelve a poner en vigencia y todo indica, al menos por la gente que vino a nuestra ventanilla (los primeros días), que la mayoría ya se decidió a utilizar las tarjetas”, destacaron.
El único punto de venta será la terminal en un horario comercial no del todo informado y no se venderán –como muchos esperan- arriba del coche.
El motivo por el cual no tuvo mucho eco es por las dificultades que acarrea el que llegue indemne al final del uso: el papel con el cual se realiza la tarjeta es demasiado fino, y se rompe con facilidad. Una vez en mal estado, la tarjeta no se puede utilizar porque no existe manera de comprobar el saldo.
Si bien estas tarjetas serían muy similares a las que los estudiantes de nivel secundario o terciario utilizarían; se señaló que quienes deseen tramitar la credencial y comprar los boletos con descuento deben trasladarse a Luján, es decir que solo funciona para los boletos regulares.

Espera
Mientras se sigue facturando entre 25 centavos y 1,70 pesos por cada pasajero que sube a un colectivo por el camino de Buen Ayre que no sea expreso; parece ser que los empresarios se han dispuesto a mostrar su predisposición desempolvando las viejas máquinas que ya no habían sido aceptadas por el público; en busca de demostrar cierta estima por el público local.Aquel encuentro entre el presidente de la firma y el intendente local no ha servido más que para ganar tiempo, pero mientras tanto el usuario diario del colectivo sigue abonando un monto que no le correspondería. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).

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