miércoles, abril 02, 2008

EN EL CAMINO LARGO SE ACOMODAN LAS CARGAS. Por Hugo Presman

BUENOS AIRES, Abril 02, (PUNTO CERO) Corte de rutas convocadas por agrupaciones rurales, varias de ellas enemigas juradas de todo lo que cataloguen como popular. La Plaza de Mayo transitada por una concurrencia limitada de clase media alta y estudiantes universitarios de padres ligados al agro.
Más algunas patrullas pérdidas de PCR (Partido Comunista Revolucionario), que encontró, justo ahí la alianza obrero-campesina. Compartiendo el histórico espacio grupos nostálgicos del terrorismo de Estado que comanda su adalid María Cecilia Pando, los diputados del ARI, Adrián Pérez y Fernando Iglesias enviados por la referente política de las cuatro agrupaciones, Elisa Carrió. A todo este contubernio se suma el apoyo de Raúl Castells. La reacción se produce no precisamente por propuestas y concreción de otras etapas históricas. No se debate el impuesto a la renta potencial de la tierra ni el retorno del IAPI. Tampoco la reforma agraria o la nacionalización de las grandes extensiones. Es por un incremento en los derechos de exportación, denominados impropiamente retenciones. En esta divisoria de aguas, el apoyo al gobierno resulta casi obvio para todo aquel que conozca historia de nuestro país y cual han sido las posiciones de la mayor parte de las agrupaciones del campo.
Y sin embargo hay tantos progres extraviados, tantos izquierdistas eternamente desubicados, que en momentos decisivos se agarran de argumentos de señoras gordas o válidos en otro contexto menos definitorio, como la soberbia, los fondos de Santa Cruz, la república ultrajada, como si los intereses que están detrás de los cortes realizados por pequeños y medianos productores, no fueran los mismos que auspiciaron los golpes de estado y las políticas que llevaron a que la mitad de la población estuviera por debajo de la línea de pobreza.
Se centran en la figura de D`Elías, con una metodología repudiable, y pasan de largo al dirigente rural flamígero Alfredo de Angelis que amenaza con incendiar el país, sometiendo por hambre a los centros urbanos. Las clases medias urbanas protestaban por los cortes de rutas de los piqueteros, cuyas consecuencias eran meros problemas de tránsito realizados por personas en situación límite y alaban hasta la impudicia a los que propugnan y concretan la falta de alimentos y en forma irresponsable provocan la podredumbre de los mismos. Son los que posan de políticamente correctos y afirman que están contra de todos los cortes.
Las agrupaciones agropecuarias ya no quieren un triunfo sino la rendición incondicional del gobierno. La discusión ha dejado atrás el origen del conflicto y hoy lo que se está planteando claramente es lo que dijo Oscar Moncho, un productor de Carmen de Areco en Crítica del 31 de marzo: “Nosotros ya no peleamos por las retenciones. Nuestra lucha es por el modelo del país”.
Una vez hecha estas consideraciones, corresponde fijar algunas caracterizaciones y tratar de discurrir por encima de los cliches y los maniqueísmos.
Seguramente hay diferencias entre las concentraciones en pueblos de la pampa húmeda cuya existencia está ligada integralmente a la suerte de las actividades agropecuarias y el cacerolazo de las clases medias urbanas. Estas encuentran hoy en el campo, como en otras ocasiones en la inseguridad, un aglutinante para expresar otro tipo de irritaciones que la perturban notoriamente. La política de derechos humanos, las relaciones estrechas con Chávez, el ubicar a la Argentina en un contexto de construcción y solidaridad latinoamericana, los juicios contra los terroristas de estado, los roces con EE.UU, paradigma del país al que aspiran, la anticumbre de Mar del Plata, la tolerancia con la protesta social y las molestias y malestar que les produce los cortes de calle paulatinamente desactivados, la falta de políticas de mano dura en materia de seguridad, las denuncias desde las tribunas oficiales de sus diarios preferidos, la relación estrecha con Hebe de Bonafini que les produce un ataque de ira. Un mero listado enunciativo que se tradujo electoralmente en el apoyo a Carrió, a quien detestaban, hasta que los Kirchner pasaron a ser el centro de sus desvelos, y a Mauricio Macri que es el esperado Menem blanco. En los sectores altos y en los medios referenciados en los altos, rápidamente surge las nostalgias de los seguros que estaban durante la dictadura criminal, su preocupación de estar gobernado por montoneros revanchistas que conducen al país hacia una versión meridional de Cuba o Venezuela. En el piquete que rodeó a la Residencia de Olivos pudieron verse y escucharse expresiones de este tenor.

EL CAMPO Y LOS DISTINTOS TONOS DE VERDE
El campo es una expresión usada equivocadamente por los inspiradores del lock aut y por el gobierno. Significa una denominación englobalizadora que simplifica y distorsiona el conflicto. Desde la devaluación, todos los sectores del campo, y en mucho menor medida los trabajadores rurales, mejoraron significativamente su rentabilidad e ingresos y la valorización enorme de su capital fundamental que es la tierra.
Eso dio origen a un crecimiento de las clases medias rurales representadas fundamentalmente por la Federación Agraria que no había renegado hasta ahora de las retenciones y proponía el retorno a las Juntas Nacionales de Granos. Si se acude a algunos de los trabajos confiables puede avalarse lo expresado. Un documento de esta agrupación realizada por Ana Moresco y Luciana Soumoulu, sobre el último censo agropecuario, del 2002, citado por Maximiliano Montenegro en Crítica: “ De los más de 170 millones de hectáreas agropecuarias en todo el país, 74,3 están en poder de tan solo 4000 dueños. Si se tiene en cuenta que en total del país hay unos 300.000 productores, apenas 4000 poseen casi la mitad de la tierra. En la región pampeana, donde las tierras más cotizadas, hay 4.110.600 hectáreas, en manos de tan solo 116 dueños. El 69% de las explotaciones agropecuarias del país tienen menos de 200 hectáreas, pero sólo representan el 3% de la superficie total. En el otro extremo, el 10% de las explotaciones, con más de 1000 hectáreas acaparan el 78% de la superficie.”
Según el historiador de la economía rural Eduardo Azcuy Ameghino autor de “La carne vacuna argentina Historia actualidad y problemas de una industria tradicional” entre los mayores jugadores del campo se encuentra Cresud del Grupo Elsztain con 400.000 hectáreas, Adecoagro del grupo Soros con 200.000 hectáreas, el grupo Bemberg con 143.000 hectáreas, el grupo Werthein con 100.000 hectáreas en la provincia de Buenos Aires, los Grobo con 17.700 hectáreas propias y unas 100.000 explotadas bajo arrendamiento, los Biznaga S.A de los Blaquier con 50.000 hectáreas, Amalia de Fortabat con 140.000 hectáreas, principalmente en la Provincia de Buenos Aires.
Si se hace un mapa electoral del 28 de octubre del 2007 se podría apreciar que las clases medias rurales, la mayor parte representada por la Federación Agraria , votaron mayoritariamente por la actual presidenta. Comportamiento diferente que sus similares urbanas. ¿Que errores han cometido ambas partes para que el gobierno se enajenara su apoyo y la Federación Agraria terminara asociada con sus adversarios históricos?
El gobierno al usar el concepto campo con un criterio indeterminado de sus particularidades e intereses y la Federación Agraria el hacer alianza con aquellos que originaron su nacimiento como exteriorización de una situación de explotación en los arrendamientos. Como bien lo señala Eduardo Ascuy Ameghino la lluvia de prosperidad “ algunos la juntan en palangana y otros en cucharita”
Indudablemente el gobierno ha carecido de de una real política agropecuaria, ha favorecido la sojización y su enorme rentabilidad. Ello ha incorporado al escenario del campo nuevos actores, como los pooles de siembra y fideicomisos financieros. Las retenciones mejoran las características inequitativas del sistema impositivo, sostienen el superávit fiscal pero hasta las últimas medidas no se implementaban como instrumento de planificación económica. La disminución liliputiense de los derechos de exportación al trigo y del maíz y el incremento del de la soja tienden a corregir en una proporción aún insuficiente que el casi 60% de la superficie sembrada sea de soja. Que se importe perejil y arvejas, que se haya producido un exterminio de tambos y que la ganadería tienda a ser desplazada hacia zonas marginales son muestras del avance progresivo y firme hacia el monocultivo.
La milagrosa recuperación de la economía argentina después de la peor crisis de la historia está basada en la devaluación, en la quita y renegociación de los plazos de la deuda, en la mayor presencia del Estado, en los altos precios internacionales de las materias primas, en la recuperación de algunos sectores industriales. Todo eso se traduce en una mayor cobertura social, en una considerable mayor inclusión social en una baja considerable del desempleo dentro del modelo primario exportador de los noventa basado en la soja y el petróleo.
¿ Que pasaría si se dejara flotar el dólar? Lo contesta con precisión el economista Carlos Leyba en Debate del 22 del marzo: “Si el gobierno dejara caer el tipo de cambio nominal, al valor que resultaría de la libre operación del mercado cambiario, se produciría la eutanasia de la industria y de toda actividad transable. Inclusive algunas agrarias. En semanas, el desempleo retornaría al 20%. Si el objetivo central del sistema económico es proveer al pleno empleo, el dólar de equilibrio debe ser aquél que da lugar a que ello ocurra. En el caso argentino, ese tipo de cambio debe ser muy superior al del mercado cambiario…..El actual tipo de cambio contribuyó definitivamente que tengamos un dígito de desocupación. Una condición necesaria. No suficiente. Necesaria para la defensa del empleo. Insuficiente para la productividad del mismo. Y la productividad es la madre de todas las batallas: poco se ha hecho y ahora es casi lo único posible una vez debilitada la herramienta cambiaria. El tipo de cambio de pleno empleo debe “estar sostenido” por el Estado. Y es legítimo, por eso, que el Estado le “cobre” la diferencia entre el valor virtual del mercado cambiario y el valor del dólar sostenido para el pleno empleo, a quien no necesita un tipo de cambio sostenido ( el sector primario de base naturaleza). Esa es la cuestión de la economía de dos velocidades…..Es el recurso que disponemos para construir una Argentina industrial. No tenemos derecho a despilfarrar el recurso fiscal de las retenciones sin aplicarlo a un programa de desarrollo industrial y de infraestructura rural para aumentar la productividad. Aún no lo hemos hecho”
Las cuatro agrupaciones del paro patronal se presentan como la actividad fundante de la patria y en el lenguaje desbordado de Carrió, como el sostén de las carreras universitarias de las clases medias urbanas. Mérito similar se atribuían según los tiempos históricos, las Fuerzas Armadas y la Iglesia.
La Sociedad Rural , CRA y Coninagro se oponen, por principio a los derechos de exportación y ahora hacen hincapié en las retenciones móviles. La Federación Agraria critica y se opone al porcentaje de las mismas. Sin embargo esta discusión ha pasado a ser abstracta porque el resultante entre el precio internacional actual neto de retenciones es superior al vigente al momento de tomar la decisión de sembrar descontado las retenciones de aquél momento, que al ser variables con los precios actuales, está en el 40%. En números: son 282 dólares la tonelada contra 231,4 dólares. Se puede observar entonces que el planteo originalmente económico se ha transformado fundamentalmente en político. En un intento claro de arrodillar al gobierno para cercarlo y hacerlo retroceder en otros terrenos.
En tono amenazador, Carbap publicó una solicitada en la Nación del 28 de marzo donde concluye: “ Que Dios la perdone ( a la presidenta) y nos de a todos la templanza para conservar la calma y preservar la paz, sin resignar nuestros principios en pos de un futuro mejor para nuestra querida República” y concluye “Por la libertad y la dignidad de la República Argentina ”
Si hoy el incremento de los derechos de exportación es del 5% y se abrió la instancia negociadora ¿Es posible que eso de lugar a la continuación de cientos de cortes de rutas, desabastecimiento de ciudades, arrogarse la función de aduanas internas, decidiendo que camión pasa y cual no?

POLÍTICA AGROPECUARIA Y MODELO SOJERO
Una cosa es el apoyo al gobierno puesto en un trance histórico y otro es el debate sobre una política agraria. Como en otros aspectos de la economía una cosa son los objetivos y otros los resultados. Este es un debate para cuando se apaguen las llamas del intento de rendición. La socióloga Norma Giarraca, especialista en Sociología Rural sostiene en Página 12 del 31 de marzo: “ En 1996 con el campo con bajos precios internacionales, desregulados, se autoriza sembrar semilla transgénica de soja, con su paquete tecnológico promovido por una de las corporaciones más fuertes del área, Monsanto, una de las empresas más criticadas del mundo. Cambian los modos agronómicos de manejar los suelos, de sembrar, de cosechar. Es la última etapa de la instalación de los agronegocios. Argentina es uno de los 19 países donde se autoriza esto y uno de los cinco que produce con transgénico a gran escala. Transgenia, glifosato, fumigaciones con costos muy serios a la salud. No es la mano invisible del mercado, es producto de decisiones políticas……Entre 1988 y 2002, un 25% de las unidades productivas había desaparecido y la mayoría pertenecía del estrato hasta 200 hectáreas. Todavía no sabemos cuantas desaparecieron desde el 2002. Los que pudieron permanecer – con la devaluación, moratoria de la deuda, subsidios de combustible- entraron en el modelo sojero….. Se dice: “Entrar en el agronegocio es entrar en la modernización, seguir con la producción de alimentos y cuidar la tierra como un bien familiar es de atrasados”. Y debemos decirlo, la Federación Agraria sostuvo este discurso y promovió la agricultura sojera, aunque sus dirigentes sabían los peligros que el modelo acarreaba…..El gobierno hace rato que decidió basarse en el modelo de una economía extractiva: petróleo, producción minera, agronegocio. Esta idea de que la Argentina puede insertarse en el mundo con petróleo, oro y soja, no es privativa de los Kirchner, la legislación viene de los noventa. Pero estos últimos años, el gobierno redobló la apuesta, pero decidió convertirse en socio, vía retenciones. Lo hizo con el petróleo y el agronegocio, lo piensa hacer con la actividad minera. Ahora se trata de ajustar el porcentaje en esa sociedad. El gobierno creo sus propios Frankenstein. Legislar para traer a Monsanto, a las empresas mineras, a las petroleras, les dio subsidios para las nuevas exploraciones. Irresponsablemente genera en el país actores muy peligrosos: devastadores, insaciables, a los que le importa poco nuestro territorio……Ahora son los grandes sojeros, los “grobocopatel”, los que ha sabido incluir en sus propios intereses a los chacareros…..Se necesita separar los intereses de los grandes sojeros de los pequeños. Eso lo debe hacer la Federación Agraria , pero no se puede hacer dentro del modelo del agronegocio sojero. Esa es la cuestión. Ese es el drama de estos días, no veo a los grandes sojeros en las rutas, veo a los chacareros, enojados, asustados y sin diálogos con el gobierno”
Hay concentración en las distintas etapas. En el sector exportador está reducida a cinco empresas: Cargill, Bunge y Born, Dreyfus, Aceitera General Deheza y Vicentín. A su vez alguna de estas empresas están en otras etapas. La socióloga Maristella Svampa sostiene: “ En el sector semillero aparecen las grandes empresas multinacionales ( como Monsanto y Cargill) y unos pocos grandes grupos locales, en el circuito de la producción surgen otros actores, entre ellos terceristas ( que cuentan con el equipamiento tecnológico) los contratistas ( entre los que se incluyen los pools de siembra y los fondos de inversión) y por supuesto los pequeños y medianos propietarios, muchos de ellos rentistas”
El diputado Claudio Lozano afirma: “ El campo argentino actual poco tiene que ver con el que teníamos hace 20 años. Se ha impuesto un modelo de alta concentración y dependencia tecnológica asentado en una matriz productiva que abandonó la perspectiva de una producción centrada en el desarrollo de alimentos de gran cantidad y calidad. Y se consolida la producción de forraje barato ( pasto-soja) para vender a China, India y a la Unión Europea … Este modelo sojero, además de romper la soberanía alimentaria de la Argentina , destruye puestos de trabajo y debilita a los pequeños y medianos productores ya que mientras la soja genera un puesto de trabajo cada 500 hectáreas, la economía familiar crea 35 puestos de trabajo cada 100 hectáreas. Situación que se empalma con el hecho que la soja demanda más de 500 hectáreas para que una unidad productiva sea viable y autosuficiente”.
La Presidenta ha pronunciado tres discursos conceptuales iguales pero diferentes en sus formas. Posiblemente si hubiera omitido el primero, en que no fue hábil para desbloquear los pequeños y medianos productores de las otras agrupaciones, el lock-out no hubiera tenido masa de maniobras en los cortes de rutas. Estos cometieron el inadmisible error político de adherir a un paro por tiempo indeterminado, tres horas antes del primer discurso presidencial, mientras los diarios ya reflejaban la convocatoria vía Internet de un cacerolazo.
El historiador Eduardo Azcuy Ameghino afirma: “ El gobierno cometió tres errores. Cuando se anuncia una medida así, se puede convocar a los sectores interesados. El gobierno no lo hizo. Si se sacaran 2000 millones de dólares extra, se podría haber dicho a la sociedad y al campo: “ el precio se disparó y con el dinero que dejan de ganar lo vamos a usar para reconstruir la red troncal ferroviaria o lo que fuera”. No pasó. Las retenciones son iguales para personas diferentes. Están pensadas como si el campo fuera homogéneo y que es lo mismo cualquier productor. Tercer error. Se podría aplicar una retención segmentada y eventualmente coparticipable. Porque le sacan un impuesto a las provincias productoras y va a rentas nacionales. No vuelve”
El gobierno sensatamente no ha bajado las retenciones, pero ahora vuelve a la situación anterior al 11 de marzo vía subsidios, en forma discriminada. Pero es fundamental que los mismos efectivamente se concreten superando insoportables trámites burocráticos y que para acceder a los mismos no se paguen peajes.

CAMPO Y PERIODISMO
Las radios en general, los canales de noticias, el periodismo vinculado a los medios representativos del sector agropecuario, la casi totalidad de los periodistas “progresistas” han sentido una irreprimible vocación por el aire campestre.
La Nación y Clarín son los organizadores de la Expo Feria. Radio Continental se propagandiza como la radio del campo argentino. Los movileros transmiten el mensaje, que la bronca acredita la justeza de los argumentos. En la prosa del sociólogo Nicolás Casullo: “ Los acercamientos de cámara donde 100 parecen 10.000, los diálogos donde es peor la ideología del cronista que la del propio entrevistado fascistoide, la conversión de la Sociedad Rural y Coninagro en revuelta de una suerte de campesinado andino escapando del napalm…”. Mariano Grondona sosteniendo en televisión que “ esto es insoportable y que se tiene que cambiar lo antes posible”. Su ex socio Bernardo Neustad: “ Me refregaba los ojos viendo chicas de 20 o 30 años, saliendo a dar la cara. ¿ No habrá que buscar en el campo la nueva generación política?...Cuando se escriba la historia …el 25 de marzo del 2008 desde las 7 de la tarde, tendrá que ser declarado feriado. El “Día del Renacimiento”. Magdalena Ruiz Guiñazú posa de independiente porque polemiza con algunos ministros mientras adopta una actitud genuflexa hacia el poder económico como el edulcorado reportaje que le realizó a Gustavo Grobocopatel, en Perfil, el domingo 30 de marzo. La intelectual en retiro efectivo Beatriz Sarlo, que abomina hoy de su pasado en el PCR, coincide indirectamente con esta izquierda de la Sociedad Rural , y escribe en La Naciòn con relación a la Plaza Cacerolera : “La plaza está llena de gente que por los motivos más diversos, se había provocado por el disenso de Cristina Fernández de Kirchner”. Su feroz antiperonismo de señora gorda fue respondido en forma brillante por José Pablo Feinmann. Es la misma plaza “popular” que vio Sarlo la que para la periodista Sandra Russo fue “ La Plaza de las trillizas”. Dice entre otras cosas: “ Algunos barrios de esta ciudad, anoche, estuvieron con el campo, aunque no se sepa muy bien cual es el lazo que se estrecha, más allá del espanto que los une, y que es el gobierno kirchnerista…..Hoy hay miles de personas en la calles con pancartistas “Yo estoy con el campo”, sin que esto signifique otra cosa que estar en contra de este gobierno y de las medidas que pueden rozarles las ganancias” Orlando Barone, extendiendo hasta el límite sus posibilidades, escribió y leyó por Radio Continental: “El lockout, en inglés y en lenguaje económico político, es la huelga al revés: es la del propietario que cierra voluntariamente su fábrica en contra de las exigencias obreras. Si los afectados fueran los dueños del servicio de aguas y cerraran el chorro, dejarían un tendal de poblaciones en riesgo agónico. El lockout que cierra las tranqueras y los caminos y discrimina a su criterio el paso de mercadería amenaza a los consumidores con el in crescendo inflacionario y el desabastecimiento. Y perjudica a empresarios y trabajadores de otros rubros. Este ataque a la economía argentina es transparente pero temible. Viene de quienes se sienten damnificados por el Estado y de gran parte de quienes manipulan el lío. Si los relatores de estos hechos en lugar de preguntarles a los huelguistas si tienen bronca o si se sienten robados o confiscados, les preguntaran cuánto ganan y qué bienes tienen. Y cuánto exactamente dejarían de ganar por culpa de las retenciones. Y si además desnudaran la pobreza de sus peones rurales y por qué si los campos son tan productivos se despueblan, se vería todo el escenario. Y se vería cuáles son las víctimas reales. Que no son necesariamente las que gritan. Y los llamados y autollamados “pequeños productores” deberían sincerarse. Pequeños, diminutos, imperceptibles son los ciudadanos que ni siquiera tienen un lote. Un pequeño elefante no deja de pertenecer al rubro elefante. Nadie dice de un pobre que es pequeño. Es pobre o no es pobre. No está mal aclararlo. Todos somos peces. Pero unos son tiburones y otros cornalitos. Este enfrentamiento político puede alterar el resultado de las elecciones recientes. Ya hay analistas que especulan que éste es un punto bisagra a favor de los opositores. El Gobierno está asechado, y lo escribo con ese no con ce. No por el vasto campo, que es una abstracción geográfica, sino por quienes se mimetizan con él untándose de dudosa leyenda campesina. Es éste un peligro argentino reciclado del antiguo catálogo. Ya no se trata ni del peligro militar ni del peligro de ingobernabilidad ni del default, como ha sucedido cíclicamente. Ahora es el peligro de ruptura social y de quiebre democrático. Y surge porque se ha decidido un rumbo nacional que transgrede el rumbo deseado por quienes por eso no fueron elegidos en las urnas. La consigna “¡O se anulan las nuevas retenciones, o nada!” es un parte de guerra. Un ultimátum con tractores en vez de tanquetas. No hay gobierno que se resigne a este descomedido chantaje. Y es un chantaje porque no es un clamor de país, sino un rezongo de cereales y vacas. Cualquiera sea su razón, impedir el abastecimiento normal de alimentos no es un recurso huelguístico. No cuaja con las misas agrarias. La democracia está antes que la soja.”

EN EL CAMINO LARGO SE ACOMODAN LAS CARGAS
Esta frase es una vieja sentencia en el campo. Si sigue siendo acertada, es posible que quede demostrado:
1. Ningún gobierno puede aceptar pasivamente el cerco indefinido a los centros urbanos con consecuencia en la alimentación y en los insumos de otras producciones industriales y agropecuarias. Superado todas las argumentaciones persuasivas, cabe recuperar, lamentablemente por la fuerza, exclusivamente estatal, las rutas
2. El gobierno ha cometido gruesos errores políticos. Impone y luego trata de persuadir. Perón persuadía y luego imponía
3. Más allá de esos errores, en las grandes líneas del conflicto, el gobierno ha tenido razón.
4. Debe prescindirse del método de ruptura de manifestaciones opositoras o de enviar a aliados como los camioneros a intimidar piquetes. El Estado no puede delegar nunca el monopolio de la fuerza. Trasladar a la política el accionar de las barras bravas del fútbol, aleja al pueblo de las canchas y de las calles.
5. La ceguera y prejuicios ancestrales de las clases medias urbanas debe responderse con políticas hacia esos sectores que separen a parte de ellos de los sectores dominantes.
6. El golpe de mercado que es el lock-out, ha perforado las débiles barreras antiinflacionarias y si no se logra hacer retroceder los precios en pocos días, miles y miles de argentinos habrán caído por debajo de la línea de pobreza.
7. Es necesario poner en el debate una política agropecuaria integral. En este como en otras áreas, son tareas pendientes
8. El gobierno debe proponer, debatir y luego concretar proyectos definidos en materia industrial, sanitaria, ferroviaria, educacional, entre otros, evitando que la inacción termine revelando a la realidad.
9. La situación de los diferentes sectores del campo, especialmente de los concentrados puede resumirse en esta frase ideológica de un productor: “En la convertibilidad estábamos mal pero nos sentíamos bien. Ahora estamos bien pero nos sentimos mal” 10.
La frase del productor Oscar Moncho como clave para entender el conflicto: “Nosotros ya no peleamos por las retenciones. Nuestra lucha es por el modelo del país” (PUNTO CERO).

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