domingo, agosto 24, 2008

El macrismo busca entre la educación y las obras el "alma" de su gestión.


BUENOS AIRES, Agosto 24, (PUNTO CERO-La Política On Line) El gobierno porteño no logra definir su propia impronta. Por eso, comenzó una discusión interna sobre qué área debería tener preponderancia. La postura de Rodríguez Larreta y de Marcos Peña, y las fortalezas y debilidades de cada posición.
El macrismo piensa en 2009. Y para eso sabe que, antes que nada, debe mostrar una buena gestión en la ciudad. En ese contexto, mientras intenta ajustar los bajos niveles de ejecución para el segundo semestre, surgió un debate al interior del PRO sobre cuál debería ser el eje central de la administración.
Así como el ex intendente Carlos Grosso se centró en la modernización de Puerto Madero o Jorge Domínguez en asfaltar cuanta calle había en la ciudad (a partir de las famosas topadoras) los asesores de imagen del gobierno porteño recomendaron a Mauricio Macri llevar una suerte de “bandera” de gestión.
Sin embargo, en este tema vuelven a cruzarse, una vez más, las internas del macrismo. Por un lado, como suele ocurrir, se encuentra el poderoso jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta, y por el otro el michettismo encabezado por el secretario general Marcos Peña.

Las obras
Según pudo saber este medio, Rodríguez Larreta apuesta al mejoramiento del espacio público. Esto es, recuperación de plazas, el plan de bacheo, la iluminación y el embellecimiento general de la ciudad. Por ejemplo, le explica el jefe de gabinete a Macri, el tema bacheo tiene una altísima visibilidad entre los porteños.
El plan actual, además, es uno de los programas que más avanza en la ciudad: se reparan más de 140 cuadras mensualmente a partir de una licitación que se destrabó en sólo cinco meses por más de 600 millones de pesos. Sólo en 2005 Ibarra había alcanzado ese nivel de ejecución en obras en el área.
Originalmente, el plan fue diseñado el ex subsecretario de Espacio Público, Carlos Tramutola, quien renunció por el maltrato permanente que le dispensaba el ministro Juan Pablo Piccardo.
De todas formas, el problema que surge aquí está relacionado con los inconvenientes para gestionar que muestra el ministro (suspensión de la licitación de mobiliario urbano, críticas por el pliego de basura, entre otros), y la falta de un equipo afianzado.
De hecho actualmente, en reemplazo de Tramutola, se encuentra su ex jefe de gabinete, Eduardo Villar, a quien Piccardo tiene en la mira. Por el otro, en la subsecretaria de Higiene Urbana también había renunciado el funcionario que comenzó la gestión, Gustavo Grasso, producto de "cuestiones personales", pero enfrentado con el ministro. Hoy en día ese lugar lo ocupa Eduardo Terreni que, a la vez, es el titular del Ente de Higiene Urbana.

La Educación
Por su lado, Marcos Peña apuesta a los temas educativos como eje central de la gestión. Ex presidente de la Comisión de Educación y uno de los candidatos que siempre suenan para reemplazar al ministro Mariano Narodowski, el secretario general cree que los logros en el área (que ostenta el presupuesto más importante de todo el gabinete) podrían mostrar a un Macri comprometido con el futuro y los jóvenes.
En este marco, en las últimas semanas se lo pudo ver al jefe de gobierno muy cerca del titular de la cartera educativa. A saber: hoy se inauguró un jardín maternal en Almagro al que concurrieron ambos junto a la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal.
Macri presentó los torneos interescolares con alrededor de 17 mil alumnos no federados de los colegios porteños que participarán. Y antes de ayer, el jefe de gobierno lanzó el programa "Bibliotecas Personales", orientado a promover la lectura entre níños y jóvenes, que prevé la distribución de casi un millón de libros entre todos los alumnos que concurren a los colegios públicos de la Capital Federal desde el nivel preescolar hasta el último año de la secundaria.
Días atrás también se presentó en conferencia de prensa con el propio Narodowski para explicar los lineamientos de las políticas educativas que se implementarán. Y, como si fuera poco, con la anuencia de Macri, el titular de la cartera educativa impulsó, con “bombos y platillos”, el regreso de las amonestaciones a las escuelas públicas.

Debate
Ante esto, Rodríguez Larreta cree que la educación es importante pero que no puede ser el eje central de la educación ya que los cambios son paulatinos y podrían llegar en algunos años.
Además, dos datos animan la postura del jefe de gabinete: en primer lugar los graves problemas con las obras en los colegios. De hecho este año el ministerio de Educación no evitó que gran parte del invierno en decenas de colegios los chicos pasen frío producto de las tardías licitaciones y soluciones al tema del gas. Hace un par de semanas recién, pudieron terminar con una serie de paliativos (estufas por ejemplo) para mitigar el frío, justo cuando falta un mes para la primavera.
Por otro lado, tal como adelantó este medio, la pulseada interna que vive Narodowski con los gremios puede complicar la gestión. A tal punto que, luego de otorgarles un aumento del 20 por ciento retroactivo a marzo y todo de una vez, volvió a convocar a los gremios docentes que reclaman otro aumento salarial.
A todo esto, el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, ya le explicó en varias oportunidades que “no hay margen” para subir los salarios. Esta situación podría desembocar en paros generales, una medida que afectaría ostensiblemente al Ejecutivo.
Claro que, ante el desgaste de Narodowski, Peña volvería a aparecer como la opción número uno del macrismo. Como sea, lejos de poder financiar los subtes producto de la delicada situación financiera de la ciudad y la negativa del gobierno nacional de destrabar los créditos del BID ya comprometidos para avanzar en las obras, el macrismo sigue debatiendo cuál será su impronta de gestión. Es que el 2009 se acerca y resulta imperante focalizar al gobierno porteño en un destino. (PUNTO CERO-La Política On Line).

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