lunes, septiembre 15, 2008

Olavarría. La hora sin respuesta, la semana del gran desafío

OLAVARRIA, Setiembre 15, (PUNTO CERO-Infoazuldiario) Desde este viernes, cuando infoeme.com informó en exclusiva sobre la denuncia que el Municipio recibió de Pami, el Gobierno local quedó cara a cara con uno de los mayores escándalos en el sistema de salud pública de Olavarría.Aún no se sabe cómo lo resolverá sin afectar seriamente sus servicios en el Hospital. Los decibeles que ya no pueden pararse, y a cada hora es más difícil mostrar que los funcionarios del Palacio San Martín en el Hospital desconocían lo que pasaba. El riesgo de que el director Alfredo Waiman, y otros funcionarios de salud, queden tocados por el escándalo.

La salida de Alejandra Capriata, que se fue por la misma razón que se han ido los últimos funcionarios: el Intendente no les atiende el teléfono. Y la recta final hacia el debate en el recinto sobre Sebastián Pené, donde el Ejecutivo está tan jugado que hasta arriesgó una movida que pudo dejar pegada a otra altísima funcionaria.La nebulosa es enorme y a medida que la niebla se deposita lo que deja ver es preocupante.
Después de largos meses de recibir quejas de los afiliados al Pami que no eran operados en el Hospital si no llevaban una prótesis importada de alto precio, la obra social le hizo saber la situación al Municipio.
El jefe de Traumatología le transmitió la novedad al Intendente, que decidió separar a una secretaria del sector, como única responsable.
Este Diario On Line fue el primer medio en detectar la convulsión en el sector, el viernes por la mañana, y adelantó en exclusiva el inicio del escándalo en el sistema de salud público local.
Pero a pesar de esa medida, leve, la titular del Pami dijo, más tarde y públicamente, que la secretaria no es la responsable, que hace un año que le vienen planteando el problema a todas las autoridades del Hospital y que las denuncias que elevarán a la central nacional de la obra social – junto a su asesoría jurídica - por el caso de la venta de prótesis importadas le apuntan a los dos médicos de mayor peso interno en el Hospital, y no a sus subalternos.En apenas cuatro días, un caso que se soterró durante años estalló ante la mirada pública, y congela a un Gobierno municipal que viene optando por la prescindencia en la mayor parte de los conflictos que terminan cuestionando, expulsando o hastiando a sus funcionarios.
hubo nuevas bajas – por cansancio y por aislamiento del Ejecutivo - y es un hecho que, como se verá, José Eseverri encara una etapa crucial : o estabiliza su relación y ascendente con el andamiaje de funcionarios políticos y de carrera, de concejales y de técnicos de la administración, o su autoridad corre el riesgo de entrar en debacle, al modo del ex intendente Juan Manuel García Blanco, fundador del desbande político en Olavarría.

A saber.
La crisis en el Hospital tuvo esta semana al menos cuatro reuniones donde se terminó de definir el escándalo más grande que se recuerde en el sistema de salud público de Olavarría.
Es cierto que hubo otros, pero ninguno afectó a un área tan central y de tanto prestigio, de tanto ascendente como Traumatología y que en caso de tambalear implicaría un golpe de magnitud al centro de salud municipal, razón por la cual José Eseverri permanece, peligrosamente, en una nueva indefinición sobre el futuro, cercano a una salida intermedia.
Para todo el entorno del Intendente – sobre todo el que lo aconseja sobre temas de Salud - el Hospital queda herido de muerte en un servicio muy fuerte si hay que reemplazar a los doctores Germán Caputo y Diego Lamberto, que en el olavarriense medio obtienen un resultado dual : son vilipendiados en privado pero buscados sin alternativa, como si no hubiera otros traumatólogos, a la hora de requerir una operación.
Es por ello probable que el Municipio adopte una decisión, también, dual : requerir sus servicios parcialmente, y liberarlos por la tarde, para una dedicación privada en sus propios consultorios.
El problema es que se trata de una solución eminentemente técnica, que salda la requisitoria de atención médica, pero que no resuelve el insondable problema político que queda en las espaldas del Intendente.
Durante las cuatro reuniones de la semana, el Municipio actuó como un organismo que desconoce una realidad.
Sucesivamente, el jefe de Traumatología Osvaldo Mariano concurrió a Pami, tomó conocimiento de las denuncias de los afiliados, se sentó en una mesa con funcionarios que aparentemente quedaron pasmados por lo que les contó y al final decidieron un corte “drástico” : echar a la secretaria de Traumatología por las maniobras denunciadas por Adriana Capuano ( titular de la UGL Pami ), que se aproximan demasiado al tráfico de prótesis importadas.
Incluso en una de las reuniones, los voceros indicaron que “hubo que explicarle a la (subsecretaria de gestión hospitalaria ) Nora Gelso lo que estaba pasando”.
En uno de los encuentros estuvo el jefe de Traumatología, Osvaldo Mariano; el intendente José Eseverri; la secretaria de Asuntos Legales Carolina Szelagowski, Gelso y otros asistentes.
Una duró hasta pasadas las 22:00, probablemente el jueves.
Algunos, a medida que caían sobre la mesa las imputaciones del Pami, creyeron ver en el rostro de Gelso y de Eseverri desazón.
Otros, que estaban (más) sinceramente sorprendidos por lo tratado (que no fue sólo Traumatología, sino que también incluyó el tema del pago de productividad en ésa y varias áreas), salieron con una sola pregunta en su cabeza: “ ¿ Quién maneja el Hospital ? ”.
El viernes Traumatología fue un caos : Mariano les comunicó a Lamberto y a Caputo que Mariel Magrath, su secretaria de confianza, era desplazada a una sala periférica remota, perdida en los límites de la Ciudad.
La discusión fue durísima, sin antecedentes, y los médicos traumatólogos hablaron de celo profesional, puja de intereses y rivalidades.
Pero horas después la titular de Pami, Adriana Capuano, derribó de un plumazo la “sorpresa” oficial.
Públicamente, y no solamente en infoeme.com reveló que el reclamo por los jubilados que no eran operados si no llevaban una prótesis importada tiene años, que viene de la gestión anterior y que todos los funcionarios del Hospital estaban al tanto de lo que sucedía en Traumatología. Con lo cual no sólo es extraño señalar a la secretaria Magrath: también lo es aterrorizarse de Caputo y Lamberto, que eran parte de un sistema consensuado, sea el que fuere.
De todos modos, no es ahora ése el interrogante más terrible que se cierne sobre el caso de la venta de prótesis importadas.
La amarga pregunta que causa escozor es ¿por qué todo esto salta así, ahora, y no antes?.
Para infoeme.com sería agradable decir que la primicia de este medio generó la investigación, pero no es así : la puja llevaba meses y cuando este Diario On Line informó Lamberto y Caputo, por un lado, y Mariano, por otro, ya casi se habían agarrado a las trompadas, unas horas antes.
Todo indica – y esto es lo delicado - que si había un ingreso importante que funcionó de modo consensuado durante mucho tiempo, alguna cosa cambió en la relación entre los actores. Algo. En el trato. En el acuerdo. Algo. O alguien.
Ese interrogante es esencialmente político. Y es el que mayor dificultad le representa al Ejecutivo a la hora de explicarlo.
Para desgracia del oficialismo, no es el único dilema.
Esta semana se fue del staff de Acción Social Alejandra Capriata, una colaboradora central del proyecto que José Eseverri anunció en diciembre, al asumir : el de llevar a los barrios no sólo asistencia y clientelismo, sino también promoción de la calidad de vida, de la creatividad y de las herramientas para salir del círculo vicioso de la pobreza.
Sonaba bien, pero todo indica que Capriata se hartó de los tiempos del Intendente.
La pediatra, y aunque suene algo extraño, había construido una muy buena relación con la difícil Patricia Seijo, su superior en Asuntos Sociales. El problema no fue con ella.
El martes temprano, Capriata tuvo con el mandatario una reunión de tono casi cordial, muy sincero, donde se dijeron cosas crudas, y en la que le dejó sobre el escritorio una renuncia donde están todas las razones de su alejamiento.
Síntesis de todas ellas : en esta gestión, las cosas no se resuelven.
Tal vez el argumento debiera ir entrecomillado, porque no lo sustenta este cronista sino un (ex) funcionario intermedio, muy calificado en la gestión.
Capriata se agregó así a la creciente lista de funcionarios que pegan el portazo porque el Intendente no les atiende el teléfono : “ Monina ” Lospinoso ( Hacienda, se fue porque José nunca le dio una audiencia a solas para hablar de los problemas del área); Alberto Guerra ( Ventanilla Unica, se fue porque se enteró por los medios que el Municipio iba a poner medidores de vientos en el aeródromo, un predio a su cargo ) y ahora la pediatra.
La enumeración de deudas en el ascendente del jefe de Gobierno local sobre sus cuadros intermedios y altos no para allí : esta semana se inicia el tiempo de descuento hacia la sesión del Concejo Deliberante donde – si nadie cambia su voto por presión de última hora - la mitad del recinto, es decir toda la oposición, le pedirá al Intendente que separe del cargo al secretario de Desarrollo Económico, Sebastián Pené, acosado por las denuncias ( penales, civiles, y públicas a través de infoeme.com ) donde se cuestiona su doble rol de gerente de la firma Tamberos Unidos y funcionario del área que debía supervisar a esa firma.
También aquí hubo una dubitación : hace siete días, las voces internas del bloque estaban convencidas del pase a comisión. Hoy, hablan de una defensa basada en apoyo de supuestas constancias documentales del Ejecutivo.
De todas las imputaciones que le hizo en diversos ámbitos el socio de Pené, Julio González, al funcionario ( evasión, insalubridad, facturación doble y con una empresa fantasma, modificación de balances, falta de pago del predio de la empresa y que el propio secretario involucrado debía supervisar, y otros de similar tenor ) el Municipio se ha obsesionado con uno sólo de los hechos : el no cumplimiento de las cuotas del terreno del PIO, donde cree que el Concejo puede pegar con fundamento y pedir la renuncia del funcionario, porque él mismo debía controlar a la empresa de la cual, compartiendo los dos lugares del mostrador, formaba parte.
El hecho de que Tamberos Unidos no pagara en dos años una sola cuota del predio, estando Pené en la Secretaría que debía controlar esos pagos, les aparece como el hecho más grave de todos los que deben despejar para sostener al funcionario.
En esa línea, surgen dos evidencias, que el Gobierno municipal no parece advertir.
Primero, que la falta de pago del predio - aunque los más altos funcionarios del Gobierno admiten que duró dos años y que el último que intimó a Tamberos fue el antecesor de Pené, Alberto Miotti - puede ser el punto más débil ante el Concejo Deliberante, pero no ante la opinión pública local que siguió atentamente el caso a través de infoeme.com, unos de los pocos que cubre el caso.
Y segundo, que en ese fanatismo por cerrar un solo flanco, el Ejecutivo está dispuesto a arriesgar todo su capital político restante en una sola movida, jugadísima, temeraria. Tanto que hace una semana, una altísima funcionaria del Ejecutivo intentó el pago con fecha antedatada del convenio de deuda de Tamberos con el Municipio, exponiéndose a tapar con las manos un sol negro del que hay hasta constancias judiciales, y avanzó en una oficina errónea, hasta que la convencieron de que eso no se puede hacer.
Hasta ese punto ha enloquecido la gestión local.
desde ese punto, casi infinito de tan lejano, deberá intentar el regreso al terreno de la sensatez en la gobernabilidad.

Fuente: por Marcelo Oliván - Infoeme.com. (PUNTO CERO-Infoazuldiario).

1 comentario:

Anónimo dijo...

que pasó con todo esto??se continúo la investigación? o quedó como siempre todo en la nada??...que yo sepa los mencionados siguen en sus cargos y con la misma metodología