Hace tiempo que Sergio Massa le genera a Néstor Kirchner una profunda desconfianza. No es novedad. Pero ahora, que la campaña bonaerense esta peleada como nunca y el ex presidente se juega todo su capital político, los habituales zigzagueos del jefe de Gabinete, ya no son motivo de broma.
En la residencia de Olivos –virtual comando de campaña oficialista-, la indignación de Kirchner hacia el jefe de Gabinete de su esposa está alcanzando niveles de escándalo. Al parecer, el ex presidente descubrió que Massa lo “borró” de la campaña en el Tigre y concentra el intenso despliegue mediático y de recursos políticos que esta destinando a esta elección –con el soporte logístico que le brinda la Jefatura de Gabinete-, exclusivamente en apuntalar la lista de concejales que encabeza su mujer, Malena Galmarini de Massa. Casi como si se tratara de un partido vecinalista.
El curioso comportamiento del jefe de Gabinete se vincularía con el rechazo que, según la visión que le atribuyen, causaría Néstor Kirchner en el electorado de Tigre, un municipio que por su composición social se acerca al perfil sociológico de los porteños.
“Es una locura lo que hace Sergio, se quiere despegar de Kirchner, lo ignora en la campaña y él mismo va de cuarto candidato a diputado nacional”, afirman con furia en la Casa Rosada.Otros candidatos, otros enojos.
Como anticipó La Política Online, el mismo reclamo le cabe al intendente de La Plata, Pablo Bruera, quien no sólo se negó a ser candidato “testimonial” pese a las intensas presiones que sufrió del kirchnerismo, sino que ahora lleva adelante una campaña de tono vecinal, al estilo de Massa en Tigre.
Bajo el lema “Decile Sí a La Plata”, Bruera despliega en la capital provincial –que estaría siendo ideada por un grupo brasileño cercano a Duda Mendonça, el ex publicista de Lula Da Silva, Eduardo Duhalde y Juan Manuel de La Sota–, que en los volantes sólo incluye a su hermano Gabriel, candidato a diputado provincial y a Teresa Razzari, candidata a primera concejal. O sea, ninguna difusión para las candidaturas de Néstor Kircher y Daniel Scioli.
Gabriel Bruera fue además, como indican los propios volantes naranjas y verdes –los colores de la impronta del intendente–, uno de los principales organizadores del vecinalista Frente Renovador Platense, siempre ajeno al kirchnerismo, y Teresa Razzari directamente pertenece al partido Progreso Social y como ha dicho en reiteradas a ocasiones a este medio, no es peronista y nunca lo será.
Misma indignación que en el kirchnerismo despliegan contra Cristian Breitenstein el intendente de Bahía Blanca, otro de los que rechazó la postulación testimonial, y que hoy se mostró todo sonrisas junto a Cristina Kirchner, con una alegría que no parece compartir el marido de la Presidenta.
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