miércoles, julio 01, 2009

Sigue en descenso el Índice de Confianza en el Sistema Financiero

(Empresas News). Experimentó en mayo una merma del 2,2%, según un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano. El retroceso refleja la caída en volumen de los depósitos a plazo fijo, tanto en pesos como en dólares.
El último Índice de Confianza en el Sistema Financiero (ICSF), que elabora el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, el cual experimentó en mayo una merma del 2,2%. Sin embargo, con respecto a un año atrás, se ubicó un 5,3% por encima del guarismo registrado en igual mes de 2008.
El director del CENE, Víctor Beker, explicó que el retroceso verificado en mayo refleja la caída en el volumen de depósitos a plazo fijo en la Argentina, tanto en pesos como en dólares. Lo llamativo es el retroceso de los depósitos denominados en la divisa estadounidense, que ocurre por primera vez desde junio pasado, al concluir la crisis con el campo. Ello estaría reflejando una incipiente desconfianza de los ahorristas a partir de distintas versiones que circularon con respecto al futuro del sistema financiero, concluyó Beker.
El ICSF se construye dividiendo el monto de depósitos a plazo fijo del sector privado por el de la base monetaria. Se adoptó como valor 100 el que tuvo el índice en el año 1996, considerando el total de plazos fijos en pesos y en dólares.

El temor electoral
La merma reseñada habría tenido su origen en el temor electoral, que acicateó la fuga del sistema hasta de los depósitos en dólares. La compra de dólares siempre fue el deporte favorito de los argentinos en tiempos de turbulencia y su búsqueda como refugio no sólo alimentó la salida de capitales sino que también incentivó las colocaciones a plazo fijo en moneda extranjera. Sin embargo, estas últimas también parecen haber sufrido este año los embates de la incertidumbre pre-electoral.
En marzo, los depósitos en dólares fueron ganando terreno a las imposiciones en moneda local y llegaron a registrar un pico en su crecimiento del 7% mensual, mientras que los depósitos en pesos perdían el 2,2%. Para mayo de 2009 representaban el 26%, mientras un año atrás explicaban sólo el 18 por ciento. Sin embargo, ese crecimiento se vio interrumpido desde un mes antes de los comicios del 28 de junio, quedando como rehenes de la incertidumbre. En mayo ya cayeron un 1,8%, tras haberse desacelerado en abril a un 2,2% mensual.
El golpe fuerte lo recibieron los depósitos a 90 días. La gente no renovó las posiciones que vencían en mayo y el stock cayó 8,8%. En tanto, los de vencimientos hasta 60 días resistieron débilmente y apenas aumentaron un 0,5 por ciento.
La gente ha evitado tener fondos en sus cuentas y -según especialistas- demandó, en el mejor de los casos, la cantidad exacta de dinero para mantener constante el número de transacciones. No obstante, los inversores continuaron con la dolarización, aunque mediante la compra de billetes. Y gran parte de los mismos encontraron un solo destino, las cajas de seguridad.
Estos signos, anteriores a las elecciones legislativas, fueron de estancamiento e incertidumbre en el sistema financiero y de la falta de certezas sobre las decisiones que tomarían los bancos y sus clientes tras conocerse el resultado de los comicios. Tampoco crecieron los créditos.
Las tasas se mantuvieron estables pero altas, de modo que los potenciales tomadores de préstamos no efectuaron solicitudes y las entidades trataron de no prestar a los "riesgosos" sino de acumular liquidez.

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