lunes, octubre 05, 2009

Microcréditos para reparar viviendas, con buen ritmo. Por Sofía Wachler.

(Asteriscos Tv). Pobreza y vivienda, dos factores indisolublemente juntos que no paran de crecer en la Argentina.
En 1974, la pobreza alcanzaba el 6% y la cantidad de gente que trabajaba en negro llegaba al 20% de la población económicamente activa.

Actualmente, el porcentaje de pobres se multiplicó por seis, mientras que la cantidad de trabajadores no registrados se duplicaron. Y el déficit de viviendas, pese a los planes oficiales siguió creciendo a valores exponenciales.

En este contexto es doblemente meritoria la tarea encarada por la Fundación Pro Vivienda Social (FPVS), entidad creada en 1994 con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los barrios menos favorecidos del Gran Buenos Aires.

“Nos dimos cuenta que el Gran Buenos Aires había crecido porque la propia gente había empezado a hacer sus casas en lotes que encontraban sin tener ningún mecanismo de financiamiento y les propusimos revertir este crecimiento”, dijo Raúl Zavalía Lagos, Director Ejecutivo de la FPVS en el Comité de Infraestructura y Real Estate de la Cámara Americana (AMCHAM).

“Hoy trabajamos con 8500 familias que pueden disfrutar de gas natural, cuyo ingreso promedio es de $ 1.000 y viven hace más de 16 años, en promedio, en Moreno”, añadió.

Con entusiasmo desbordante, Zavalía Lagos quien dejó su carrera de Matemático para dedicarse de lleno al “microcrédito” y a sus mejores aplicaciones, comentó los esfuerzos para lograrlo. En Harvard han tomado el trabajo de la Fundación como un “leading case”, una indiscutible señal de su potencial.

En sus comienzos la Fundación había aplicado con éxito un programa de microcréditos que permitía a miles de familias de escasos recursos mejorar las condiciones de sus viviendas.

Luego de de la crisis del 2001, frente a la imposibilidad de continuarlo, la Fundación desarrolló su capacidad institucional para implementar una estrategia innovadora con el propósito de proveer conexiones de gas natural accesibles a los hogares de comunidades pobres, construyendo tuberías de gas natural.

Este proyecto les generó a las familias un gran ahorro por sustitución de combustible, pero fundamentalmente les aumentó el valor de su propiedad. Además de financiamiento y acceso a los materiales, a precios mayoristas, a las familias se les brinda un servicio de construcción de primera calidad realizado por mano de obra de la zona y capacitada por la empresa para tal fin.

“No fue nada fácil al principio explicar que se puede revertir la ecuación de la pobreza, pero les hicimos tomar conciencia a quienes, además de pobres, se percibían como tales, que organizados, pueden ser millonarios”, afirmó Zavalía Lagos aclarando que “con un aporte mínimo 2000 personas juntan más de dos millones de pesos mensuales“.

FPVS aplicó este programa en cinco barrios, en la zona del Cuartel V del partido de Moreno que implicaron una inversión de 5,3 millones de pesos financiados por Foncap y el Banco Mundial y se ejecutaron 70.000 metros de red externa.

Actualmente, la FPVS tiene un Programa de Mejoramiento Habitacional, un Programa de Mejoramiento Progresivo de Baños y Cocinas y un Programa de Gasificación integral, además de haber creado un Observatorio de Desarrollo Barrial con la Universidad Di Tella.

Zavalía Lagos manifestó que “ estamos trabajando en un proyecto junto a Gas Natural Ban y el BID y como garante la Sociedad de Garantías Recíprocas de Acindar, para dotar de gas a 10.000 familias en los próximos 4 años”.

La baja morosidad de la cartera de microcrédito del 2% ha hecho eco en entidades bancarias como el Supervielle para financiar algunos proyectos con planes de hasta 72 cuotas.

“La nueva meta de la Fundación Pro Vivienda Social es sumar donantes que aporten, por ejemplo, una cuota mensual para incrementar el fondo que financia obras de infraestructura”, finalizó.

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