miércoles, febrero 03, 2010

Mercedes: Reiterada fumigación en las vías del ex Sarmiento.




En casi todo el tramo entre Mercedes y Luján se ha quemado con químicos la flora autóctona y existente. El uso de glifosato había sido señalado en 2009 y la Defensoría del Pueblo había conminado a la empresa TBA a no hacerlo más.
Luego de que hace muy pocos meses la empresa Trenes de Buenos Aires, concesionaria del Ferrocarril Sarmiento, haya sido conminada a dejar de arrojar agroquímicos en las vías para desmalezar, nuevamente se ve el tramo y los alrededores del recorrido entre Mercedes y Jáuregui quemados, tal cual si hubieran sido fumigados. En la estación de Mercedes y en la de Luján se cuidaron de no hacerlo. La fumigación para desmalezar es una práctica que lamentablemente se está volviendo habitual en este y otros espacios no sólo ferroviarios sino viales. Químicos como el glifosato –usado para la fumigación de las semillas transgénicas, como las de soja, maíz, alfalfa y otras en la Argentina– son esparcidos de esta manera sobre las casas de los vecinos que viven junto a las vías, y alteran de manera notoria el paisaje, matando a toda especie a su paso.
En el año 2009 la Defensoría del Pueblo había conminado a la empresa Trenes de Buenos Aires que deje de usar glifosato en las vías. Esta práctica de arrojar herbicidas contaminantes para el desmalezamiento también se había observado en Mercedes, pero la denuncia original había sido de un vecino de Vicente López, que manifestaba sufrir frecuente irritación de ojos, nariz y piel. Por ese entonces también tomaba intervención la Comisión Nacional de Regulación de Transporte, por la “contaminación en la salud y el riesgo que ocasiona tal práctica”
“La aplicación constante en las vías férreas en áreas urbanas densamente pobladas dejaría así indefensos a cientos de miles de vecinos que viven junto a dichas vías que ven amenazados su salud y la degradación y contaminación de su medio ambiente”, señalaba la Defensoría por entonces.
Pero por estos días, las prácticas de fumigación en el tramo de vías complota contra la fauna y flora nativa, sumándose a las cientos de hectáreas con transgénicos que hay en la zona comprendida entre las estaciones de Mercedes y las de Luján.
Se sabe que Trenes de Buenos Aires contrataba a una empresa que hacía el trabajo. En Mercedes la zona quemada arranca poco después de la estación, a unas cuadras. Se presume que no tiran en las estaciones de mayor importancia para no oír reclamos, como los que han tenido por parte de vecinos que son conscientes del daño ambiental que se infringe, con “matayuyos” que no son para nada sanos.
Equipados con equipos de mochila manuales, vestidos de blanco, los fumigadores están arrasando también en el corredor del ferrocarril Sarmiento con toda la vida existente en el mismo.
Según un informe del Grupo de Reflexión Rural, la patología aguda proveniente de la deriva de agroquímicos “no es fácil de soslayar, especialmente cuando involucra a comunidades y amplio número de trabajadores rurales. Pero la mayoría de consecuencias de la deriva de pesticidas es silenciosa, y desconocida para el público general. La mayoría de exposiciones a partir de deriva proviene del uso legal de pesticidas que no resulta en enfermedad aparente, conduciendo a falsas presunciones de seguridad. Los problemas de salud más preocupantes son efectos de largo plazo que no se evidencian hasta luego de meses o años –demasiado tarde como para identificar la fuente o hacer algo respecto de la exposición. Estos efectos crónicos incluyen el cáncer en niños y adultos, y problemas reproductivos y neurológicos, entre otros”. (Fuente: Noticias Mercedinas)

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