jueves, julio 15, 2010

San Miguel. El Larcade suma nuevos equipos

El Hospital Municipal Raúl F. Larcade incorporó nueva aparatología. Así se eleva el nivel de complejidad en la atención. Entre otras cosas, se adquirió un ergómetro computarizado y un holter para un mejor diagnóstico cardíaco.
El mes pasado, el Hospital Municipal Raúl F. Larcade adquirió, a través de la cuenta FOS (Fondo de Obras Sociales), un holter, un ergómetro y un ergómetro computarizado. El hospital no contaba hasta el momento con estos dispositivos, ideales para diagnosticar problemas cardiológicos. “Se utilizan para pacientes que hayan tenido infartos, para chequear su estado, o para gente con problemas cardiológicos, para ver si tienen alguna insuficiencia y necesitan algún tratamiento”, explicó José Luis Güemes, Director Asociado del Hospital Larcade.
A lo largo del mes, operadores idóneos capacitaron al personal del hospital en el manejo del software del ergómetro. Con este aparato, se podrá hacer un diagnóstico, de acuerdo al registro del electrocardiograma, durante un esfuerzo controlado. Para ello, se le coloca al paciente unos electrodos adhesivos en el tórax, se lo conecta al equipo y debe andar o correr sobre un tapiz rodante o bicicleta estática. La bicicleta fija para el ergómetro también fue adquirida.
En tanto, el holter mide durante 24 horas el ritmo cardíaco, a diferencia del electrocardiograma, que chequea un minuto. “Eso hace que sea más sencillo diagnosticar”, sostuvo Güemes.

Más adquisiciones
Por parte del Ministerio de Salud llegaron cuatro luminoterapias, dos servocunas de cuidados intensivos, dos incubadoras de cuidados intermedios, ocho bombas de infusión de jeringas, ocho bombas de infusión volumétrica, dos resucitadores neonatales manuales, ocho oxímetros y ocho saturómetros.
Además, desde la cuenta FOS y el Plan Nacer, se recibieron un respirador de adultos, ventilador, acondicionadores de aire y otros inmuebles, reposeras para maternidad, cinco monitores multiparamétricos, tres bombas de infusión y un respirador de transporte para ambulancia.
“En neonatología, prácticamente se trajo toda la aparatología nueva. Se dejaron algunas de las antiguas que se podían reutilizar, como repuesto”, comentó Güemes. En oncología, dos bombas de infusión para el tratamiento; en la Guardia , monitores, respirador, diez camillas nuevas, cinco biombos, 16 camillas de observación con colchones, almohadas y mesitas de luz, cuatro mesas de curaciones, 13 pies de sueros, una silla de ruedas, un cardiodesfibrilador y muebles para enfermería. En terapia, cinco monitores nuevos y un respirador. En quirófano, otro monitor multiparamétrico. En clínica de mujeres, un oxímetro y un videoendoscopio para gastroenterología.

Obras
Entre otras cosas, la Guardia fue totalmente remodelada. “La sala de espera se dividió en adultos y pediatrías, porque son patologías diferentes, y mezclar niños con adultos era más complicado”, argumentó José Luis Güemes y agregó: “Se está haciendo a nuevo la maternidad, la parte de internación. Se trajo una ambulancia de terapia neonatológica, a la que se le adaptó una camilla para que esté preparada también para adultos. Lo siguiente que se va a hacer es imágenes. Ya está comprado el tomógrafo, y en un par de meses llegará.”

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