miércoles, junio 22, 2011

Internas obligatorias, rumores e interrogantes. Por MARIANO PÉREZ DE EULATE

Mientras se esperan definiciones cruciales en el oficialismo y la oposición vinculadas a los nombres de los candidatos para octubre, un insistente rumor recorre el espinel político desde hace unos diez días. La especie dice que, en el más estricto hermetismo, referentes de la oposición y hasta del oficialismo han empezado a sondear la posibilidad de alcanzar un consenso parlamentario, que resultaría inédito, con el objetivo de evitar las elecciones primarias obligatorias y simultáneas que todos los partidos deberán afrontar el próximo 14 de agosto.
Como sucede en estos casos, las versiones que se dejan trascender son interesadas. No obstante, tienen cierta lógica si se tiene en cuenta que, de no haber grandes sorpresas, el test obligatorio de agosto terminará siendo un trámite ficticio para los ciudadanos de a pie y un engorroso y costoso mecanismo de validación para los partidos políticos.
El propio oficialismo atentó contra la lógica inicial de las P.A.S.O (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) cuando habilitó las llamadas "Listas de Adhesión", que no son otra cosa que las célebres colectoras con un nombre menos maldito.
Si alguien pensó que en esas primarias iba a poder elegir entre dos o más opciones de una misma fuerza política la pifió de lo lindo. En los hechos, las listas de adhesión licuarán la posibilidad de internas para los cargos importantes en casi todos los distritos del país. Puede haber casos aislados (¿o un solitario Mario Ishii no sigue diciendo que irá a internas con Daniel Scioli?), pero nadie va a dar la pelea por adentro si puede adherir por afuera.
Eso sí, las P.A.S.O quedaron como una suerte de examen para las fuerzas políticas en todos sus niveles. Es que en ese comicio, más allá de que no compitan líneas internas entre sí, el partido que no obtenga al menos el 1,5% de los votos válidos totales por categoría no podrá presentar candidatos de ese ítem en la elección general del octubre. Este capítulo de la ley fue, en su momento, muy resistido por los partidos más pequeños.
Eso va a obligar a las fuerzas políticas a pensar la primaria con una lógica igual a lo que sería una elección general. Incluyendo la movilización de militantes, con el costo que eso supone.

UN "RUN RUN"
Voces opositoras como las de Margarita Stolbizer a nivel provincial o la de Ricardo Alfonsín a nivel nacional, han advertido sobre un "run run" en este sentido. Circula un rumor según el cual el PRO de Mauricio Macri sería uno de los más interesados en buscar una suspensión o al menos una reformulación de la ley vigente, surgida de una pomposa reforma electoral de fines de 2009.
Esto sería así porque el macrismo, acotado a expresiones distritales como en la Ciudad de Buenos Aires o en la provincia de Santa Fe, está muy interesado en sellar una alianza nacional con Eduardo Duhalde para enfrentar al kirchnerismo. Duhalde, claro, querría lo mismo, convencido de que en julio el alcalde porteño ganará la elección local y eso supondría un envión a su candidatura presidencial.
Hoy no pueden hacerlo. El plazo para hacer esas alianzas venció el último miércoles 15. Según la ley vigente, si no se hicieron las alianzas ese día no pueden sellarse luego de la interna de agosto. ¿Por qué, pues, macrismo y duhaldismo no se juntaron antes del vencimiento del plazo? Se le atribuye a Macri una explicación incómoda y contundente: una foto con Duhalde ahora podría restarle votos en su distrito, donde el bonaerense tiene baja imagen positiva.

CUESTION DE TIEMPOS
Volvamos a los plazos. Una de las versiones dice que la oposición tal vez apunte a realizar una presentación judicial contra esos artículos puntuales de las ley electoral. O sea: no buscarían voltear toda la interna sino el impedimento para sellar alianzas posteriores a la misma. Suena dificilísimo porque sería un cambio de reglas de juego muy sobre la marcha. Pero también es verdad que la realidad argentina ha dado sobradas muestras de lo gelatinosas que pueden ser, a veces, las pautas prefijadas.
Lo dicho: Macri y Duhalde lo aplaudirían. Si no sale, por las dudas, en varios distritos y en tiempo y forma, el macrismo evidenció su voluntad de adherir luego a la candidatura del lomense. Referentes radicales y de la Coalición Cívica también estarían al tanto de la rebuscada idea.
¿Y en el oficialismo? Hay dos líneas de análisis, siempre sobre la certeza de que Cristina Kirchner será la candidata presidencial del Frente para la Victoria.
Una dice que las P.A.S.O serán para la Presidenta un verdadero desafío. El motivo: instalada la tesis K de que Cristina "gana caminando", el 14 de agosto (se recuerda: día de votación obligatoria) ella debería demostrar que es respaldada por un alto porcentaje de votantes como para ganar sin ballotage en octubre.
La otra línea de análisis es la inversa, el espejo. ¿Qué pasa si los resultados de las primarias, convertidas en una suerte de elección general, no son tan favorables a Cristina? ¿Eso no podría causar cierto desgaste de su postulación para octubre? Si se piensa así, reviste cierta lógica decir que a CFK le convendría que se caigan las P.A.S.O, al menos a nivel nacional.
Como sea, lo seguro es que en agosto el oficialismo procurará tener aceitadísimo su poder de movilización. Si nada cambia, probablemente la oposición se vea obligada a lo mismo. Hasta anoche, en el PJ se trabajaba sobre la tesis de que la primaria se hace. Nada de insinuaciones sobre suspensión. La sede partidaria nacional de Matheu 130 ya es el centro de operaciones de apoderados y estrategas. Allí, ayer aseguraban que la orden presidencial es respetar la ley vigente. (El Día).

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