jueves, octubre 27, 2011

NO SE FRENA LA PRESIÓN SOBRE EL DÓLAR. El BCRA debió vender 170 millones de dólares.

La pulseada del Banco Central con el mercado cambiario continuó este jueves, cuando la autoridad monetaria debió reiterar la venta de dólares para evitar una suba de la divisa estadounidense.
De esta forma, la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont perdió unos 600 millones de dólares desde el lunes último.
El BCRA pudo detener la suba y consiguió que el dólar repitiera la cotización de los últimos días: 4,22 pesos comprador y 4,26 vendedor.
A raíz específicamente de esta actividad del Banco Central, las reservas muestran un descenso de más de US$ 4000 millones desde julio.
El gobierno ha recurrido a una práctica habitual en la Argentina desde hace décadas en épocas de tensión cambiaria: inspecciones de AFIP, UIF y BCRA en casas de cambio y requerir a las entidades que informen sobre las órdenes de clientes para comprar dólares.
Pero, en opinión de algunos cambistas, cuanto más se limite la actividad, más amplia se volverá la brecha del tipo de cambio marginal con el oficial; y esto significa un mayor aliciente para la fuga de dólares.

Demanda que no cesa
La demanda de dólares en el mercado informal no ha descendido a pesar de los nuevos operativos implementados por el BCRA y la AFIP en casas de cambio, agencias y nichos de venta informal.
Entre el miércoles y jueves, los inspectores del organismo recaudador intensificaron su accionar contra las denominadas "cuevas" o comercios que, bajo la fachada de joyerías, tiendas de numismática o locutorios, operan en el mercado negro.
Los compradores continúan comprando, y si el lunes el dólar negro se vendía a $4,55, en lo que va de la semana escaló 8 centavos y ya se vende $4,63 en el microcentro porteño, aunque de un modo bastante más solapado según consignan hoy medios de prensa.
Los operativos de la AFIP tuvieron lugar este jueves en la peatonal Florida, donde los "arbolitos financieros", cambistas callejeros que habitualmente ofrecen comprar y vender dólares, euros y reales, habían prácticamente desaparecido y los pocos que se animaban a vender, pedían $4,63 por dólar.

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