sábado, febrero 04, 2012

DIPUTADOS DEL FAP CONMEMORAN EL CENTENARIO DE LA LEY SAENZ PEÑA

A través de sendas iniciativas parlamentaria, el titular del Bloque de diputados provinciales del FAP, Marcelo Díaz, propuso conmemorar el centenario de la Ley 8871, conocida popularmente como Ley Sáenz Peña, la que fue sancionada el 10 de febrero de 1912, y que “estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio, lo que implicó el fin del fraude y un notable avance hacia la democracia en el país”.
En ese orden, también instó a la Dirección General de Cultura y Educación, a que “disponga para este ciclo lectivo la realización de clases alusivas al centenario de la Ley de Marras, que fue la que terminó dando la posibilidad de expresión de los sectores políticos opositores que habían sido marginados del sistema por los gobiernos conservadores”.
En los fundamentos de los proyectos que ya cuentan con estado parlamentario, el diputado Díaz advirtió que “la Constitución Nacional de 1853 dejó un importante vacío jurídico en lo referente al sistema electoral, que fue parcialmente cubierto por la Ley 140 de 1857. El voto era masculino y cantado”.
“La emisión del voto a viva voz o voto cantado – agregó el legislador lomense - podía provocarle graves inconvenientes al votante que iban desde la pérdida de su empleo o la pérdida de la propia vida si su voto no coincidía con el del caudillo que dominaba su circuito electoral. Sin dudas, rigió por aquellos años (1857-1912) un fraude que en algunos casos resultaba escandaloso”.
“Los días de elecciones – reseño Díaz - los gobernantes de turno hacían valer las libretas de los muertos, compraban votos, quemaban urnas y falsificaban padrones. Así demostraba la clase dominante su desprecio por la democracia real y su concepción de que eran los únicos con derecho a gobernar un país al que consideraban una propiedad”.
“Electo presidente a mediados de 1910, Roque Sáenz Peña, días antes de asumir el cargo, obtuvo una entrevista con Hipólito Yrigoyen, quién asumió el compromiso de desistir de la vía revolucionaria en tanto se sancionara una ley electoral que garantizara la pureza y masividad del sufragio. Sáenz Peña cumplió su compromiso al enviar al Honorable Congreso el proyecto de ley”.
Sancionada la iniciativa, la nueva ley electoral fue un hito significativo para garantizar la limpieza y liber­tad de sufragio. En ella se determinó la confección de un nuevo padrón electoral sobre la base de los listados de enrolamiento militar, y el voto secreto y obligatorio para todos los ciudadanos varones mayores de 18 años permitía la fiscalización y definía con cierta casuística cómo debían ser los denominados “cuartos oscuros”.
La primera aplicación de esta nueva ley fue en la elección de candidatos a gobernador en la provincia de Santa Fe, en marzo de 1912, a las que acudió el radicalismo levantando su política abstencionista frente a las nuevas garantías prometidas y aseguradas por el presidente Sáenz Peña, y en la que triunfó la fórmula integrada por Manuel Menchaca y Ricardo Caballero.
Posteriormente, sería aplicada en la provincia de En­tre Ríos en 1914, para serlo a nivel nacional en 1916 y permitir el acceso a la presidencia de la Nación de Hipólito Yrigoyen.
“Poner fin a esta ignominia – finalizó Díaz -, la hace merecedora de esta conmemoración, pero fundamentalmente para que las nuevas generaciones, las que hoy disfrutan de un sistema electoral que podrá ser perfectible, pero que nadie discute que es inclusivo, sepan que no siempre fue así y que muchas personas dieron su vida para que hoy tengamos una democracia consolidada y representativa”.-

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