sábado, febrero 11, 2012

Luján: Estuvo un mes internado y al regresar a su casa le habían robado.

Fabio Valenzuela sufrió quemadura de tercer grado en el 28 por ciento del cuerpo. Estuvo en coma y en terapia intensiva durante un mes en La Plata. Cuando regresó a su casa le habían robado. Su mujer está embarazada y no tienen ni para alimentarse.
Hasta el 11 de diciembre Fabio Valenzuela trabajó siete meses bajo relación de dependencia pero de manera informal como ayudante de albañilería. Con lo que cobraba en negro, al menos, le alcanzaba para proyectar un futuro junto a su joven pareja embarazada hoy de 5 meses. Una tarde se encontraba colocando una membrana en un techo cuando la llama del soplete que manipulaba tomó contacto con un bidón de nafta que sus compañeros utilizaban a pocos metros para desarrollar otras tareas en una pared. La combustión fue instantánea. Las huellas del fuego en su cuerpo permanecerán por siempre.
Fabio recuerda haberse arrojado al piso y revolcarse en la tierra para apagar sus ropas y extremidades tomadas por las llamas. Rápidamente los Bomberos lo llevaron al Hospital y una hora más tarde fue trasladado de urgencia a un Hospital en La Plata para pacientes quemados. En total, sufrió quemaduras de tercer grado en el 28% de su cuerpo. Con 23 años y un hijo en camino, quedó imposibilitado para realizar trabajos pesados por al menos dos años. A su empleador, nunca más volvió a verlo. Valenzuela piensa que el hombre se borró por temor a que le iniciara una demanda penal, cuando en realidad lo único que pretendía era encontrarlo con la ilusión de que lo ayudara económicamente hasta superar este mal momento. Sin embargo, quedó desamparado de todo. "Estoy, como se dice, me siento discapacitado, inútil e inservible", resumió, y agregó: "Cuando trabajaba estaba muy bien, tenía planes para el futuro de ella y de mi hijo pero después del accidente me quise matar. No pensé que iba a ser para tanto. Cuando estaba por salir del Hospital y me dijeron los médicos que no podía laburar por dos años no lo podía creer. Por dos años no puedo estar al sol, tengo que estar a la sombra, no puedo hacer fuerza y necesitaría tener ropa blanca".
Pero la desgracia lejos está de pasar al olvido. Como si todo esto no fuese suficiente, cuando regresó a su humilde vivienda en el sector más postergado del barrio Villa del Parque descubrió que le habían robado lo poco que tenía.

SIN NADA
Sin cobertura social de ningún tipo y con una mínima ayuda de parte del Municipio, Valenzuela se acercó a EL CIVISMO para dar a conocer su situación con la esperanza de que alguien le pueda tender una mano en este difícil momento que le toca vivir.
Fabio estuvo internado más de un mes. Primero superó una semana en coma, luego en terapia intensiva, posteriormente fue pasado a una sala común hasta que ser dado de alta el 14 de enero. Brenda Luna, su mujer, no lo dejó un segundo. Pero esto tuvo su lado negativo: la casa quedó sola, algo demasiado tentador para los amigos de lo ajeno. A pesar de que algunos muebles quedaron en custodia de un vecino, el resto se lo robaron rapiñeros a los que no les importó sacar tajada de la desgracia ajena.
Al llegar, estaban los pastos crecidos hasta la rodilla y en la casa faltaba la cocina, la cama y otros objetos. "Todo el barrio sabía que la casa iba a quedar sola porque como me había prendido fuego no iba a estar por un largo tiempo, pero ahora nadie vio nada", dijeron Fabio y Brenda.
Humilde al extremo, en el quincho no había nada de mucho valor. "Tenía lo esencial: la cocina, la cama, las frazadas y el colchón de dos plazas", relató Fabio. "La tele, el ventilador y la garrafa la pude meter en la casa de un vecino porque estaba segura que se la iban a llevar, pero todo no podía llevarme", agregó Brenda.
Cada 15 días Valenzuela debe viajar a La Plata para que le efectúen curaciones. A su condición de quemado se le suma la seria posibilidad de contraer una infección. El piso de tierra y la ausencia de mínimas condiciones de higiene no ayudan en lo más mínimo a una recuperación como merece un paciente de estas características.

COMER SALTEADO
Sin posibilidades de trabajar y con su mujer embarazada, están en un callejón sin salida. "Fuimos a la Municipalidad, a Desarrollo Humano, pero dicen que no tienen, que no pueden, que el intendente tiene muchos problemas. Pedimos más de 5 audiencia con el intendente pero nos dicen que no nos puede atender. Entonces para qué miércoles subió a la Intendencia si no nos va a ayudar. No estamos pidiendo una casa de lujo sino una ayuda, nada más", dijo Brenda. Esa ayuda implica contar con una cama, un colchón y ropa para el varoncito que en junio está previsto que nazca. "Todo sirve", agregó la joven de 17 años.
Lo poco que reciben del Municipio es a través de la Subsecretaría de Políticas Sociales y consta de un bolsón de mercadería que cada 15 días tiene dos paquetes de fideo, un kilo de leche en polvo, una lata de puré de tomate y vales para comprar carne y verdura.
"Un día cocinamos en lo de un vecino y al otro día en lo de otro vecino pero a mí no me da más la cara. Yo quiero ganármelo por mi cuenta pero por dos años no puedo trabajar y necesito que me ayuden", acotó Fabio. "A mí me da vergüenza. Yo trabajaría pero embarazada nadie me toma", confesó Brenda, y añadió: "Yo me cago de hambre porque no me alimento. Estoy con re bajo peso, con cinco meses de embarazo no peso ni 45 kilos. Cuando nazca el bebé, saldré a trabajar y él cuidará al bebé".
"No comemos todos días porque a veces los vecinos no nos dejan cocinar porque conseguimos tarde la plata y tenemos que esperar al otro día", contó Fabio, el mayor de cuatro hermanos, todos menores de edad. "Encima no tenemos ayuda de nuestros padres", apuntó Brenda.

Ayuda urgente se necesita
Fabio y Brenda viven en un quincho con piso de tierra, sin baño, revestido con chapas de fibro-cemento y una puerta apuntalada con palos. Está ubicado en calle Corrientes y Misiones del barrio Villa del Parque. La zona, de difícil acceso, queda cerca de la planta hormigonera y rodeada por un conjunto de precarias casas construidas con cartones, chapas, madera, nylon y materiales de descarte. Quien pueda brindar ayuda puede comunicarse al 011-15-3346-0640. (El Civismo).

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