martes, agosto 14, 2012

Mariana Gasali: «tengo una personalidad muy fuerte... Y agradezco siempre... siempre... siempre...

En el programa Watani Programa Radial, que se emite por F.M. Flores, 90.7 Mghz., dedicado a la comunidad libanesa, que conduce Ronald Hamdan, en la noche del lunes 13 de agosto, estuvo invitada la cantante Marina Gasali, que habló de todo, sin reservas, sin guardarse nada, en una charla realmente imperdible, en lo que fue un programa, entretenido, ameno y donde el tiempo paso raudo y veloz. 
Con un lenguaje ameno, llano, simple, es otra de las grandes artistas que no se le suben los humos a la cabeza, por eso crece, crece y trasciende las fronteras de su comunidad. Entre muchas otras cosas se expreso lo siguiente:
Periodista: -Mariana... ¿Cuándo empezaste a cantar?-
Mariana Gasali: -En el año 2005, 14 de mayo de 2005, fue un antes y un después en mi vida. Ese día me presentaron formalmente como cantante.-
P.: -¿Cómo empezaste a cantar?-
M. G.: -Cantaba, porque me gustaba cantar. De chica era de bailar, bailar, siempre bailar y cuando fui creciendo se me dio que me gustaba cantar... Estaba todo el tiempo escuchando música y cantaba y cantaba. Como siempre fui muy militante de la colectividad, me conocían mucho y entre los tantos noches que iba a un restaurant muy conocido... Mundo Árabe, que existía en ese momento, en Salguero y Córdoba. Me plantean cantar profesionalmente y digo no, yo no estudie canto, pero y me largue y no pare... Se empezaron a abrir puertas y ahí trabajo desde mayo, hasta diciembre de ese año.-
P.: -¿Sos argentina?-
M. G.: -Argentina, nieta de sirios. Después que empecé, me dijeron... Toma clases de canto para no perjudicarte la voz.
Antes de dedicarme a cantar, estuve operada de las cuerdas vocales, porque tenía polinodulismo en las cuerdas vocales, me había quedado muda y me tuvieron que extirpar todos los nódulos. Después se me da por cantar y todos me dijeron, como ya estas operada, toma clases de canto para no perjudicar las cuerdas.
Fui con Rodolfo vals, que es un genio y al poco tiempo me dijo, lo tuyo es lo árabe... Yo te quiero llevar por otros lados pero no hay caso, es nato, seguí así, sino te da el alma.... Porque la verdad... Yo canto con el alma. No es que no me guste cantar otra cosa, pero no me nace, no me sale de las entrañas.-
P.: -¿El árabe, lo hablabas de chiquita?-
M. G.: -Si, en casa y ahora todo lo que puedo hablar en árabe trato de hacerlo, para no perderlo. Tengo familiares en Siria por parte de mi mamá.
P.: -¿Sos muy exigente o los hombres están ciegos?-
M. G.: -No, los hombres están muy cobardes, porque tengo una personalidad muy fuerte, entonces, el que es cobarde se espanta.
P.: -¿Qué se viene?-
M. G.: -El 6 de setiembre, a las 21 horas tengo mi recital en el complejo La Plaza, en el Espacio Colette, con la orquesta del maestro Mario Kirlis.-
P.: -¿Porqué no cantas en un restaurante?-
M. G.: -Ya cante, ya la pase, como todo, uno paga su derecho de piso. Cante del 2005 al 2009. Estuve en Mundo Árabe y después en Shark. Lo que pasa, es que la noche es muy cansadora; uno vive a contrareloj. Trabaje muchos años de noche. Cante todos los ritmos, uno se altera, no se descansa bien, se altera la voz y me costaba la vida... Me empezó a salir mucho trabajo, gracias a Dios, entonces elegí y dije me quedo con los eventos y dejo la noche.
Es diferente, uno en el restaurante adquiere el oficio, no obstante, me encantaría cantar todos los días, sería la mujer más feliz del planeta; no se cantar sola en mi casa... Necesito gente, necesito la orquesta, me gusta el desafío, lo dificil, no lo fácil. Creo que son etapas. Ya lo viví, me gusto.
La noche tiene cosas lindas y cosas feas; uno aprende a manejar el público, al público bueno, al público retorcido. Uno aprende a manejarse y como... A tener cintura y como moverse en cada escenario, cuando hay árabes, cuando no hay árabes, cuando hay muchas bailarinas, cuando hay muchos hombres solos; si se exceden de alcohol... Tiene ese beneficio, uno aprende un montón.-
P.: -¿Tenés un manager?-
M. G.: -Yo misma y cuando no puedo, mi hermano Sergio, que es mi hermano mayor, Eduardo es el del medio y yo soy la más chica.
Siempre trato de estar en contacto con el que me busque, sin ellos, nosotros no somos nada y nosotros somos parte también de su vida; hay mucha gente que se ayuda con uno. Uno no se da cuenta de hasta donde puede llegar, de lo que puede generar; como en un show estar cantando y que haya público que no entiende el árabe y lagrimee y uno dice.... Ahhhh... Ya estaaaaa... No quiero más nada... Es la gloria... Entonces eso lo agradezco siempre... siempre... siempre....-
P.: -¿Dónde cantaste fuera del país?-
M. G.: -México, Estados Unidos, Chile, ahora me voy a Brasil y hay varios proyectos. Y dentro del país viajo muchísimo y en el interior la gente tiene un carisma, un amor... es placentero. Acá cante en Córdoba, Rosario, Santa Fe, Santiago del Estero, Río Cuarto, Mendoza, Tucumán, Etc. Pero no siempre para gente de la colectividad... Es más hago talleres de idioma, de interpretación de las canciones, para que las chicas que bailan, sepan lo que bailan... Es tan importante... Le busque desde el lado que aporte, es una herramienta más, porque lo hacen con mucho respeto hacia nuestra cultura. Entonces... Porque no generar que sigan incentivándose y aprendiendo.-
P.: -¿Te gusta cómo se baila acá?-
M. G.: -Si, tiene una estética distinta a la nuestra, me costó mucho asimilarla... Pero tiene una línea... Ningún árabe podría pensar que se adapten posturas de danzas clásicas a lo árabe, estlisa.
Igual, en el mundo está habiendo mucha demanda de la bailarina árabe argentina, la piden, es un estilo totalmente distinto, por eso el bellydance.
Las chicas que lo toman en serio, hacen una carrera universitaria, lo toman con seriedad, aprenden ritmología, historia de la música árabe. Estoy muy agradecida, porque entre mucho en el ambiente de las bailarinas y respetan tanto... A uno como árabe le chocaba y a mi me chocaba y no me da vergüenza, siempre lo cuento y me puse feliz, porque me pude adaptar y entendí que lo toman como una danza, como si nosotros hiciéramos jazz y por eso no le faltamos el respeto a la cultura del jazz. Es aprender a entender otra mentalidad-

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