viernes, septiembre 07, 2012

ALBERTO ROBERTI: En Avellaneda tenemos una gestión peronista que está cooptada.

El diputado nacional calificó al intendente Ferraresi de “conservador” y de tener equipos formados “por la izquierda más recalcitrante”.
Aseguró que habla con todos los sectores del peronismo, y no descartó un frente Scioli-Massa-De Narváez. Además, opinó sobre el aumento del salario mínimo: “es realmente bajo, pero valoro que se haya hecho algo”. El futuro de la CGT según su mirada.
En su doble rol de dirigente gremial y político, Alberto Roberti debe atender múltiples obligaciones, sobre todo en una semana como la que pasó. La reunión del Consejo del salario, el paro de los trabajadores petroleros y el posible frente peronista para 2013 lo tuvieron como protagonista, ya que en cada ámbito tiene una responsabilidad. En esta entrevista con Política del Sur, Roberti desgrana su opinión sobre todo: el mínimo acordado, el futuro de la CGT, la candidatura de Antonio Caló y la interna del peronismo. Además, se mete con su “pago chico” Avellaneda, donde promete trabajar junto al senador Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, y critica al intendente Jorge Ferraresi: “vemos que no tienen nada que ver con el peronismo, son distintas banderas”.
¿Qué reflexión hace del acuerdo alcanzado en el seno del Consejo del Salario?
—No tengo una opinión demasiado crítica, porque en realidad reconozco la dimensión del salto y el sufrimiento de mucha gente que no tiene un valor de referencia porque trabaja en negro, no tiene convenio, y en función de eso no tiene dónde medir sus sueldos. Diría que esta no es la mejor solución, pero es un paso correctivo. Desde esta lógica, me hubiera gustado otra dirección, el salario mínimo es realmente bajo, no es una cifra espectacular, pero peor es no hacer nada. Valoro la decisión de haber hecho algo.
¿En este contexto, tiene una opinión sobre quiénes se sentaron en la mesa de negociación y quiénes no?
—Los que no se sentaron fue por una cuestión política. En esto yo tengo una postura tomada con bastante antelación: cuando estamos discutiendo los salarios de la gente hay que dejar los gustos personales, para la elección personal yo tengo mi familia y mis amigos. Pero acá no se puede optar, hay que sentarse y charlar, defendiendo los intereses de los trabajadores. Que la gente vea quiénes estuvieron y saque sus propias conclusiones.
¿El gremio de petroleros está en conflicto? Entendemos que rechazaron un aumento salarial.
—Sí, las cámaras petroleras ofertaron un 25 por ciento de aumento, y a priori no parece ser una cifra diferente a la que están acordando otros gremios. La diferencia es que las cámaras quieren poner una cláusula que involucre este aumento hasta el 31 de diciembre de 2013, por lo cual su renegociación no se dará antes de marzo de 2014, o sea 21 meses. Un país que tiene como preocupación detrás de la inseguridad a la inflación, que es persistente y continúa sin detenerse, sería una irresponsabilidad tener el salario atado tanto tiempo. Nosotros dijimos que tomamos ese 25 por ciento para el 2012, pero no fue aceptado, de modo que declaramos un paro, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria que estamos acatando, y esperemos que en los próximos días la industria petrolera reflexione. De no ser así, temo que vamos a ingresar en medidas de acción directa nacionales, pero tenemos que defender la estructura salarial que es importante dentro de una industria que es sumamente importante en capacidad económica.
¿Si se llega al paro podría faltar el combustible en las estaciones de servicio?
—Sabemos que sí puede pasar, lo que nosotros tenemos que hacer ahora es una toma de conciencia, hablar con la gente a través de los medios con respecto a esto, nosotros no queremos agredir pero una propuesta salarial que ponga un cepo hasta marzo del 2014 no la va a aceptar nadie. Estimo que vamos a ir a una medida de fuerza muy dura, que se podría evitar. Si la industria petrolera estuviera en una condición diferente podríamos hablar de otra cosa, pero acá no es salarios versus fuentes de trabajo, acá es la discusión salarial contra la especulación de las empresas que creen que pueden tener tomado el salario de los trabajadores por tanto tiempo.
¿Muy dura significa que se puede dictar el paro por tiempo indeterminado?
—En nuestra actividad no existen los paros programados por 40 minutos y dos días. En nuestra actividad se abandonan los puestos de trabajo y se vuelve cuando haya acuerdo, y si no, no se vuelve. Pero insisto, siempre cumpliendo antes todos los requisitos que marca la ley, por eso toda vez que nos citen a reuniones, si es que las hay, iremos. En eso somos muy cuidadosos, como en las medidas de fuerza, somos muy cuidadosos para tomarlas.
¿Su gremio o usted tienen postura tomada sobre quién debe conducir la CGT antimoyanista? Se hablaba de Antonio Caló, de otros candidatos…
—Eso de “anti” para mí no va, en realidad somos la CGT que integramos dos terceras partes de las organizaciones federadas, que hemos convocado a un Confederal para el 3 de septiembre y un congreso para el 3 de octubre. Estimamos que en todo este tiempo vamos a lograr los consensos entre los dirigentes para ocupar los espacios y guardar los equilibrios que hay que guardar. La candidatura de un dirigente del sector industrial, como es la del compañero metalúrgico Caló, no parece ser una mala opción, porque estimamos que el país tiene que valorar que los gremios de la industria deben tener la conducción del movimiento sindical, no porque nosotros seamos más que los gremios de servicios, sino porque estamos marcando el destino y la dirección actual. Sin industria no hay Nación, se decía hace muchos años y yo comparto eso. Esa es nuestra mirada.

Peronismo provincial y local
Hay información sobre la posibilidad de un acuerdo entre Daniel Scioli, Sergio Massa y Francisco de Narváez para conformar un frente peronista de cara al 2013. ¿Qué hay de cierto en esto?
—Nosotros estamos trabajando obviamente en el marco del peronismo, hablando con todos los sectores, tratando de que exista un compromiso de participación, de integración que nos involucre a todos. Estas charlas están, estamos trabajando mucho, seguramente en las próximas semanas habrá mayores definiciones, pero sí, estamos por ese camino.
En Avellaneda se habla de una posible fórmula para el peronismo entre el sector de ustedes y “Cacho” Álvarez, algo que se habla en el entorno de La Juan Domingo. ¿Hay algo de eso?
—Nosotros ya lo dijimos públicamente, vamos a formar parte de las decisiones internas del partido, como estamos hablando con los distintos sectores en la Provincia también lo hacemos en Avellaneda, donde tenemos una doble misión: trabajar con el senador Álvarez para que los compañeros vean que nos podemos arremangar cuando hay dificultades, porque estamos en dificultades; tenemos una gestión peronista en el municipio de Avellaneda que está cooptada y eso nos preocupa seriamente, vemos que no tienen nada que ver con el peronismo, son distintas banderas. En Avellaneda el Intendente es conservador, los equipos de trabajo son la izquierda más recalcitrante, van a seguir dividiendo y fracturando a la sociedad, y eso se hace en nombre del peronismo. No lo debemos permitir. Por defensa propia vamos a trabajar codo a codo para derribar estas estructuras que se apoderaron de nuestras banderas. (Tres Líneas).

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