jueves, julio 11, 2013

El camino... La vida... Lo mismo. Por Lic. Amalia I. Pastén.

En la columna anterior exprese que para quien estas notas escribe, que la idea es, que la vida es un camino.
Este, el camino, a veces es corto, otras largo, otros estrecho, o ancho, liso o escarpado, florido o  espinado, iluminado o sombrío.

El camino... La vida... Lo mismo.

Que diferencia un camino de otro? Donde están ubicados? Dónde nacen o dónde mueren?

Como son transitados, quienes pasaron por ellos. Así los caminos como la vida, dependen de lo que cada uno haga, Dios nos da el libre albedrío, depende de cada uno de nosotros cual camino tomemos.

Todos los caminos tienen lo suyo, ninguno está exento de buenos o malos tramos, de subidas y bajadas, de sombras y trechos despejados.

Todos transitaremos este espacio junto a otros personajes que caminarán cerca nuestro, tal vez de nuestra manos tomados, serán buenas o malas influencias pero, son peregrinos igual que nosotros. Llegaron desnudos al mundo y se irán de la misma forma pero dejaran en este camino su impronta; todos, nadie se salvará por más pequeño que sea su trayecto, ya que este no se mide por su extensión sino por su calidad.
En cada metro cuadrado de camino recorrido cada uno de los caminantes deberá dejar sembrado lo mejor que tenga y pueda, porque ello será lo que recoja tal vez más adelante, tal vez nunca, pero si con seguridad, será lo que recogerán sus hijos, sus nietos.

Hoy andando por este camino me encuentro con algunas personas, las menos, que en haras de no saber que decir, recuerdan el pasado, defenestrando el presente, sin darse cuenta que son los responsables del mismo.

No todo tiempo pasado fue mejor, solo es distinto el modo en que cada persona se encuentra ubicada en el camino, hoy como ayer, hay jóvenes buenos y respetuosos, como también hay mayores que parecen desconocer que es el respeto, la paciencia y el buen vocabulario amparándose en sus achaques y canas.

Cuando generalizamos perdemos de vista el objetivo, el don de la vida, maravilloso milagro que el creador nos regala, solo nos pide que lo ubiquemos a Él en el mejor lugar.

No hay atajos que nos puedan desviar de los designios divinos depende de cada uno de nosotros aceptar el desafío, con valor y audacia.

Este es el camino, esta es  la vida.

A caminar y a vivirla.

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