La foto vale más que mil palabras. En la imagen –difundida por los propios equipos de comunicación del Pro- se ve a Mauricio y Jorge Macri caminando por la Costa de Vicente López junto a María Eugenia Vidal con cara de pocos amigos. La tensión es evidente.
Mauricio Macri sabe que para darle credibilidad a su proyecto presidencial necesita construir una alternativa sólida en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 40 por ciento del padrón nacional. Sin eso no hay candidatura real.
Por eso, hizo tripas de corazón y aceptó trasladarse hasta el territorio de su primo –con el que arrastra una compleja historia de lealtades, competencias y peleas- para escenificar el nuevo “equilibrio” de poder en el Pro bonaerense. De hecho, como anticipó LPO Macri ya había ordenado a medio gabinete empezar a militar en la provincia, pero es evidente que con eso no alcanzaba.
Macri en más de una ocasión intentó desplazó a su primo del lugar natural de principal armador bonaerense. Lo hizo en su momento con Jorge Grindetti, luego con Emilio Monzó y ahora con la última novedad –anticipada por LPO- del laboratorio macrista: la candidatura a gobernadora de María Eugenia Vidal, que demandará un mínimo de 100 millones de pesos.
Jorge Macri vivió ese lanzamiento como una nueva intrusión a lo que considera es su rol natural de principal figura política del PRO en la provincia, ya que efectivamente es el único intendente de esa fuerza en la provincia.
La foto del trío reposiciona a Jorge Macri en un plano de igualdad con Vidal y en Vicente López lo entendían como la confirmación de su deseo: “Jorge y María Eugenia van a ser los dos grandes armadores de la provincia en el 2015”, aseguraban.
Difícil equilibrio
Sin embargo, el intendente de Vicente López nunca fue un hombre sencillo. Antes de sacarse esa foto se encargó de avisarle a cada uno de sus pares del Frente Renovador que lidera Sergio Massa, que iba a dar ese paso y hoy mismo se juntó con Joaquín de la Torre de San Miguel, uno de los hombres de mayor confianza del ganador de las elecciones de octubre.
Su idea es continuar con esa dualidad, al menos mientras sea posible. “Jorge es claro, siempre dijo que su referencia nacional es Mauricio, pero que en temas de gestión va a seguir trabajando con todos los intendentes del Frente Renovador”, contaban cerca suyo.
Y agregaban una edulcorada expresión de deseos: “Además, va a trabajar para que en el 2015 estén juntos”.
Es un dato de la realidad que Massa y Macri compiten por un espacio político similar de manera que hoy la tensión entre ambos es más que evidente. Como también es cierto que para el 2015 faltan dos largos años, así que “¿Para qué apurarse?”, sintetizaban en Vicente López con cierto gustito a revancha. (La Política OnLine).
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