martes, noviembre 06, 2018

En Capital y GBA, más de la mitad de la población tuvo que dejar de comprar medicamentos.


(ANDigital). La causa es “no poder pagarlos”, en relación a las exorbitantes subas registradas en los últimos tres años. Así se desprende del Monitor de Clima Social elaborado por el Centro de Estudios Metropolitanos. En tanto, la imagen de la salud pública es preocupante.

El Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) presentó su séptimo Monitor de Clima Social para el área de Capital Federal y Gran Buenos Aires (AMBA), enfocado en las “inseguridades en salud”, en torno a la percepción de los precios de los medicamentos y la imagen valorativa de los servicios públicos sanitarios.

El estudio detalla que para “el 62 % de la población del AMBA el precio actual de los medicamentos es muy alto”. A su vez, el 21 % de los entrevistados afirman que el precio es alto, y sólo apenas el 14 % sostiene que es razonable, bajo o muy bajo.

A diferencia de otros indicadores del Monitor del Clima Social, no hay diferencias en las respuestas en las distintas zonas, sean de estratos bajos o más altos; tanto en Capital Federal como en el segundo cordón del Conurbano, dos de cada tres personas sostienen que los precios de los medicamentos “son muy altos”.

A su vez, el 52 % de los encuestados afirmó haber tenido que dejar de comprar medicamentos por “no poder pagarlos”. Aquí nuevamente se observa la desigualdad ya que en el sur del segundo cordón el 66 % de los entrevistados afirmó que dejó de comprar.

“La desigualdad no sólo es entre territorios, sino que también se presenta al interior de cada zona. Hay municipios divididos por una brecha económica, social y sanitaria”, señaló Matías Barroetaveña, director del Centro de Estudios Metropolitanos.

En este aspecto, el informe del CEM arrojó que el 27 % de las personas se mostraron disconformes con su cobertura médica. Mientras que el 38 % afirmó estar conforme y el 26% “ni conforme ni disconforme”.

Al ser consultados sobre el sistema de salud pública, el 36 % lo consideró malo o muy malo, el 36 % regular, y apenas el 23 % bueno o muy bueno. El pico máximo de malestar se encontró en el sur del segundo cordón del Conurbano con un 42 % de respuestas negativas.

“La imagen de la salud pública es preocupante, aún más en el Conurbano pues es allí donde más se lo necesita. En la Ciudad de Buenos Aires está bajo Cobertura Pública el 17,6% de sus habitantes. En 24 municipios del conurbano recurren a la cobertura pública alrededor del 40 %. Las cifras son más altas en municipios del segundo y tercer cordón del conurbano, como Florencio Varela (51,2 %) y Presidente Perón (49,2 %)”, agregó Barroetaveña.

Finalmente, el SAME muestra de manera general una imagen positiva, pero también un alto desconocimiento (30 %). En CABA tiene 52 % de imagen positiva y apenas 10 % de evaluaciones malas o muy malas. La situación cambia en el segundo cordón del Conurbano donde el 42 % no tiene opinión o desconoce la política pública. Lo que sí se puede afirmar es que la imagen negativa del SAME es baja en toda la región, apenas el 11 por ciento.

El documento del Monitor de Clima Social está realizado en base al contexto actual del sistema de salud que sufre “la coexistencia de distintos subsistemas con distintas modalidades de financiamiento, afiliación y provisión de servicios de salud”, sumado a la falta de integración de estas distintas unidades a una red de asistencia sanitaria que proyecte una cobertura a nivel general”.

“El dato de discontinuidad y abandono de los tratamientos con medicamentos, tiene relación tanto con el aumento de los precios, como en la baja de coberturas y en el aumento de los copagos. Esta situación va a influir en los índices de morbilidad y mortalidad de los Argentinos”, resumió Arnaldo Medina, vicerrector de la UNAJ y exdirector del Hospital El Cruce. (ANDigital).

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