El ministro de Infraestructura adelantó que entregará la administración de seis carreteras bonaerenses. Esa recaudación le permitirá al Gobierno sumar fondos para paliar su crisis financiera. El Comité de seguridad vial lo calificó de “ilegal y antieconómica”.
Ajetreado por los avatares económicos que este año lo obligaron a demorar el pago de los aguinaldos, Daniel Scioli decidió lanzar una concesión de seis rutas de la provincia de Buenos Aires, unos 2000 kilómetros.
La decisión fue informada este fin de semana por el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía. “La idea es avanzar en un esquema de concesión sobre diversas rutas que enlazan con otras de jurisdicción nacional y que nos permita conformar un circuito integral en diversas zonas de alta transitabilidad y que son claves para la producción”, dijo al diario El Dia.
Las rutas que se llamarán a concesión son la 29, 41, 51, 65, 74 y 86. En todas habrá peajes con tarifa a definir. “Queremos que las empresas realicen el mantenimiento y que las rutas tengan mejores servicios, con infraestructura de mejor calidad. Y que además se realicen controles de cargas y se apliquen otras cuestiones vinculadas a la seguridad vial”, agregó Arlía.
Scioli repite así la modalidad que usó con las rutas bonaerenses que comunican con la costa atlántica, que terminaron a cargo de UTEs lideradas por Eduardo Eurnekian y Benito Roggio. Pero pese a ser licitadas, los afamados empresarios jamás hicieron una obra y terminaron devolviendo las concesiones a la provincia.
Las carreteras que ahora serán mantenidas por privados tienen otro valor agregado: son las que conectan con las nacionales 2, 3, 5, 7, 8, 9, 11 y 226, de uso frecuente para el transporte de carga.
Las nuevas licitaciones le darán a Scioli la posibilidad de acceder a fondos frescos que le permitan achicar el déficit.
Pero la propuesta ya generó el rechazo del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial, entidad que hace décadas repudia el sistema de peajes por cabina,
Su titular, Ricardo Lasca, calificó de “inviable, antieconómica, ilegal, discriminatoria y anticonstitucional” la decisión de Scioli, por “insistir con el sistema perverso de falso peaje o impuesto al tránsito con cabinas de cobro en ruta en caminos de dominio público ya existentes y sin alternativas libres de pago previamente pagados con creces por los usuarios viales”.
Para Lasca el sistema de cabinas de peajes, “ha sido y sigue siendo un verdadero fracaso y una estafa a los usuarios viales, beneficiando únicamente a las empresas concesionarias”.
“Las rutas de la Provincia de Buenos Aires son de poca densidad de tránsito, motivo por el cual la baja recaudación en su mayor parte se destina a la instalación de las cabinas de peaje, su mantenimiento y administración, sin llegar plata al camino, lo cual hace antieconómico e impracticable el sistema de peaje con cabinas de cobro en ruta”, completó. (La Política OnLine).
Ajetreado por los avatares económicos que este año lo obligaron a demorar el pago de los aguinaldos, Daniel Scioli decidió lanzar una concesión de seis rutas de la provincia de Buenos Aires, unos 2000 kilómetros.
La decisión fue informada este fin de semana por el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía. “La idea es avanzar en un esquema de concesión sobre diversas rutas que enlazan con otras de jurisdicción nacional y que nos permita conformar un circuito integral en diversas zonas de alta transitabilidad y que son claves para la producción”, dijo al diario El Dia.
Las rutas que se llamarán a concesión son la 29, 41, 51, 65, 74 y 86. En todas habrá peajes con tarifa a definir. “Queremos que las empresas realicen el mantenimiento y que las rutas tengan mejores servicios, con infraestructura de mejor calidad. Y que además se realicen controles de cargas y se apliquen otras cuestiones vinculadas a la seguridad vial”, agregó Arlía.
Scioli repite así la modalidad que usó con las rutas bonaerenses que comunican con la costa atlántica, que terminaron a cargo de UTEs lideradas por Eduardo Eurnekian y Benito Roggio. Pero pese a ser licitadas, los afamados empresarios jamás hicieron una obra y terminaron devolviendo las concesiones a la provincia.
Las carreteras que ahora serán mantenidas por privados tienen otro valor agregado: son las que conectan con las nacionales 2, 3, 5, 7, 8, 9, 11 y 226, de uso frecuente para el transporte de carga.
Las nuevas licitaciones le darán a Scioli la posibilidad de acceder a fondos frescos que le permitan achicar el déficit.
Pero la propuesta ya generó el rechazo del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial, entidad que hace décadas repudia el sistema de peajes por cabina,
Su titular, Ricardo Lasca, calificó de “inviable, antieconómica, ilegal, discriminatoria y anticonstitucional” la decisión de Scioli, por “insistir con el sistema perverso de falso peaje o impuesto al tránsito con cabinas de cobro en ruta en caminos de dominio público ya existentes y sin alternativas libres de pago previamente pagados con creces por los usuarios viales”.
Para Lasca el sistema de cabinas de peajes, “ha sido y sigue siendo un verdadero fracaso y una estafa a los usuarios viales, beneficiando únicamente a las empresas concesionarias”.
“Las rutas de la Provincia de Buenos Aires son de poca densidad de tránsito, motivo por el cual la baja recaudación en su mayor parte se destina a la instalación de las cabinas de peaje, su mantenimiento y administración, sin llegar plata al camino, lo cual hace antieconómico e impracticable el sistema de peaje con cabinas de cobro en ruta”, completó. (La Política OnLine).
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