La última fiesta clandestina detectada fue el 9 de noviembre. Efectivos de la policía bonaerense se hicieron presentes en el lugar dado que los propios vecinos alertaron la situación. No había distancia social y la mayoría eran menores de edad. Incomprensiblemente no hubo detenidos ni imputados.
En la vivienda la mayoría eran menores de edad. Para desactivar esta fiesta ilegal de contagio por coronavirus se llevó a cabo un procedimiento de control de la nocturnidad. Esto estuvo a cargo de la dirección provincial para la Gestión de la Seguridad Privada bonaerense.
De acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Seguridad de la provincia, el personal especializado en el control de espectáculos contó con un grupo de apoyo de fuerzas de la bonaerense. Ambos actuaron de forma mancomunada y sin disturbios para el desalojo inmediato de la vivienda en la que tenía lugar la celebración.
Lo pararon los vecinos
“A este tipo de fiestas se llega a través de las denuncias de los vecinos a la línea 911. Recurre en primera instancia el grupo que se encuentra más próximo al lugar, ya que generalmente están recorriendo pubs y restaurant de los diferentes municipios, controlando habilitaciones e instando a la gente y propietarios que se respeten las normas del nuevo DSPO (Distanciamiento Social Preventivo Obligatorio)”, expresó el oficial a cargo del operativo Marcelo Montero.
En ese sentido, el servidor detalló:“Se llevó a cabo un control de las normas habituales y para cuidar a todos los bonaerenses de la propagación del Covid-19. Necesitamos contar con la colaboración de toda la comunidad y especialmente de los organizadores y empresarios de los espacios de esparcimiento y nocturnidad”.
Similar hecho ocurrió el mismo fin de semana en Misiones, sólo que allí encontraron a 500 personas, allí se labraron actas y se detuvieron a 34 personas. (Diario Anticipos).
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