BUENOS AIRES, Agosto 14, (PUNTO CERO-La política On Line)
El ex diputado, operador de De Narváez y yerno de Duhalde se entregó a una profunda charla política con La Política Online. Afirmó que el ex presidente está ayudando “a recuperar la provincia” y que el empresario será candidato a diputado en 2009. Las críticas a la gestión de Scioli y a Felipe Solá: “Era un cadáver político”.
Gustavo Ferri intenta por todos los medios, aunque con disimulo y sin esquivar el bulto, desligarse de la pesada mochila que significa ser el yerno de Eduardo Duhalde. Cada periodista sabe que resulta imposible no hacerle alguna pregunta al respecto a sabiendas de tener en frente a alguien que comparte la intimidad del mayor operador político del país, junto con Néstor Kirchner.
El ex diputado nacional y hoy asesor político de Francisco De Narváez, sin embargo se entregó a una profunda charla con La Política Online en un coqueto bar de Las Cañitas que, perdido entre tanta modernidad, intenta salvaguardar algunos detalles “vintage”, como las botellas de ginebra Bols en las estanterías o el revestimiento casi completo en madera desvencijada.
Ahí, mientras toma de a sorbos un agua gasificada apenas saborizada con un poco de limón que pide aparte, habla de su actualidad al lado del ex candidato a gobernador bonaerense, del actual, Daniel Scioli, de la posición política de Felipe Solá, la actividad de su suegro y el futuro del kirchnerismo, donde guarda esperanza en que los “díscolos” se alejen de la dependencia de la “chequera oficial”.
¿Cómo ve la gestión de Scioli?
No es una gestión que se luzca demasiado. Había de parte de la sociedad cierto grado de esperanza y de hecho ganó la elección con buen margen, y sin embargo veo que no está resolviendo los problemas inmediatos. La provincia está prácticamente dependiendo de lo que la Nación le mande porque es una provincia deficitaria y teniendo falencias muy grandes en temas como Seguridad y Salud, y ahora vemos que tampoco empiezan las clases, lo cual arrastra también a Educación.
Usted marca ahí tres ejes tan importantes como históricos en la provincia. ¿Cuánto de todo eso hay de responsabilidad de Scioli y cuanto responde a un mal crónico que no puede resolverse en pocos meses?
Yo creo que tiene que ver en gran medida con un tema de gestión. Cuando le propusieron gobernar la provincia entendía que podía resolverle los problemas a la gente y no lo está haciendo. Entonces es responsabilidad de él. En cuanto al financiamiento de la provincia, a partir de la ley de Coparticipación, también es responsabilidad del gobernador que sus legisladores impulsen una nueva ley de Coparticipación en la Cámara de Diputados nacionales. La realidad, es que Scioli no tiene legisladores propios porque la lista la hizo (Néstor) Kirchner, o sea que ni esa herramienta tiene. Incluso en la Legislatura de la provincia, cuando él quiso poner al presidente del cuerpo los legisladores propios lo amenazaron con no sacarle la Ley de Presupuesto.
¿El candidato de Scioli era Ferré?
Si, era Ferré, pero terminaron vetándoselo. Ni siquiera tiene el poder como para instruir a sus diputados a que presenten determinados proyectos que puedan ayudar a la provincia. Y encima es funcional al esquema de Cristina, como por ejemplo, en la crisis en el campo. Porque no me olvido que en la contramarcha del campo uno de los tres oradores fue él, junto a Uribarri y Kirchner. Ahí está marcando cual es su posición.
¿Cómo repercutió esta crisis en la imagen de Scioli y políticamente en la provincia?
En la imagen de Daniel, no lo sé, pero supongo que no lo debe haber favorecido. Pero no miré números. En cuanto a lo político claramente no lo favoreció. Para los que tenían alguna duda sobre su posicionamiento, en la provincia claramente han tomado partido sobre todo en el interior, que le dio la espalda al kirchnerismo, y en el conurbano está pasando lo propio, aunque con menos celeridad y evidencia.
¿Cómo está el mapa político en la provincia de acá al 2009?
Complicado para el kirchnerismo, porque no construyeron captando dirigentes a través de la buena práctica política sino a través de la prebenda o a través del apriete. El famoso tema de la “chequera” que tanto dicen. Eso dejó de funcionar por diferentes motivos y no tienen amigos, tienen gente que los acompañó porque les convenía o porque estaban cooptados para hacerlo. Pero estos, cuando ven que hay un poco de vacío de poder, en seguida buscan lugar en otros espacios. Yo creo que finalmente va a pasar eso. El kirchnerismo va a terminar diluyéndose y los que venían trabajando en esta estructura irán reposicionándose.
¿Cómo está la alianza de De Narváez con el macrismo? ¿Está terminada o continúa vigente?
Continúa. No hay intereses cruzados. Mauricio (Macri) deberá hacer una excelente elección en Capital para posicionarse de cara al 2011 y lo mismo nos pasa a nosotros en la provincia de Buenos Aires porque el proyecto sigue siendo gobernar la provincia. Como todo, es cuestión de sentarse a acordar cómo se va a generar ese espacio común.
Estos días surgió la idea del macrismo de establecer su segunda pata política, después de la ciudad, en la provincia. ¿Puede crecer seriamente el macrismo en la provincia o contra el PJ bonaerense no se puede?
Si el macrismo acepta a Francisco como su candidato en la provincia vamos a estar trabajando juntos, no hay ninguna dificultad.
¿Qué va a hacer De Narváez en 2009?
Va a encabezar la lista de diputados nacionales, por lo pronto de la lista Celeste y Blanco con, seguramente, el justicialismo no kirchnerista.
El CongresoSe vio después del paso de las retenciones y ahora con Aerolíneas un traspaso del eje político de la Casa Rosada al Congreso. ¿Lo ves así?
Si y está bien que así suceda. No debiera haber sucedido nunca lo contrario. En los cuatro años que me tocó estar en la Cámara de Diputados el funcionamiento fue casi nulo, era la escribanía del gobierno. Ahora creo que a partir de las retenciones, el Congreso recobró un protagonismo que no debería haber perdido nunca. Lo aplaudo.
¿Es una buena oportunidad de la oposición para ejercer un poder un poco mayor al que tuvo durante la gestión de Néstor Kirchner?
Es una excelente posibilidad. Sobre todo de empezar a marcar agenda, que es una facultad que el Congreso en algún momento perdió y las cosas importantes no pasaban por ahí.
¿Qué va pasar con los legisladores K que le dieron la espalda al oficialismo? ¿Crees que van a aprovechar el tema Aerolíneas para reforzar su fidelidad o profundizarán sus diferencias?
Sería fantástico que cada uno haga lo que su conciencia le dicte y no que voten en bloque como lo venían haciendo.
Pero sabemos que eso es difícil.
No se si es tan difícil. De hecho, no era tan traumático como creían. Le resolvieron un problema al gobierno con sus votos. Pero si tienen independencia de criterio y en el caso de Aerolíneas tienen propuestas para hacer, bienvenido sea. Lo que no sé es cuantos diputados este grupo de “díscolos”, por llamarlos de alguna manera, y ver que posición toman.
Una hipotética derrota del kirchnerismo ampliaría aún más esta posibilidad de discusión dentro del Congreso. Ahora, ¿es posible eso?
Por supuesto que es posible. Opciones políticas hay de las más diversas ideologías y el kirchnerismo hoy ha mostrado fisuras que en algún caso son irreparables.
Elecciones¿A que dirigentes ve que se reforzaron políticamente por su posicionamiento frente al conflicto con el campo?
De Narváez, por lo que te decía antes, mostró que teníamos una claridad sobre el tema. Y aparte recorrimos el interior de la provincia desde antes del conflicto.
¿Y Schiaretti, Binner o Das Neves?
Cada uno ha capitalizado de alguna u otra manera su postura. Es diferente en Córdoba, porque en esa provincia era unánime la posición a favor del campo, y tal vez ahí se reparta un poco más la cosa entre Schiaretti y Juez y en Santa Fe pasa lo mismo entre Binner y Reutemann, que también marcaron diferencias en cuanto al Poder Ejecutivo.
¿Y Felipe Solá?
Felipe mostró que tenía agallas para hacer lo que hizo, pero no hay que olvidarse que gobernó ocho años la provincia de Buenos Aires y muchas veces no marcó diferencias cuando nosotros sí lo hicimos.
¿Se trata de eso que se le machacó siempre? Que siempre fue un menemista crítico, un duhaldista crítico y ahora un kirchnerista crítico. ¿Es casi una patología?
Yo no puedo hablar de patología, pero sí es cierto que no marcó diferencias grandes en muchos casos tan grandes como el de las retenciones, cuando debería haberlo hecho.
¿No quedó instalado, por su postura, como lo que en política se denomina un “buen partido”?
De acá al 2011 pueden pasar tantas cosas que no se que puede suceder. Hace poquito tiempo atrás Felipe era un cadáver político, no tenía más rol que el de un diputado nacional sin demasiado peso. Ni siquiera lo dejaron ser candidato en la provincia y no le dieron en la Cámara ningún cargo cuando venía de gobernar la provincia más grande. No se que puede pasar de acá a tres años.
¿Habla con Duhalde?
No sabría decirte, no tengo idea.
El suegro¿Cómo lo ves a Duhalde en 2009 y en 2011? ¿En qué rol?
No lo veo teniendo un rol de participación personal, no va a perseguir cargos. Pero obviamente está ayudando a generar un espacio para recuperar la provincia de Buenos Aires. Él no va a encabezar listas, pero si aportará su experiencia de armado y aprovechando el consenso que genera en muchos dirigentes.
Sigue sonando fuerte la posibilidad de una unión del peronismo disidente. Sin embargo, ya hubo una experiencia en 2007 que terminó en un rotundo fracaso y con todos los candidatos por separado. ¿Es ahora un marco para que esta unión sea más viable?
Si, pero ahí faltan muchos dirigentes que en la anterior oportunidad no estaban. Ahora empezaron a darse cuenta de lo que pasa dentro del kirchnerismo y pueden marcar una diferencia.
Pero en esta unión, ¿No crees que se meterían personas que por tendencia política casi no podrían compartir ni un café?
No me parece que suceda eso, me parece que eso sucede mucho más con el kirchnerismo. Muchos dirigentes pudieron sentarse a la mesa K porque lo necesitaban, porque tenían que gobernar un distrito por caso y necesitaban la chequera oficial. Pero ven con mucho más agrado sentarse en una mesa de amigos que en la mesa del jefe de empleados.
Cambio de nombres¿Cómo tomó la designación de Sergio Massa?
Lo de Massa me parece muy bien. Es un dirigente de mi generación con el que he compartido muchas cosas. Lo único que espero es que tengo independencia de criterio para que si tiene que marcar diferencias pueda marcarlas y no vea cortada su libertad.
¿Y la salida de Alberto Fernández?
Me llama la atención cómo, ahora que se fue, parece que era bueno. Me recuerda mucho, poniendo un ejemplo muy burdo, a cuando alguien se muere. Esos casos en los que alguien muere y todos empiezan a decir que era buenísimo, pero cuando vivía no pensaban lo mismo. Claramente, no cumplió en una etapa el rol que tenía que cumplir porque si llegamos adonde llegamos con los personajes que llegamos es porque él, con las diferencias que dice que tenía, no las planteó en el seno del gobierno y dejó que las cosas pasaran. Así que Moreno siguió existiendo porque él lo avaló, la pelea con De Vido se dio pero él no la hizo pública ni marcó sus diferencias. Si en cinco años no se dio cuenta de la gente que lo ordeaba, entonces no servía para lo que estaba haciendo.
¿Lo sorprendió el voto de Cobos?
Se veía venir. Yo no creí que íbamos a llegar a la instancia en la que él iba a tener que definir, era una cosa matemática. Hizo lo que tenía que hacer y le solucionó un problema grandísimo al kirchnerismo porque si Cobos no hubiese votado como votó ellos hubiesen estado en una trampa mortal al otro día. Así que ahora podrán denostarlo, tratarlo de traidor, hacerle todos los desaires que quieran, pero la verdad es que el tipo le sacó las papas del fuego. Me parece una actitud de valentía, no creo que muchos otros en su lugar lo hubiesen hecho.
Después de su voto “no positivo” se vio que de a poco empezó a construir. Empezó con reuniones con gente del radicalismo K como Katz, Laura Montero, “Pechi” Quiroga.
Si la encuentra y cree que es posible capitalizarla esta bien. Es un hombre que está participando en política y seguramente tiene aspiraciones sino no estaría donde está. Si puede reorganizar un partido centenario como el radicalismo bienvenido sea. El radicalismo K es una construcción que no es real. Lo que ellos perseguían era ocupar espacios que no iban a ocupar si no era a través del kirchnerismo. Lo que también queda claro es que no se puede juntar el agua con el aceite, al final cada uno representa el lugar que le toca. (PUNTO CERO-La política On Line).