Se podría hacer un listado interminable de hipocresías, pero en aras de la síntesis sólo me referiré a algunas. El 29 de enero el columnista del diario Clarín Ricardo Kirschbaum, en página 2, bajo el título de “ Periodismo sin adjetivos” afirma: “ Ahora, cuando tantos disparates se lanzan contra los medios independientes, se vuelva a demostrar que el periodismo no necesita adjetivos para ser periodismo” El periodista ha perpetrado dos falsedades en apenas veintiséis palabras. Hablar de independencia desde la punta de lanza periodística bajo la cual se presiona a favor de los múltiples negocios del multimedios, es un ejercicio de hipocresía profundo. Nadie desde ese diario salió a desmentir las afirmaciones que el ex Presidente Néstor Kirchner puso en boca de Héctor Magnetto: “Los periodistas, tanto los chicos como los grandes publican lo que yo quiero”. Lo cual es una verdad de perogrullo en la casi totalidad de las empresas, incluyendo obviamente las periodísticas. Pero Kirschbaum miente desde el título. Precisamente Clarín y los medios más representativos del grupo como Canal 13, TN y Radio Mitre se caracterizan por titular opinando. Así la ley de medios audiovisuales aparece titulada inevitablemente como “ Ley de medios K”. La estatización de las AFJP, aparece siempre asociada a confiscación. La transferencia de reservas, mal llamadas de libre disponibilidad, a un Fondo del Bicentenario, queda asociada a la palabra manotazo. Las retenciones a los sectores agropecuarios como apropiación. El fútbol para todos es una nueva muestra de inseguridad jurídica. Y como todo el periodismo y los políticos que se rasgan las vestiduras acerca de la institucionalidad, denominan a la cabeza del Poder Ejecutivo como matrimonio presidencial. Es cierto que fue el ex presidente el que más esfuerzo hizo para diluir el carácter unipersonal de la Presidencia, pero eso no es motivo para sustituir, desde el periodismo “independiente y puro” y desde los políticos “republicanos e institucionalistas”, en forma sistemática Presidenta por matrimonio presidencial. El periodista Nelson Castro, republicano, independiente y defensor verbal de las instituciones en su editorial del bisemanario Perfil del 14 de febrero se refiere tres veces en una nota corta al ex Presidente Néstor Kirchner como el ex presidente en funciones y una al matrimonio presidencial. Magdalena Ruiz Guiñazú, otra integrante de la troupe republicana denomina al poder ejecutivo como el matrimonio reinante. Joaquín Morales Solá, desde La Nación, medio que se rasga las vestiduras de la institucionalidad pero apoyó los golpes militares de 1930, 1955,1966, y 1976, escribió el 4 de febrero, enojado con Cobos: “ ¿ Es cierto que en la crisis institucional por el Banco Central Julio Cobos jugó más como vicepresidente que como el popular líder de la oposición que también es? Si ……¿Qué llevó a Cobos a acompañar al Gobierno cuando ni siquiera necesitaba hacerlo porque ya Redrado se había ido por su cuenta? ” Las instituciones deben respetarse, nos dice el ex editorialista de Clarín, siempre que nos sirvan. Por eso Cobos resulta elogiable cuando actúa como jefe de la oposición pero no en la función que debe desempeñar de Vicepresidente. Ahí la institucionalidad no interesa. De la misma forma que desde el gobierno, pero sin embanderarse en la institucionalidad, pudiendo obtener resultados por los procedimientos legales, recurre a atajos y subterfugios que terminan jugando indefectiblemente en su contra. La implementación de la 125 y el desplazamiento de Redrado son dos ejemplos entre muchos. Y en lo que atañe a sus bienes personales, la desprolijidad forma parte de su accionar cotidiano. Esto sumado al enriquecimiento de personas muy cercanas a los Kirchner y al desmantelamiento de muchos de los organismos de control dejan un flanco en los cuales empalidecen o en mejor de los casos quedan disminuidos muchos de los importantes y significativos logros del gobierno.
El lenguaje nunca es aséptico. Editorializar reemplazando un cargo por una aseveración despectiva es, si se reitera sistemáticamente, una canallada. Muchos de los que lo realizan se envolverían en la libertad de prensa, si cada vez que se los mencionara se le agregara indefectiblemente su adscripción a alguna opción sexual legítima, o su carácter de comensal reiterado en los años de plomo del entonces gobernador Antonio Domingo Bussi, o haber asumido la defensa incondicional de Alfredo Martínez de Hoz, inseparable del terrorismo de Estado. Dirían que es una bajeza y tendrían razón.
HIPOCRESÍAS(1)
Hipócrita es el que finge o aparenta lo que no es o lo que no siente
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente quién considera que gobierno y poder es una misma cosa, especialmente cuando los gobiernos entran en conflicto con sectores del poder económico.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente el gobierno cuando intenta primero sustituir a Redrado por un super Redrado como Mario Blejer, para terminar designando acertadamente a Mercedes Marcó del Pont al frente del Central.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Adolfo Prat Gay cuando dobló sus rodillas ante la republicana jefa de la Coalición Cívica votando a favor de Redrado cuando se sentía dispuesto a votar en contra.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente la oposición en general cuando se aparece como adalid de la defensa de las reservas cuando a lo que realmente se oponen es al incremento del gasto público
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Pino Solanas cuando desde “la revolución” se siente más cerca de Elisa Carrio que de Martín Sabbatella ( Declaraciones al diario Crítica del domingo 31-01-2010) o promete nacionalizaciones y revisación de la deuda ilegítima al tiempo que no se anima a levantar la voz contra Clarín en TN o sonríe cómplice con Mariano Grondona, pensando que lo usa, cuando en realidad es usado por Grondona y Clarín. “Cuando uno se abraza a la derecha gana la derecha” sostenía el dirigente democristiano Chileno Radomiro Tomic.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente el gobierno cuando habla de un Partido Judicial y sabe que la Justicia en muchos de los jueces es funcional al gobierno de turno mientras este no se debilite y luego estos hacen buena letra con el fin de acomodarse con el futuro gobierno.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente la oposición cuando habla de la independencia del poder Judicial y en realidad están ocultando que existen muchos jueces vinculados al Poder Económico, que serán siempre una trinchera que invocan su independencia del gobierno de turno pero son dependientes generalmente de los poderes económicos
Fingen o aparentan lo que no es o lo que no sienten los jurados del Martín Fierro que se cansaron de distribuir estatuillas a Torneos y Competencias como una rutina anual, y cuando apareció la competencia que no existía en sus décadas de éxitos duró el programa menos de un semestre.
Fingen o aparentan lo que no es o lo que no sienten posando de independientes los diarios La Nación y Clarín cuando defienden a Papel Prensa, de las que son dueños en un 75%, olvidando que buena parte de las acciones que hoy detentan la obtuvieron de la dictadura establishment- militar que se la arrebató a los Graiver, cuando estos eran torturados en los campos de concentración.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Elisa Carrió que se envuelve en el discurso republicano pero que en realidad sólo es un paraguas verbal para defender a los sectores concentrados de la economía.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Eduardo Duhalde cuando busca olvidar el pasado, llamar a las fuerzas armadas para reforzar la policía, y hacer una política de consenso con la mesa de enlace, el grupo Clarín, la AEA y el gobierno de los EE.UU
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Francisco de Narváez, anunciando programas inexistentes cuando su verdadero plan es un refrito de las falacias de los noventa.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Mauricio Macri, cuando su gestión y sus equipos han sido desnudados por dos años de fracasos y hay cierto marchitamiento de su proyección nacional como la de un real Menem rubio de ojos celestes.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Felipe Solá enarbolando un pasado peronista real del cual ha extirpado hasta el último vestigio.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Gerardo Morales cuando denuncia que la notable obra social de Milagro Sala es el poder económico de Jujuy contra el cual hay que luchar.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Néstor Kirchner, cuando quiere explicar negocios realizados durante su gestión o la de su esposa Cristina Fernández, que aunque sean legales en el mejor de los casos, en el peor y más evidente dejan flancos que debilitan hechos significativos de los últimos siete años.
Fingen o aparentan lo que no son o lo que no sienten todo el periodismo “puro e independiente” que ignora las gravísimas denuncias con nombre y apellido que sobre el poder económico realizara el ex presidente Néstor Kirchner. Las mismas no han sido recogidas ni siquiera por un experto en trasladar denuncias a los tribunales como Ricardo Monners Sanz
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente la ensayista Beatriz Sarlo, que empieza su nota de opinión en Clarín del 11-02-2010 “Kirchner, el gran gerente” afirmando sobre la gratuidad del diario “El Argentino” con la aclaración de “el adjetivo gratuito lleva a preguntarse con que fondos se financia la gratuidad, que los lectores seguramente agradecen, como agradecen los reaparecidos goles de Canal 7 que tampoco son gratis”. Sarlo hace un guiño a su contratante, pero su agachada es muy visible porque Clarín también tiene un diario gratuito al que no menciona como La Razón, y que una intelectual que pasó por los análisis afiebrados del Partido Comunista Revolucionario aparente que solo la gratuidad de los goles alguien los paga, cuando lo mismo sucede con la gratuidad de la educación y la salud pública no es precisamente por ignorancia.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Mariano Grondona cuando después de auspiciar y ser cómplice de todos los golpes de Estado, ahora descubre que Perón tenía razón cuando sostenía: “ lo mejor que tenemos es el pueblo”.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente Cristiano Ratazzi, presidente de la Fiat, cuando afirma, después de ser seducido por Pepe Mujica en el Conrad de Punta del Este: “La Argentina viene de 80 años de decadencia.” Es decir que la declinación comienza con el golpe del 6 de septiembre de 1930, con el principio del fin del modelo de economía primaria exportadora, en el que la industria nacional no tenía lugar. De esto se desprende que para hacer negocios los empresarios no tienen un pelo de zonzos, pero en cuanto a visión política son calvos.
Finge o aparenta lo que no es o lo que no siente el periodista Alfredo Leuco, que mientras se hace gárgaras de republicanismo y respeto a las instituciones pergeña frases “originales” en dirección contraria sindicando a Néstor Kirchner como “el jefe de la jefa de estado”
HIPOCRESÍAS(2)
La hipocresía no es propiedad exclusiva de los protagonistas, sino que se encuentra en quienes en el papel de fiscales impolutos y subidos a un banquito se olvidan que las pústulas surgen de un sistema capitalista mundial que existe en la feliz expresión de Carlos Marx “envuelto en sangre y lodo”
La hipocresía atraviesa a la sociedad y se hace palpable en los sectores sociales medios y altos que mientras producen el mejor verano de la última década o compran 550.000 autos en plena crisis afirman muy suelto de cuerpo que esto así no puede continuar, que a “la yegua” no la soportan, que asaltan todas las cajas y que no soportan la crispación. Tal vez deberían recordar aquel chiste trágico de fines de 1975, cuando se mencionaba a Videla como futuro presidente al que se lo apodaba atún, porque era mejor que la caballa.
La hipocresía atraviesa a la sociedad cuando los sectores medios y altos, los más protegidos, que sentados en la Biela, en los distintos bares de Palermo o Caballito, o caminando por los distintos centros de Buenos Aires afirman muy sueltos de cuerpo que “ ya no se puede salir a la calle”.
Pero es difícil superar en la materia el reportaje a Enrique Macaya Márquez que le realiza su empleador el diario Clarín en la sección espectáculos del 07-02-2010: El periodista pregunta como si Torneos y Competencia no tuviera nada que ver con el diario de Magnetto, y Macaya Márquez como si nunca hubiera trabajado en Torneos y Competencias.
Periodista: “Por culpa de Fútbol de Primera nacieron esos programas que, en lugar de mostrar el partido, enfocaban las tribunas y los festejos del técnico, con los resultados de los partidos sobreimpresos. Una avivada: uno no estaba viendo nada”
Macaya Márquez: Cuando no tuvieron las imágenes…¡ Inventaron eso! ¡Hacer radio mostrando una tribuna! Increíble. Si uno lo piensa es un absurdo. Y marcaba muy bien ¿Cómo puede marcar?
Resulta casi obvio decirlo. Macaya Márquez trabajó 25 años en Fútbol de Primera.
POSDATA: Las hipocresías descriptas que atraviesan a la sociedad y sus protagonistas, no deben impedir visualizar que se está librando una gigantesca batalla, en donde por encima de las debilidades, limitaciones, errores y flaquezas del gobierno, hay una bateria de medidas y desarrollos ideológicos que han determinado un mejor presente y con cuya profundización se puede avizorar un mejor futuro. Enfrente sólo está el establishment más descarnado con sus diversas expresiones políticas que proponen como mañana lo más oscuro del ayer. Algunas variantes de izquierda, que pretenden ser superadoras han cometido errores torpes y pueden volver a incurrir en los mismos siendo funcionales a lo que dicen combatir, si se posicionan como la izquierda del establishment donde indefectiblemente deberán llorar mañana lo que se ha hecho bien hasta hoy y que será demolido si gana algunos de los candidatos que se perfilan . El acorralamiento del gobierno, más allá de sus impericias, no es por lo que hecho mal, sino precisamente por sus cosas positivas, por lo que ha afectado a sectores del establishment. Desconocer esto y apostar a " cuanto peor, mejor", es repetir libretos que costaron muy caros. Se están jugando momentos decisivos. A las miserabilidades progresistas "la historia no las absolverá". Del poder económico no puede esperarse otra cosa. Los que contemplan el partido desde las tribunas, padecerán su neutralidad. La relación de fuerzas es hoy desfavorable. Intentar cambiarla, es posiblemente el mandato de la hora.