(La Política OnLine). Varios están enojados porque se quedaron sin lugar en el reparto, otros están directamente alejados de Macri y sin ningún pie en el Ejecutivo. Una legisladora se reunió en secreto con López Murphy y ya firma proyectos con la oposición. A otro diputado peronista le echaron un funcionario de su confianza y lo dejaron sin la comisión con la que hizo campaña. Cómo queda el nuevo esquema de distribución y los heridos de la compleja nueva Legislatura que todavía no sesionó.
Un conflicto de envergadura se libra en la Legislatura porteña en estas semanas. Allí el nuevo grupo “Festilindo” que anima a Gabriela Michetti, siete en total más dos aliados circunstanciales, no logró saldar su interna con el resto de los 26 que conforman la bancada.
Pero a ellos se le suman ahora dos diputados más del bloque que están furiosos con Mauricio Macri y ya tomaron distancia.
Por ello en la “mesa chica” de la que forman parte el vicepresidente de la Legislatura, Oscar Moscariello, el titular del bloque Cristian Ritondo, el michettista Fernando de Andreis y Enzo Pagani por Recrear, aceptan que aún no hay un acuerdo sobre la distribución de cargos y lugares para todos.
Si bien uno de los disparadores del malestar fue el reparto de comisiones, también en esta batalla interna se juegan puestos en el Ejecutivo.
Uno de los más distanciados de Macri es el peronista macrista Daniel Amoroso. Segundo en la lista que le permitió renovar su banca hasta 2013, hizo campaña con enormes afiches relacionados con su trabajo como presidente de la comisión de Tránsito y Transporte. Ese lugar quedó para el kirchnerista Claudio Palmeyro, quien reporta al taxista Omar Viviani.
Además está furioso tras la salida del subsecretario de Trabajo, Jorge Ginzo, hombre de su confianza que fue eyectado luego de un polémico decreto (el 625) en el que se pedía información sensible (como adicciones y datos confidenciales) de los trabajadores de la ciudad.
Por ello en la bancada que conduce Ritondo, también peronista y amigo personal de Amoroso, le ofrecerán la comisión de Ecología como premio consuelo.
El año pasado Marta Varela, de Recrear y quien también renovó su banca en 2009, estuvo a cargo de esa comisión. Sin embargo, según detallaron a LPO fuentes parlamentarias del PRO, estaría dispuesta a ceder su lugar a cambio de quedarse con la comisión de Patrimonio Histórico. Allí pelea con Patricio Di Stéfano la presidencia.
El caso Rodríguez Araya
El otro caso de malestar se da en el despacho de la legisladora María Eugenia Rodríguez Araya, a quien sus colegas apodaron “la zurda” del bloque por su cercanía a varias diputadas opositoras.
Rodríguez Araya, en un gesto cuasi opositor, se reunió ayer en secreto en su oficina con su viejo jefe político: el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy, hoy fuertemente enfrentado a Macri. La diputada comenzó su carrera en el lopezmurphysmo, donde participó de varias campañas políticas como parte de Recrear. De hecho, hoy en día varios de sus asesores reportan al “bulldog”.
En la reunión, el economista le dio su apoyo tras el veto del Ejecutivo a la Ley que creaba una Oficina de Trata de Personas, acaso una de las banderas de la diputada desde que comenzó su mandato en 2007.
Además, charlaron de la ciudad y de los principales conflictos como las inundaciones y los vetos en forma más general.
“Está en muy confrontativa. En el bloque le avisamos que no debería estar tan enojada ya que la dependencia que quería crear tenía informes técnicos desfavorables del Ejecutivo ya en junio del año pasado”, apuntó a este medio una alta fuente legislativa.
“Le avisamos, pero a pesar de ello le dimos cobertura para que lo sacara. Pero nadie quiere que le impongan una Oficina con presupuesto cuando los recursos de la subsecretaria de Derechos Humanos no sobran”, agregó.
Pero no sólo eso: Rodríguez Araya firmó recientemente un proyecto impulsado por la centroizquierda para que los “trapitos” tengan rango de empleado de público, una iniciativa que está lejana al macrismo.
De todas maneras, la semana pasada en una reunión de los seis miembros de Recrear acordaron mantener el esquema de negociaciones en la Legislatura que se instaló cuando desembarcó en 2007.
El michettismo y el reparto de comisiones
En las filas del michettismo el sabor predominante sigue siendo agridulce. Si bien perdieron la vicepresidencia primera y la presidencia del bloque, intentan acomodarse, casi a los codazos, en las comisiones.
Así, Martín Borrelli, quien siempre se mostró leal a la ex vicejefa, se aseguró la de Seguridad a pedido expreso del ministro Guillermo Montenegro.
Por su lado, el otro michettista de peso, Helio Rebot, ex subsecretario de Derechos Humanos, se quedaría con la Junta de Ética ya que Asuntos Constitucionales se la llevó el radicalismo PRO que conduce Daniel “el tano” Angelici, el poderoso empresario del juego que además se desempeña como tesorero de Boca.
Mientras tanto otros dos jóvenes amigos de la ex vicejefa se afianzan como futuros presidentes de comisión: Fernando de Andreis (cabeza de lista, estará en Obras Públicas) y Victoria Morales Gorleri (vinculada a la Iglesia, en Educación).
Una legisladora de peso que quedó afuera de la presidencia de la comisión de Salud es Lidia Saya, una de las principales sostenedoras del ministro Jorge Lemus, quien ahora podría tener problemas tras la llegada de Jorge Selser (Proyecto Sur) a la comisión.
Extrañamente, o no tanto, Saya se enteró casi de casualidad en el recinto de sesiones que se quedaba, tras dos años de trabajo, sin la comisión. Como ofrenda, le ofrecieron la comisión de Defensa del Consumidor.
En Justicia, Gerardo Ingaramo ganó la pelea a Rebot mientra que, como se dijo, gracias a los buenos oficios del “tano” Angelici, Martín Ocampo desembarcará en Asuntos Constitucionales mientras que Oscar Zago recaería en la de Espacio Público.
Por su parte, también se lo vio desorientado a Avelino Tamargo, quien siempre se apoyó en el renunciante Néstor “el turco” Abbas.
Lo cierto es que la interna no está saldada y eso provocó que desde el 10 de diciembre no se pudieran conformar las comisiones con la consecuente paralización de la actividad parlamentaria.
En el macrismo creen que hay grandes chances que cuando el primero de marzo Macri abra el período de sesiones la cuestión no esté saldada. “Sería un papelón institucional”, se oye decir en la Legislatura. “Definiremos todo entre el primero y el cuatro de marzo”, asegura off the record un legislador michettista.
A todo este panorama se le suma uno más grave: la virtual parálisis que podría sufrir la Legislatura, de al menos seis meses según calculan en varios bloques, dadas las posturas netamente opositoras que tendrán la mayoría de los bloques.
Es que a diferencia de la anterior composición parlamentaria, donde un grupo de diputados que encabezaba Diego Santilli definía la agenda parlamentaria con consensos de hasta 40 legisladores, el sesgo sumamente anti oficialista de Proyecto Sur, el ibarrismo, el Acuerdo Cívico y Social y los independientes prometen complicar la sanción de leyes que le interesan al Ejecutivo.
Por ello en el PRO no descartan que Macri comience a gobernar vía decretos ante un futuro parate de la Legislatura por los próximos seis meses.
Un conflicto de envergadura se libra en la Legislatura porteña en estas semanas. Allí el nuevo grupo “Festilindo” que anima a Gabriela Michetti, siete en total más dos aliados circunstanciales, no logró saldar su interna con el resto de los 26 que conforman la bancada.
Pero a ellos se le suman ahora dos diputados más del bloque que están furiosos con Mauricio Macri y ya tomaron distancia.
Por ello en la “mesa chica” de la que forman parte el vicepresidente de la Legislatura, Oscar Moscariello, el titular del bloque Cristian Ritondo, el michettista Fernando de Andreis y Enzo Pagani por Recrear, aceptan que aún no hay un acuerdo sobre la distribución de cargos y lugares para todos.
Si bien uno de los disparadores del malestar fue el reparto de comisiones, también en esta batalla interna se juegan puestos en el Ejecutivo.
Uno de los más distanciados de Macri es el peronista macrista Daniel Amoroso. Segundo en la lista que le permitió renovar su banca hasta 2013, hizo campaña con enormes afiches relacionados con su trabajo como presidente de la comisión de Tránsito y Transporte. Ese lugar quedó para el kirchnerista Claudio Palmeyro, quien reporta al taxista Omar Viviani.
Además está furioso tras la salida del subsecretario de Trabajo, Jorge Ginzo, hombre de su confianza que fue eyectado luego de un polémico decreto (el 625) en el que se pedía información sensible (como adicciones y datos confidenciales) de los trabajadores de la ciudad.
Por ello en la bancada que conduce Ritondo, también peronista y amigo personal de Amoroso, le ofrecerán la comisión de Ecología como premio consuelo.
El año pasado Marta Varela, de Recrear y quien también renovó su banca en 2009, estuvo a cargo de esa comisión. Sin embargo, según detallaron a LPO fuentes parlamentarias del PRO, estaría dispuesta a ceder su lugar a cambio de quedarse con la comisión de Patrimonio Histórico. Allí pelea con Patricio Di Stéfano la presidencia.
El caso Rodríguez Araya
El otro caso de malestar se da en el despacho de la legisladora María Eugenia Rodríguez Araya, a quien sus colegas apodaron “la zurda” del bloque por su cercanía a varias diputadas opositoras.
Rodríguez Araya, en un gesto cuasi opositor, se reunió ayer en secreto en su oficina con su viejo jefe político: el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy, hoy fuertemente enfrentado a Macri. La diputada comenzó su carrera en el lopezmurphysmo, donde participó de varias campañas políticas como parte de Recrear. De hecho, hoy en día varios de sus asesores reportan al “bulldog”.
En la reunión, el economista le dio su apoyo tras el veto del Ejecutivo a la Ley que creaba una Oficina de Trata de Personas, acaso una de las banderas de la diputada desde que comenzó su mandato en 2007.
Además, charlaron de la ciudad y de los principales conflictos como las inundaciones y los vetos en forma más general.
“Está en muy confrontativa. En el bloque le avisamos que no debería estar tan enojada ya que la dependencia que quería crear tenía informes técnicos desfavorables del Ejecutivo ya en junio del año pasado”, apuntó a este medio una alta fuente legislativa.
“Le avisamos, pero a pesar de ello le dimos cobertura para que lo sacara. Pero nadie quiere que le impongan una Oficina con presupuesto cuando los recursos de la subsecretaria de Derechos Humanos no sobran”, agregó.
Pero no sólo eso: Rodríguez Araya firmó recientemente un proyecto impulsado por la centroizquierda para que los “trapitos” tengan rango de empleado de público, una iniciativa que está lejana al macrismo.
De todas maneras, la semana pasada en una reunión de los seis miembros de Recrear acordaron mantener el esquema de negociaciones en la Legislatura que se instaló cuando desembarcó en 2007.
El michettismo y el reparto de comisiones
En las filas del michettismo el sabor predominante sigue siendo agridulce. Si bien perdieron la vicepresidencia primera y la presidencia del bloque, intentan acomodarse, casi a los codazos, en las comisiones.
Así, Martín Borrelli, quien siempre se mostró leal a la ex vicejefa, se aseguró la de Seguridad a pedido expreso del ministro Guillermo Montenegro.
Por su lado, el otro michettista de peso, Helio Rebot, ex subsecretario de Derechos Humanos, se quedaría con la Junta de Ética ya que Asuntos Constitucionales se la llevó el radicalismo PRO que conduce Daniel “el tano” Angelici, el poderoso empresario del juego que además se desempeña como tesorero de Boca.
Mientras tanto otros dos jóvenes amigos de la ex vicejefa se afianzan como futuros presidentes de comisión: Fernando de Andreis (cabeza de lista, estará en Obras Públicas) y Victoria Morales Gorleri (vinculada a la Iglesia, en Educación).
Una legisladora de peso que quedó afuera de la presidencia de la comisión de Salud es Lidia Saya, una de las principales sostenedoras del ministro Jorge Lemus, quien ahora podría tener problemas tras la llegada de Jorge Selser (Proyecto Sur) a la comisión.
Extrañamente, o no tanto, Saya se enteró casi de casualidad en el recinto de sesiones que se quedaba, tras dos años de trabajo, sin la comisión. Como ofrenda, le ofrecieron la comisión de Defensa del Consumidor.
En Justicia, Gerardo Ingaramo ganó la pelea a Rebot mientra que, como se dijo, gracias a los buenos oficios del “tano” Angelici, Martín Ocampo desembarcará en Asuntos Constitucionales mientras que Oscar Zago recaería en la de Espacio Público.
Por su parte, también se lo vio desorientado a Avelino Tamargo, quien siempre se apoyó en el renunciante Néstor “el turco” Abbas.
Lo cierto es que la interna no está saldada y eso provocó que desde el 10 de diciembre no se pudieran conformar las comisiones con la consecuente paralización de la actividad parlamentaria.
En el macrismo creen que hay grandes chances que cuando el primero de marzo Macri abra el período de sesiones la cuestión no esté saldada. “Sería un papelón institucional”, se oye decir en la Legislatura. “Definiremos todo entre el primero y el cuatro de marzo”, asegura off the record un legislador michettista.
A todo este panorama se le suma uno más grave: la virtual parálisis que podría sufrir la Legislatura, de al menos seis meses según calculan en varios bloques, dadas las posturas netamente opositoras que tendrán la mayoría de los bloques.
Es que a diferencia de la anterior composición parlamentaria, donde un grupo de diputados que encabezaba Diego Santilli definía la agenda parlamentaria con consensos de hasta 40 legisladores, el sesgo sumamente anti oficialista de Proyecto Sur, el ibarrismo, el Acuerdo Cívico y Social y los independientes prometen complicar la sanción de leyes que le interesan al Ejecutivo.
Por ello en el PRO no descartan que Macri comience a gobernar vía decretos ante un futuro parate de la Legislatura por los próximos seis meses.
1 comentario:
El que le roba a un ladrón.....
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