Fue su coordinador del programa de salud adolescente, denunció misoginia . Se presentó como vocero oficial.
El ministro de Salud Adolfo Rubinstein envió a un funcionario al Congreso a defender el aborto legal y alteró a los senadores de Cambiemos, molestos porque el invitado dijo que su posición era la oficial.
Se trata de Juan Escobar, coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia, convencido que el aborto legal es la solución para evitar muertes de jóvenes.
"El riesgo de muerte materna es el doble en las menores de 15 años que en las mujeres mayores. Cuando una adolescente de 15 queda embarazada su futuro y su presente cambian radicalmente", empezó.
"La mayoría de estos embarazos son productos de violencia sexual, ejercida por integrantes de la familia o del entorno cercano. Esta problemática deja entrever no sólo la violencia de quien comete el delito, sino de todo el aparato médico judicial que generalmente revictimiza a estas niñas y termina protegiendo de múltiples formas al varón abusador".
"Obligar a una niña adolescente, que no ha terminado de crecer, a llevar a término un embarazo forzado o no deseado es una violación de sus derechos humanos equivalente a la tortura o trato cruel".
Y cerró con una frase polémica. "Como varón, incapaz de gestar y por tanto de abortar, quiero interpelar a los otros varones: senadores, jueces, médicos, padres, hijos. Es fundamental hacer evidente el papel del machismo y la misoginia en las acciones de oposición a este proyecto de ley, que emprenden muchos hombres desde lo político-público hasta lo cotidiano-personal".
"¿Usted habla por su cuenta o es una voz oficial?", preguntó la salteña María Fiore de Viñuales, una de las militantes contra el aborto y recordó que otros funcionarios nacionales están en contra de la ley.
"Si claro, hablo como funcionario del Ministerio de Salud", respondió sin vueltas Escobar y dejó perplejos a los pocos senadores de Cambiemos presentes.
"No hemos tratado de imponer nada a nadie. Si yo hubiera tratado de imponer, mi hija de 13 años no usaría el pañuelo verde como lo usa", se quejó el macrista correntino Pedro Braillard Poccard, en contra de la ley.
El radical Mario Fiad, a cargo de la comisión de Salud y con la misión de coordinar e plenario, insistió varias veces para que aclarara si halaba por el Gobierno.
Escobar siempre le dijo que si y recordó que Rubinstein ya expuso su posición favorable al aborto legal. La repetirá el martes y será la herramienta de los verdes para sumar los votos que faltan.
"No creo que el Gobierno piense que los que estamos a favor de las dos vidas seamos machistas, misóginos. Me parece que están demás esos calificativos", supuso el justicialista José Mayans.
Como el martes, volvieron las peleas entre senadores y expositores, casi a los gritos pero con la solemnidad habitual en esta Cámara.
El cruce más fuerte fue entre la ex diputada radical María Luisa Storani y Fiore Viñuales, que junto a las radicales Silvia Elías de Pérez y Olga Brizuela y Doria forman un trío preparado para incomodar a quienes apoyan la ley.
Storani no habló del proyecto en cuestión y cuestionó otro presentado por el macrista Federico Pinedo para habilitar la adopción prenatal para evitar abortos.
"Profundizamos los conceptos de la adopción a la luz de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de la Ley 26.061, que fue el gran logro. Y hoy aparece un proyecto con la guarda puesta. Es decir, hoy podemos hacer adopciones prenatales. ¿En qué mundo estamos?".
"No estamos discutiendo eso. Es irrespetuoso que hable de un proyecto que no está en tratamiento", la atacó Fiore. "¡De ninguna manera voy a permitir que me trate de irrespetuosa. No le estoy faltando el respeto!", respondió Storani.
Brizuela y Doria se exaltó contra el médico Victor Urbani porque se alarmó por la gran cantidad de abortos clandestinos entre las causales de la muerte materna, uno de los tantos datos en disputa.
"El Ministerio de Salud dice que la principal causa de egresos hospitalarios es por abortos. Más que diabetes, tuberculosos e hipertensión. Y para estos flagelos hay planes de salud", se defendió el médico.
Su colega santafesino Guillermo Kerz está en contra del aborto y se sumó al pedido para no hacer públicos a los objetores de conciencia. "No se pueden publicar por violación de la ley de data sensible".
"En 2018 seguimos explicarles a los profesionales de la salud los casos de abortos no punibles", se enfureció la radical mendocina Pamela Verasay tuvo la misión de interrogar por los verdes.
Daiana Asquini, del Partido Piquetero, rompió la calma habitual del salón de las provincias para increpar a los indecisos. "Los radicales, escuchen a su convención"; "El PRO es un partido liberal, ustedes no"; "Michetti, Vidal y Larreta participaron de un tedeum"; "Macri es un Machirulo"; "Los 5 indecisos peronistas no tienen que darle el gusto a Durán Barba. ¡Hágan como Verna!", les pidió.
Sólo Mayans intentó frenarla y Pedro Guastavino, a cargo de la comisión, le tuvo que pedir calma. Las celestes prefirieron no preguntar.
La organización Pro Vida, emblema de la lucha antiaborto, dijo presente temprano con Jorge Quarrachino. Especuló sobre un comercio clandestino de restos humanos: "El proyecto no dice nada sobre qué pasa con los restos fetales abortados, no se dice si se los entierra, si se los tira a la basura, nada. Eso está ahí para que cualquiera haga cualquier cosa, no va a ser delito".
Un dato de la tarde fueron las preguntas de la catamarqueña Inés Blass, del bloque justicialista y por ahora entre los indecisos. Le consultó a su coterránea Marina del Pilar Villagra, médica ginecóloga, sobre la necesidad de limitar la edad gestacional de las intervenciones. También se mostró preocupada por la instrumentación de la ley en provincias pequeñas. Todo le suma para decidir. (La Política OnLine).