(Nova).
Dentro de apenas dos semanas comenzará el tercer mes del año y falta poco para las elecciones primarias. Sin embargo, desde los sectores que pueden dar pelea no hay certezas. Hay indicios de algunas jugadas pero sólo quedan en meras señales. Ninguno se anima a dar el paso hacia delante y aclarar el panorama, aunque en el sciolismo dicen que no sacarán los pies del plato.
Mucho se especula con que el intendente de Tigre, Sergio Massa, jugará por fuera del FpV pero a la vez existen sobradas muestras de su buena relación con el kirchnerismo puro. Así quedó demostrado esta semana cuando en el discurso que dio en un acto, la diputada nacional cristinista Diana Conti arrojó: "Tigre es un modelo y la gestión de Massa es el ejemplo". Si el tigrense rompe relaciones con el gobierno, ¿seguirá pensando lo mismo?
Según pudo conocer NOVA, desde el kirchnerismo aceptarían que el alcalde de Tigre vaya con una lista propia en este 2013, siempre y cuando sea un aliado en el Congreso. Sucede que los espacios que responden al gobierno nacional pondrán sus fichas en la re-reelección de Cristina Kirchner y para eso necesitarán de legisladores funcionales.
Como ya ha informado en otras oportunidades este medio, el kirchnerismo en la Provincia está debilitado por no contar con un nombre fuerte. Por estas horas, está casi definido que la lista será encabezada por Alicia Kirchner pero no hay nada que asegure su triunfo, una alternativa puede llegar a desplazarla y allí es donde se encuentra el meollo de la cuestión.
Algunos dirigentes se muestran ansiosos porque saben que es ahora o nunca. Conocen la realidad bonaerense donde ven a un kirchnerismo sin representación y al pensar en la alternativa asoman los nombres de Sergio Massa, el gobernadorDaniel Scioli y hasta Francisco De Narváez, pero la indefinición de algunos de ellos, genera malestar en el ámbito provincial, sobre todo en dirigentes que ponen sus fichas en algunos de ellos.
El mandamás de Tigre es quien más adeptos logró captar en los últimos meses de 2012 y los primeros de 2013. Recorrió muchos distritos de la Provincia y obtuvo el visto bueno de intendentes, tanto peronistas como vecinalistas (y hasta radicales) como Gabriel Katopodis (San Martín), Luis Andreotti (San Fernando), Joaquín De La Torre (San Miguel),Luis Acuña (Hurlingham), Gustavo Posse (San Isidro), José Eseverri (Olavarría), Mario Meoni (Junín), Héctor "Cachi" Gutiérrez (Pergamino), Gilberto Alegre (General Villegas), Martín Caso (Rojas) e Ismael Passaglia (San Nicolás).
Los alcaldes estaban dispuestos a romper con el kirchnerismo y apoyar a Massa, pero el tiempo pasa y la falta de definición del jefe comunal de Tigre genera malestar en estos hombres. Algunos de los que están dentro del kirchnerismo (y algunos vecinalistas) no le ven sentido a "jugársela" por una figura que no se anima a dar el batacazo y entonces están más cerca de quedarse donde se encuentran que cambiar de espacio.
Los radicales están evaluando otras posibilidades porque ya no ven una alternativa en Massa. Los alcaldes que se mostraron cerca del intendente de Tigre ya no soportan que en las reuniones sólo hable de asuntos que tienen que ver con la gestión, a ellos le importa debatir sobre lineamientos y estrategias políticas. ¿Será el principio del fin?
En otro extremo, aunque no tan alejado, se encuentra Francisco De Narváez, quien supo ser la cara de la oposición en la Provincia en 2009. Claro que pasaron los años y ya no es el mismo. Tal como publicó días atrás NOVA, el "Colorado" está muy cerca de Scioli quien lo usará al empresario para colar hombres propios en su lista, y para que haga de "Chirolita", o sea que deje entrever públicamente lo que el ex motonauta no puede decir del gobierno nacional.
Durante 2012 hubo un acercamiento por parte del colombiano y el gobernador. Los elogios hacia Scioli fueron moneda corriente a mitad del año pasado. Si bien, el diputado nacional, públicamente asegura que no piensa una alianza con Scioli porque lo ve dentro del kirchnerismo, lo cierto es que existiría una especie de pacto secreto entre ambos. Por algo, en su visita a La Plata a principios de febrero, no quiso dar nombres de posibles aliados.
De la mano del hermano del gobernador, José "Pepe" Scioli, ambos dirigentes mantienen una fluida relación. La ecuación es simple, De Narváez perdió fuerza en la Legislatura bonaerense con la salida de Mónica López, Alberto Roberti yMaría Elena Torresi de Mércuri, quienes se pasaron al bloque massista, entonces acude a Scioli con la vista puesta en 2015. El "Colorado" quiere ser el representante de la Provincia mientras que Scioli tiene intenciones presidenciales, he aquí una posible fórmula.
El tiempo corre y las aguas comienzan a agitarse en una provincia donde todo pasa por reuniones secretas y especulaciones. No hay nadie que se anime a dar el primer paso y mover el tablero.
De todas maneras, si bien legisladores de la Juan Domingo (sciolistas que en suelo bonaerense coquetean con Massa) aseguran que el gobernador podría presentar listas propias enfrentando al kirchnerismo en las elecciones de este año si no se le respetan sus espacios en las listas, desde usinas cercanas al gobernador le indicaron a NOVA que "estos son amagues de algunos compañeros, pero es imposible que rompamos con Cristina".
Scioli se enfrenta con un panorama complicado en los próximos meses: docentes y estatales reclaman un aumento del 30 por ciento, y para el gobernador eso es imposible si el Estado nacional no amplía la partida presupuestaria en concepto de coparticipación y acude en su ayuda.
Se sabe es más que probable que las clases no comiencen en la provincia, y que los estatales comiencen con una serie de paros en la administración pública que podrían transformar al mayor Estado argentino en un caos.
"El gobierno nacional va a apretar con no mandar fondos para el pago de aumentos, pero en uno o dos meses va a ceder", dicen desde el sciolismo a esta agencia, anticipando que si "esto no sucede la gente va a pedir nuestras cabezas, pero también las de ellos, con consecuencias imprevisibles", augurando un panorama incierto y complicado tanto para CFK como para el gobernador.