La diputada nacional Claudia Rucci, presidenta del bloque “Unidos por una nueva Argentina” e integrante del interbloque Federal UNA, presentó un proyecto de ley que modifica la ley de Tránsito con el propósito de agravar las sanciones contra los conductores de vehículos que se nieguen a realizar un control de alcoholemia. Además, impulsa la instalación de sistemas de ignición por alcoholimetría, popularmente conocidos como “Alcolock”, en los automóviles de los conductores reincidentes en ese tipo de delitos.
En los fundamentos del proyecto de ley, Rucci afirma que “el alcohol es la causa de uno de cada tres accidentes mortales en los caminos”, por lo que es necesario establecer obligatoriamente en los vehículos de aquellas personas que hayan sido encontradas responsables de conducir con más alcohol en sangre de lo permitido “sistemas de control de alcoholemia de los conductores o dispositivos de bloqueo por alcoholemia”. Se refiere a “los denominados sistema de Optimización en Seguridad Vial y Alcolest (Sistema Ignición por Alcoholimetría) o ‘Alcolock’”. Estos dispositivos ya se encuentran ampliamente desarrollados de distintas maneras en países como Suecia, Noruega, Alemania, Holanda y España.
En el ámbito penal, el proyecto de ley también dota a la obligatoriedad del examen de alcoholemia de una sanción de naturaleza penal en el caso de una negativa injustificada. En tanto, en la órbita de la responsabilidad civil, el proyecto suma una presunción legal específica a las ya contenidas en la ley 24.449, por la que convierte en delito y no en falta a la negativa a realizarse un control de alcoholemia. Esta modificación toma como precedente un ejemplar fallo de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Mendoza, que dice: “Para la ley, nunca puede significar lo mismo someterse a una conducta debida- test de alcoholemia - y obtener un resultado conforme a los límites permitidos por la misma ley-; que no practicarse el examen".
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