Hay distintos sistemas, que permiten ahorrar hasta el 80% del consumo en un año e incluso "vender" el excedente a las distribuidoras.
Mientras se discute de cuánto será el incremento de las tarifas, y producto de una concientización cada vez mayor sobre la importancia de cuidar el medioambiente, el interés de los argentinos por poder producir la electricidad que consumen en sus hogares aumentó exponencialmente. De hecho, según los datos de la Secretaría de Energía, durante 2020 se triplicaron los usuarios que generan energía e inyectan el excedente en la red eléctrica.
Instalar paneles solares en los hogares se transformó, entonces, en una buena opción para ahorrar dinero en el consumo de energía y contribuir a un mundo más sustentable.
Según detallaron desde empresas especializadas en la materia, hay distintos sistemas según cada necesidad y los precios para la instalación pueden oscilar entre los $350.000 y $600.000, dependiendo del consumo.
Se puede llegar a ahorrar hasta 80% en gas y electricidad por año y, con precios de tarifas congeladas, el recupero de la inversión puede demorar alrededor de cinco años. Señalan, además, que esta modalidad se transformó en una alternativa más eficiente y ecológica para sobrellevar cortes de luz sin tener la necesidad de emplear un generador a combustible.
"Nosotros, cada proyecto lo hacemos a medida. Porque no se consume lo mismo en todas las casas. Hay tres sistemas: el on grid, cuando el usuario está conectado a la red; y un off grid, cuando por ejemplo se está en un campo sin conexión a la red y es necesario contar con baterías. También se puede ir a un sistema híbrido, que es el conjunto de ambos y es el más completo", señaló a iProfesional Christian Biercamp, Co-Founder y CEO de Mobi Desarrollos Sustentables.
Biercamp sostuvo que para el caso del on grid, se le solicita al cliente la factura de luz para ver sus consumos reales en los últimos doce meses y, en función de eso, se realiza un proyecto a medida.
"El proyecto on grid es sin baterías. Sólo se genera energía cuando hay sol, si llueve automáticamente se conecta a la red. Es un sistema para ahorro. A mayor cantidad de paneles que pongas, tenés una mayor generación de energía. Lo bueno de este sistema es que el remanente de energía que se genera y no se consume, se puede inyectar a la red mediante la ley de generación distribuida. Eso realmente es excelente, porque se completa el proceso: no sólo se baja el consumo de energía al usar el sol en lugar de la red eléctrica, sino que si generás más energía de la que necesitás, la podés inyectar a la red con un medidor bidireccional", detalló.
En cuanto a la inversión necesaria, Biercamp resaltó que siempre depende del consumo y lo que el usuario pretenda generar mediante los paneles solares. "En un consumo promedio, para una casa tipo con diez paneles, con instalación incluida, puede costar entre los $350.000 y los $500.000", sostuvo, y remarcó que, con las tarifas planchadas, el recupero de la inversión puede tardar entre cinco y seis años.
"El sistema off grid, por su parte, es con baterías y se usa mucho en los campos, donde no llega la red eléctrica. Pero, por ejemplo, el año pasado, cuando la gente empezó a ver que las tarifas se habían parado y se venía el verano, la gente empezó a invertir mucho en estos sistemas off grid, para evitar los cortes de luz. Cuando se corta la luz, estás cubierto con un banco de baterías y se abastece lo que vos necesitás: ya sea la heladera, una computadora o cargar el celular. Cuando se corta la luz, automáticamente usás la energía que tenés en las baterías", agregó Biercamp. Este sistema, con la inclusión de las baterías y un inversor que adapta las variables eléctricas, cuesta entre $400.000 y $600.000.
El híbrido, por su parte, conjuga los dos sistemas y permite tanto inyectar a la red el excedente de lo que se produce mediante el sol como así también contar con baterías en casos de cortes. Cuesta, con instalación incluida, entre $400.000 y $600.000.
Consumo
"El sistema off grid, por su parte, es con baterías y se usa mucho en los campos, donde no llega la red eléctrica. Pero, por ejemplo, el año pasado, cuando la gente empezó a ver que las tarifas se habían parado y se venía el verano, la gente empezó a invertir mucho en estos sistemas off grid, para evitar los cortes de luz. Cuando se corta la luz, estás cubierto con un banco de baterías y se abastece lo que vos necesitás: ya sea la heladera, una computadora o cargar el celular. Cuando se corta la luz, automáticamente usás la energía que tenés en las baterías", agregó Biercamp. Este sistema, con la inclusión de las baterías y un inversor que adapta las variables eléctricas, cuesta entre $400.000 y $600.000.
El híbrido, por su parte, conjuga los dos sistemas y permite tanto inyectar a la red el excedente de lo que se produce mediante el sol como así también contar con baterías en casos de cortes. Cuesta, con instalación incluida, entre $400.000 y $600.000.
Sobre el tipo de demanda, Grampa sostuvo que muchas empresas apuestan a los paneles solares como una inversión. "La electricidad para una fábrica es muy cara, mucho más cara que para una vivienda. Entonces, se instalan paneles solares y cubren gran parte de su consumo. Por lo tanto, en cuatro años pueden recuperar la inversión y después son muchos años de retorno que les da esa inversión", remarcó el especialista, y agregó: "En cuanto a nivel residencial, yo creo que es más un estilo de vida. A muchas personas les interesa tener paneles solares por la sustentabilidad y a lo mejor no están buscando ahorrar en electricidad".
Finalmente, Grampa remarcó que el interés por instalar paneles solares crece cuando se acerca el verano: "Cuando la gente está consumiendo mucha electricidad, va a tender a querer instalar más equipos", concluyó.
Los precios para la instalación pueden oscilar entre los $350.000 y $600.000, dependiendo del consumo
Sistema anti cortes
Ernesto Riquelme, de Servicio Integral de Optimización de Energía (SIO), sostuvo por su parte que "en Argentina ahora la energía es barata, por lo que amortizar un equipo es más difícil". "Por eso creo que mucha gente que lo instala lo hace más por una cuestión sustentable, para cuidar el medio ambiente", remarcó Riquelme.
Sin embargo, también "muchos lo usan como backup, para cuando se corta la luz, se activa directamente y se ahorra utilizar los generadores y gastar dinero en combustible. Con eso, se mantiene funcionando la heladera, un televisor o cargás celulares", agregó el especialista, quien remarcó que el inversor y los paneles pueden funcionar unos 25 años: "Las baterías duran un poco menos. Por ejemplo, si estás en un campo y las usás todos los días, tienen una vida útil de entre tres y cuatro años". (IProfesional.com).
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