Los metrodelegados insisten en el reclamo para tener dos francos laborales y el retiro de unidades que según ellos causan daños a la salud.
“Recordamos que la necesidad de reducir la jornada semanal está planteada por cuestiones de salud, para reducir la exposición al asbesto, mineral cancerígeno cuya presencia en la red subterránea salió a la luz en el año 2018″, advierte el comunicado emitido por Roberto Pianelli y Néstor Segovia, secretarios general y adjunto de la AGTSyP, respectivamente.
De esta manera, los usuarios tendrán complicaciones para viajar en el comienzo del día, por lo que se cargarán nuevamente las paradas de colectivos de las terminales.
Por su parte, la empresa Emova, concesionaria del Subte, “lamenta que se perjudique directamente a los usuarios, especialmente en una franja horaria de alta demanda del servicio, donde los pasajeros se dirigen a sus trabajos, universidades, escuelas o incluso médicos y hospitales”.
LA RESPUESTA DE EMOVA
Desde la operadora indicaron que “no existe riesgo alguno para la salud de los trabajadores” y precisaron que “se realizan permanentes mediciones de calidad de aire en todos los ámbitos del Subte cuyos registros arrojan resultados muy por debajo de los niveles admitidos en las normas y asimismo iguales o inferiores a los que se detectan en la vía pública”.
En un comunicado, destacaron que “en el subte no hay declaración de insalubridad, tal como lo determinó la Sala II de la Cámara de Apelaciones del Trabajo”.
“Trabajamos activamente en el plan de desabestización, en continuidad con el proceso iniciado por Metrovías hace cuatro años. Este trabajo se realiza a través de una mesa interdisciplinaria en la que participan también las entidades gremiales y que funciona en la Dirección de Protección del Trabajo del GCBA”, puntualizaron.
Al respecto, detallaron que “se contrataron empresas especializadas y certificadas específicamente para trabajos con asbestos y se ha avanzado desasbestizando las formaciones tanto en el Taller Rancagua (Línea B) como en Lacarra (Línea E). Estas empresas operan bajo la supervisión de la Agencia de Protección Ambiental de la CABA y de la Subsecretaría de Trabajo”.
En ese sentido, pusieron de relieve que sus protocolos de trabajo son “absolutamente seguros” y subrayaron que “cuentan con una validación independiente por parte de especialistas en materia de asbesto y están verificados por la Universidad Tecnológica Nacional”.
“La problemática de la presencia de asbesto es una cuestión global. En otras ciudades como Madrid, Nueva York y Santiago de Chile han intervenido sobre formaciones y espacios de trabajo con asbesto y son mantenidos con protocolos similares a los nuestros, en tanto que los empleados realizan jornadas laborales en Madrid de 37,5 horas semanales, en Nueva York de 43 y en Santiago de 45″, sostuvieron.
Para Emova, resulta “inviable” reducir una jornada de 36 horas semanales sin afectar las actividades de operación y mantenimiento de la red de Subte porque el incremento en la cantidad de francos pretendido manteniendo la actual jornada diaria de 6 horas, implicaría una disminución de 36 a 30 horas semanales, y destacaron que no existe antecedente en Latinoamérica y del mundo de una jornada semanal como la que está demandando el gremio.
“Emova ha asistido a todas las audiencias desarrolladas por las autoridades laborales de la Ciudad, manifestando en reiteradas oportunidades su disposición a analizar cambios en sus esquemas de trabajo para que los colaboradores obtengan dos francos, pero sin reducción de la jornada semanal”, concluyeron.
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