Firmaron el dictamen del proyecto que llegó del Senado para volver a negociar con los bonistas en default. Hoy sancionarán la ley en el recinto. Sólo el Frente Amplio Progresista y la Coalición Cívica se oponen. Algunos radicales querían abstenerse pero fueron minoría.
Cristina Kirchner contará hoy con la ley que le permite reabrir el canje de la deuda en default con apoyo de los principales bloques de la oposición, que son la UCR, el Frente Peronista, el PRO y el flamante Frente Renovador de Sergio Massa.
Todos firmaron el dictamen del proyecto que llegó hace quince días al Senado y fue aprobada la semana pasada con apoyo de los radicales y algunos peronistas opositores.
Ayer a la tarde el ministro Hernán Lorenzino y el secretario de Política Económica Axel Kicillof asistieron al plenario de comisiones de Diputados a exponer la ley, pero no tuvieron problemas en sumar aliados.
“Algunos diputados quieren firmar el dictamen ahora así que ya está disponible”, ofreció Carlos Heller, presidente de la Comisión de Finanzas, a cargo del plenario junto a la de Presupuesto.
“Serán los del oficialismo”, se escuchó desde el sector donde se ubicaban los opositores. “Sabe que no. Son de la oposición”, respondio un irónico Heller.
El primer gesto de apoyo llegó desde el bloque de Sergio Massa, conformado sólo unos minutos antes pero que se presentará formalmente hoy.
“Desde el bloque Frente Renovador vamos a votar a favor con disidencias”, informó Eduardo Amadeo.
Como en el Senado, las únicas voces en contra llegarán desde el interbloque la Coalición Cívica y el Frente Amplio Progresista, integrado por el GEN, el socialismo y el Frente Cívico cordobés.
A través del socialista Juan Carlos Zabalza, los primeros se acercaron a la UCR para ver si podían compartir el voto y no erosionar la alianza que mantienen en la provincia de Buenos Aires. Los radicales bonaerenses aceptaron la idea de abstenerse pero no tuvieron eco en su bancada.
“Nos interesaba llegar a una posición común, pero no se pudo. Nosotros siempre consideramos que la deuda es ilegítima y vamos a mantener esa posición. Necesitaríamos una política de Estado porque este problema le quedará al próximo Gobierno”, dijo Zabalza a LPO.
El PRO también anticipó su apoyo. “Vamos a votar a favor para que quede claro que la Argentina quiere pagar a todos sus acreedores por igual y para fortalecer así, la posición de nuestro país en los tribunales de Estados Unidos”, simplificó Federico Pinedo, el jefe de bloque.
Corto debate
Lorenzino reivindicó la idea de reabrir el canje ante el fallo de la Cámara de Estados Unidos, que calificó como impredecible y diferente a toda la doctrina jurídica sobre casos similares.
Kicillof, por su parte, volvió a ensayar una clase sobre las bondades de no haber tomado deuda en estos años y los riesgos de los países de la región que lo hicieron, aun a tasas bajas.
“Argentina sostuvo hasta marzo de este año la postura del ‘no pago’. ¿Por qué deciden pagar ahora, después de perder el pleito?”, preguntó Ricardo Gil Lavedra.
“Ese fallo no era previsible. La Pari passu (el pago en iguales condiciones que exige la justicia norteamericana) antes de Griesa no existía”, explicó Lorenzino.
El ministro le restó importancia a dos zonas grises que dejó el proyecto: la decisión de pagar en Argentina que Cristina anunció pero nunca apareció en el proyecto y la falta de una fecha para cerrar el canje.
Sobre esto último, el Senado dispuso que sea el congreso el que defina cuando terminar el canje. “Lo dejamos en manos de ustedes”, dijo el ministro.
De esa manera evitaron eliminar la ley cerrojo, sancionada en 2005 para impedir que los bonistas que no entraron al canje de ese año puedan hacerlo. Esta es la segunda vez que se pide una excepción.
“La jurisdicción no tiene porqué estar en el proyecto porque la ley de administración financiera permite al Gobierno definirla”, explicó, ante una consulta del diputado del Gen Gerardo Milman. (La Política OnLine).
Todos firmaron el dictamen del proyecto que llegó hace quince días al Senado y fue aprobada la semana pasada con apoyo de los radicales y algunos peronistas opositores.
Ayer a la tarde el ministro Hernán Lorenzino y el secretario de Política Económica Axel Kicillof asistieron al plenario de comisiones de Diputados a exponer la ley, pero no tuvieron problemas en sumar aliados.
“Algunos diputados quieren firmar el dictamen ahora así que ya está disponible”, ofreció Carlos Heller, presidente de la Comisión de Finanzas, a cargo del plenario junto a la de Presupuesto.
“Serán los del oficialismo”, se escuchó desde el sector donde se ubicaban los opositores. “Sabe que no. Son de la oposición”, respondio un irónico Heller.
El primer gesto de apoyo llegó desde el bloque de Sergio Massa, conformado sólo unos minutos antes pero que se presentará formalmente hoy.
“Desde el bloque Frente Renovador vamos a votar a favor con disidencias”, informó Eduardo Amadeo.
Como en el Senado, las únicas voces en contra llegarán desde el interbloque la Coalición Cívica y el Frente Amplio Progresista, integrado por el GEN, el socialismo y el Frente Cívico cordobés.
A través del socialista Juan Carlos Zabalza, los primeros se acercaron a la UCR para ver si podían compartir el voto y no erosionar la alianza que mantienen en la provincia de Buenos Aires. Los radicales bonaerenses aceptaron la idea de abstenerse pero no tuvieron eco en su bancada.
“Nos interesaba llegar a una posición común, pero no se pudo. Nosotros siempre consideramos que la deuda es ilegítima y vamos a mantener esa posición. Necesitaríamos una política de Estado porque este problema le quedará al próximo Gobierno”, dijo Zabalza a LPO.
El PRO también anticipó su apoyo. “Vamos a votar a favor para que quede claro que la Argentina quiere pagar a todos sus acreedores por igual y para fortalecer así, la posición de nuestro país en los tribunales de Estados Unidos”, simplificó Federico Pinedo, el jefe de bloque.
Corto debate
Lorenzino reivindicó la idea de reabrir el canje ante el fallo de la Cámara de Estados Unidos, que calificó como impredecible y diferente a toda la doctrina jurídica sobre casos similares.
Kicillof, por su parte, volvió a ensayar una clase sobre las bondades de no haber tomado deuda en estos años y los riesgos de los países de la región que lo hicieron, aun a tasas bajas.
“Argentina sostuvo hasta marzo de este año la postura del ‘no pago’. ¿Por qué deciden pagar ahora, después de perder el pleito?”, preguntó Ricardo Gil Lavedra.
“Ese fallo no era previsible. La Pari passu (el pago en iguales condiciones que exige la justicia norteamericana) antes de Griesa no existía”, explicó Lorenzino.
El ministro le restó importancia a dos zonas grises que dejó el proyecto: la decisión de pagar en Argentina que Cristina anunció pero nunca apareció en el proyecto y la falta de una fecha para cerrar el canje.
Sobre esto último, el Senado dispuso que sea el congreso el que defina cuando terminar el canje. “Lo dejamos en manos de ustedes”, dijo el ministro.
De esa manera evitaron eliminar la ley cerrojo, sancionada en 2005 para impedir que los bonistas que no entraron al canje de ese año puedan hacerlo. Esta es la segunda vez que se pide una excepción.
“La jurisdicción no tiene porqué estar en el proyecto porque la ley de administración financiera permite al Gobierno definirla”, explicó, ante una consulta del diputado del Gen Gerardo Milman. (La Política OnLine).
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