En el día de ayer Monseñor Oscar Ojea, Obispo de la Diócesis de San Isidro, fueentrevistado en la primera emisión anual del programa “Región Norte” que conduceMariano García Realini por canal zonal Somos Norte.El Obispo manifestó a lo largo del programa opiniones respecto a diversas problemáticasque inciden en el escenario social del ámbito provincial, nacional e internacional.Al ser consultado por la situación de la Diócesis, respondió que: “La zona Norte estámarcada por la diversidad cultural y socioeconómica, por lo cual desde la Iglesia buscamosintegrar, dialogar y crear puentes que unan”. Asimismo focalizó su preocupación sobre laproblemática de los jóvenes en riesgo, un grupo que busca evadirse de una realidad pocoamigable, hundiéndose en el uso de drogas que lo conducen en primer término a la evasióny luego a la entrada a un mundo tortuoso.
En relación a esta dramática situación, monseñor Ojea anunció la firma de un convenio decooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo, que permitirá abrir la posibilidadde acceso a una vida digna a los jóvenes de los barrios vulnerables, que caen en gravesproblemas de adicción a las drogas. También aclaró que la Iglesia no se propone focalizarsobre la oferta sino sobre la demanda de drogas, para lo cual se pregunta por qué el jovendemanda; confirmó que este es un fenómeno que se reproduce en los lugares máscarenciados, por donde no se puede deambular para realizar un tratamiento contra lasadicciones, además de otras situaciones perjudiciales como la violencia familiar, elhacinamiento, una educación deficitaria y el padecimiento de la soledad afectiva.De acuerdo a lo manifestado por el Obispo, el acuerdo con el BID abarca: “cuatro puntosde la Diócesis que corresponden a tres partidos (Vicente López, San Isidro y Tigre)”.Seguidamente afirmó que “en esos cuatro lugares se implementará un abordajecomunitario; la primera tendrá por objetivo trabajar con vecinos amigables que puedanacercarse a los chicos que están en las esquinas, o acompañarlos en situaciones difícilespara ir ganando la confianza de los chicos hasta que ellos estén preparados para acceder alCentro Barrial donde encontrarán un equipo de profesionales que lo guiarán para encontrarrespuesta a sus inquietudes personales como retomar el estudio y buscar un trabajo entreotras”.
El programa acordado con el BID tiene prevista una duración de dos años; paradesarrollarlo fue imprescindible considerar la necesidad de contar con cuatro operadores decalle, dos profesionales, un encargado de la Casa y un empleado de maestranza.Consultado respecto al clima pre electoral que se experimenta en la actualidad, monseñorOjea resaltó que: “Estamos en una suerte de bipolaridad, en la que cuesta pensarobjetivamente”; citó nuevamente la problemática de los jóvenes en riesgo, la cual constituye un problema inminente que requiere una mayor aproximación, pues de locontrario la violencia se acentuará”.Parafraseando a Pablo VI, monseñor Ojea afirmó que: “El diálogo tiene que ser claro,confiable, cordial y sencillo”. Si bien se mostró comprensivo con el clima que genera lacampaña política, exhortó a pensar en temas más trascendentes, citando a la educacióncomo ejemplo.La educación y la ayuda a niños en los lugares más vulnerables es un tema fundamental, ental sentido se refirió a la situación crítica que está afrontando la Iglesia Diocesana por elatraso en los pagos y la falta de actualización de las becas UDI (Unidades de DesarrolloInfantil), sobre dicho aspecto dijo: “Reconocemos los problemas, tenemos buen diálogocon el Gobierno de la Provincia, pero estamos preocupados”.Monseñor Ojea fue consultado también por el sentido de la familia a lo que respondió que:“La familia constituye una relación vincular muy fuerte, es la cuna de la vida”, a lo quepropuso trabajar por una familia sólida que genere relaciones estables.A modo de cierre de la entrevista el Obispo expresó que: “Hay una búsqueda muy grandede una vida más humana, y esa es una lucecita que nos hace caminar hacia la Fe”.
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