domingo, septiembre 18, 2022

Hay condiciones para suspender las PASO en la provincia de Buenos Aires

 

En la provincia de Buenos Aires los legisladores de ambas Cámaras ya hacen cuentas, en todo sentido. Se sabe que cualquier avanzada seria para suspender las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) debe estar validada por la Legislatura bonaerense, que regula el destino de casi 13 millones de electores con una ley propia, la Nº14.086, que fue sancionada en 2009 bajo la administración de Daniel Scioli y que engancha las primarias provinciales con las nacionales.

El dato político de la semana es que la intentona por la que nuevamente presionan los gobernadores peronistas en el Congreso nacional, donde el Frente de Todos con algunos esfuerzos conseguiría los votos necesarios para avanzar, efectivamente tiene chances de prosperar en la Legislatura bonaerense. Hay antecedentes cercanos, como los de Salta y San Juan, que alimentan especulaciones, a los que deben sumarse las intenciones de los oficialismos de Chubut y Catamarca de explorar el mismo camino.

“En la Legislatura bonaerense todos estamos mal pagos”, activa el llamador un legislador opositor.

En rigor, lejos de ser una alquimia imposible, una negociación de orfebrería, como la que podrían llevar adelante varios jugadores de peso que manejan los hilos de los dos recintos bonaerenses, permitiría avanzar con una suspensión de las PASO en un parlamento provincial que, pese a la paridad numérica, fue terreno fértil para parir, hace apenas algunos meses, la discutida reforma a la ley que pone un límite a las reelecciones indefinidas, para habilitar votaciones divididas del más extraño pelaje y abonar estruendosos portazos en los bloques mayoritarios.

La dinámica propia de la Legislatura bonaerense, con sus acuerdos cruzados, diversidad de jefaturas, y jugadores sueltos, podría ser el lubricante político perfecto para la suspensión de las PASO en la provincia de Buenos Aires, que concentra, nada más ni nada menos, que el 37% del padrón electoral de la Argentina. “Cuando hay acuerdo, hay acuerdo”, repiten en los pasillos del Palacio Legislativo de La Plata, para graficar que (casi) todo es posible.

Por estas horas la posible suspensión de las PASO es un tema de conversación recurrente en los despachos de los diferentes bloques legislativos de la capital de la provincia de Buenos Aires. Por caso, en las oficinas massistas, alineadas al ajuste fiscal que aplica su jefe político, explican por qué sería conveniente suspender las PASO “por única vez”. Naturalmente, la movida primero tendrá que tomar envión a nivel nacional, desde donde todavía llegan mensajes ambiguos. Es decisoria la postura que tome Cristina Kirchner, siempre refractaria a modificar la herramienta electoral de su autoría. Pero si eso ocurriese, el Frente de Todos tendría resquicios por donde avanzar en la Legislatura bonaerense. Veamos.

A priori, el escenario más empinado se presentaría en el Senado bonaerense, que conduce la matancera Verónica Magario, donde el peronismo y la oposición se reparten el recinto por partes iguales. El proyecto de suspensión de las PASO primero debería encontrar una ruta amigable en comisiones, donde el Frente de Todos apenas tiene mayoría y presidencia en dos. Es algo viable. Superado ese obstáculo, el peronismo tendría por delante el desafío de sentar a al menos un opositor en el recinto para conseguir el quórum. Tampoco sería una empresa improbable.

De acuerdo a lo que pudo saber Diputados Bonaerenses, al menos tres senadores de Juntos habrían sido sondeados en las últimas semanas para conseguir ese cometido e incluso se barajaron alternativas de cómo se podría concretar la estrategia. El dato enciende alarmas en el parlamento provincial.

Una opción sería la presentación de un proyecto que retome los argumentos que en 2019 utilizó Juntos por el Cambio para fundamentar su propio intento fallido de suspender las PASO. “Si deciden hacerlo y se ponen a trabajar en serio, tienen por donde entrar”, arriesgó una de las fuentes consultadas con años en los pasillos legislativos de La Plata. El argumento para afuera es consistente: en medio de la crisis económica no suena lógico gastar unos USD 110 millones, que fue lo que aproximadamente costaron las elecciones primarias en 2021, para que los partidos políticos definan sus internas partidarias.

En el Senado bonaerense el tema quedó latente, los sondeos abiertos y las ofertas sobre la mesa.

En la Cámara de Diputados bonaerense, que preside el lomense Federico Otermín, el horizonte aparece más despejado. El Frente de Todos, con dos aliados minoritarios como la marplatense Débora Indarte y el chivilcoyano Fabio Britos, quedaría a tan solo tres voluntades de conseguir el quórum. Un dato que se debe tener en cuenta es que Britos en 2021 ya presentó un proyecto para suspender las PASO.

Incluso, en la Cámara baja bonaerense el peronismo podría prescindir de pescar en la pecera de Juntos por el Cambio, al tener otros bloques minoritarios a los cuales golpearle la puerta, como lo son Avanza Libertad y el Frente de Izquierda.

En la bancada libertaria conviven los dos referentes de Javier Milei en la Legislatura, Nahuel Sotelo y Constanza Moragues, y el marplatense Guillermo Castello, que en un primer momento articuló con el economista liberal José Luis Espert, pero que ahora parecería no tener jefe al cual reportar, casi como un átomo libre.

En una primera lectura, queda claro que el mayor daño ante una eventual suspensión de las PASO recaería sobre el Propuesta Republicana (PRO), en donde conviven, en permanente tensión, los armados del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y de la presidenta del partido, Patricia Bullrich, que son los dos candidatos presidenciables ya lanzados oficialmente. También es cierto que la suspensión de las elecciones primarias reforzaría la centralidad de Cristina Kirchner y de Mauricio Macri, y licuaría otros liderazgos. Es difícil predecir en cuántos pedazos podría estallar la interna amarilla sin elecciones primarias. Es algo que entusiasma en las filas de Javier Milei, también al Gobierno.

Si bien para afuera, los libertarios sostienen que una posible suspensión de las PASO es un tema que “sólo le interesa a la política”, al interior de los campamentos por un lado consideran que una movida de esa naturaleza podría ubicar a Milei entre los primeros casilleros de la compulsa electoral y, por el otro, lo ven como una jugada que permitiría aliarse con los halcones del PRO. “Les podría salir el tiro por la culata”, desafían. La postura también sería fácil de defender, pues desde las filas de Milei siempre consideraron que las primarias son un “gasto infundado” que “deriva de la crisis institucional que tienen los partidos mayoritarios”.

“En un país donde la mayoría de la gente no tiene para comer o comprar remedios, insistir con las PASO obligando a los argentinos a pagar con sus impuestos la interna de Juntos por el Cambio, es de una falta de solidaridad e inmoralidad absoluta. La casta al palo”, posteó hace algunos días el principal asesor y armador político de Milei, Carlos Kikuchi.

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