Esta semana el Colegio Magno ratificó que no le renovará la vacante a ocho niños con discapacidad o dificultades para el aprendizaje, decisión que sigue generando indignación en la comunidad educativa y consternación entre las familias afectadas.
Y si bien han intervenido autoridades educativas de la Provincia de Buenos Aires y se han levantado expresiones de repudio desde diversos sectores, como el Municipio de Pilar y la Defensoría del Pueblo bonaerense, el caso cala hondo en el seno de las familias de los niños que recibieron la notificación.
Pablo Esperón es uno de ellos. Él es el abuelo de uno de los niños afectados y decidió escribir una carta al Colegio donde expresó cómo viven la cruda situación como familia y las consecuencias que deja la discriminación.
Esperón envió el texto a Pilar de Todos junto a un emotivo relato que de obsequió como regalo a su nieto y un esperanzador mensaje: «Vos mirá adelante, que yo estoy siempre».
A continuación, la carta de Pablo:
A las autoridades del Magno College:
Me atrevo a explicar el concepto de “reacción en cadena”, pero no desde la didáctica ni desde el enfoque de la física, sino desde la lente social y humana. ¿Qué procesos dispara una discriminación inicial, posteriormente ratificada frente a la oportunidad de revertirla?
La discriminación en las personas surge de una presunción de que un individuo es superior o más deseable que otro.
La persona segregada o negativamente distinguida, en numerosas oportunidades puede propender a imputarse a sí mismo, lo cual a veces requiere de una “reorganización” anímica.
Cuando la víctima es un niño, este mismo proceso se extiende a padres, abuelos o todas las personas cercanas. Todos los involucrados se sienten vulnerables y con consecuencias graves en su autoestima.
En un mundo que tiende a prácticas que auxilien a mitigar la discriminación, han hecho exactamente lo contrario.
Cuando mi nieto cumplió 5 años le regalé, entre otras cosas, un poema.
Era en ese momento -y aún lo es- muy pequeño para interpretarlo. Lo hice simplemente para que de aquí a algunos años tenga presente mis sentimientos hacia él.
Se trata de una obra maestra de Rudyard Kipling, el poema “ IF”, donde el autor le detalla a su hijo el camino a recorrer para convertirse en un hombre digno.
Y siento ahora como algunos tramos de ese poema le serian de ayuda:
“Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor han perdido la suya y te culpan de ello”;
"Si puedes esperar y no cansarte de la espera, o si siendo engañado, no respondes con engaños”;
“Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios”;
Tan solo tres fragmentos entre muchos más, para terminar en: “Tuya es la tierra, y todo lo que hay en ella, y lo que es más, serás un hombre, hijo mío”.
Mi humilde enseñanza a mi nieto para resistir las calumnias, soportar las pérdidas, reconstruir, afrontar los desafíos, reponerse, entre otros muchos valores que todos lo que lo amamos le transmitimos día a día. (Pilar de Todos).
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