(La Política OnLine). El diputado Ricardo Alfonsín presentará mañana su candidatura a delegado del Comité Nacional por la provincia de Buenos Aires, acompañado por tres referentes del partido, como son Gerardo Morales, Ángel Rozas y el diputado Ricardo Gil Lavedra. Son los mismos que el viernes harán un acto para apoyar al hijo del ex presidente en la disputa que tiene por el Comité bonaerense con Moreau, Storani y Julio Cobos.
La disputa por el control del Comité radical de la provincia de Buenos Aires adelantó la pelea para definir el próximo candidato a presidente del partido. Con matices, en ambas se enfrentan los mismos protagonistas: Julio Cobos y Ricardo Alfonsín.
El sector que resistió siempre el retorno del mendocino al partido y su natural candidatura presidencial aprovechará esta semana para acercar posiciones con el hijo del ex presidente, a quien ven como posible rival del vice en una interna.
Ricardo Alfonsín
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Si Alfonsín gana en las primarias de la provincia, contra todos los pronósticos que presagian una victoria del viejo aparato de la UCR bonaerense, se calzaría más fácil el traje de presidenciable.
El anticobismo lo lidera Gerardo Morales, jefe del bloque de senadores y titular de la UCR, a quien acompaña el vicepresidente del partido Ángel Rozas y el diputado nacional Ricardo Gil Lavedra.
Para las elecciones del año pasado, Morales y Gil Lavedra trabajaron codo a codo con Elisa Carrió y, hasta donde pudieron, corrieron de escena a los cobistas.
Esta tríada se metió de lleno en la interna bonaerense y rompió así las negociaciones de paz que lideró el presidente del Comité, Ernesto Sanz y el propio Cobos.
Este jueves presentarán la candidatura de Alfonsín como delegado del Comité nacional y el viernes encabezarán un acto en Ferro donde harán explícito su apoyo a la lista apadrinada por el hijo del ex presidente, que propone a Miguel Bazze como titular del partido.
El rival de Bazze es Eduardo Santín, histórico aliado de Leopoldo Moreau y apoyado también por Federico Storani y Cobos. El aval de este último no es figurativo: los dirigentes bonaerenses que se identifican abiertamente con él trabajan para la candidatura de Santín.
Fue eso lo que el propio Alfonsín le dijo a Cobos cuando se vieron en las últimas negociaciones que hizo con Sanz hicieron para evitar la interna.
El vice se desentendió. Ahora, si sus aliados bonaerenses no festejan con Moreau y Storani sus detractores tendrán una excusa más para abortar su carrera presidencial. Y parecen dispuestos a hacerlo.
El sector que resistió siempre el retorno del mendocino al partido y su natural candidatura presidencial aprovechará esta semana para acercar posiciones con el hijo del ex presidente, a quien ven como posible rival del vice en una interna.
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Si Alfonsín gana en las primarias de la provincia, contra todos los pronósticos que presagian una victoria del viejo aparato de la UCR bonaerense, se calzaría más fácil el traje de presidenciable.
El anticobismo lo lidera Gerardo Morales, jefe del bloque de senadores y titular de la UCR, a quien acompaña el vicepresidente del partido Ángel Rozas y el diputado nacional Ricardo Gil Lavedra.
Para las elecciones del año pasado, Morales y Gil Lavedra trabajaron codo a codo con Elisa Carrió y, hasta donde pudieron, corrieron de escena a los cobistas.
Esta tríada se metió de lleno en la interna bonaerense y rompió así las negociaciones de paz que lideró el presidente del Comité, Ernesto Sanz y el propio Cobos.
Este jueves presentarán la candidatura de Alfonsín como delegado del Comité nacional y el viernes encabezarán un acto en Ferro donde harán explícito su apoyo a la lista apadrinada por el hijo del ex presidente, que propone a Miguel Bazze como titular del partido.
El rival de Bazze es Eduardo Santín, histórico aliado de Leopoldo Moreau y apoyado también por Federico Storani y Cobos. El aval de este último no es figurativo: los dirigentes bonaerenses que se identifican abiertamente con él trabajan para la candidatura de Santín.
Fue eso lo que el propio Alfonsín le dijo a Cobos cuando se vieron en las últimas negociaciones que hizo con Sanz hicieron para evitar la interna.
El vice se desentendió. Ahora, si sus aliados bonaerenses no festejan con Moreau y Storani sus detractores tendrán una excusa más para abortar su carrera presidencial. Y parecen dispuestos a hacerlo.
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