(La Política OnLine). A las versiones sobre un acuerdo secreto entre el empresario y Néstor Kirchner se sumaron rumores que indican que el ex dueño de Casa Tía, pacto mediante con el santacruceño, podría ir con una lista únicamente bonaerense y de esa manera no hacerle el juego a Mauricio Macri. Desde su entorno le bajaron el tono a la versión y dijeron que el Colorado no puede gobernar con el kirchnerismo en la Casa Rosada.
Francisco De Narváez sabe que la elección del año que viene sea quizás la última oportunidad que le puede brindar el golpe de efecto que provocó su irrupción en la política para llegar a la gestión.
Es por eso que el diputado nacional no desestima ninguna alternativa que le asegure el triunfo. Resignado, aunque no del todo, a competir por la gobernación de la provincia dejando de lado sus aspiraciones presidenciales, el ex dueño de Casa Tía no descarta ahora un pacto secreto con Néstor Kirchner.
A esa versión que estuvo circulando en las últimas semanas por el ámbito político bonaerense, se le sumó una vertiente, como dijeron cerca del Colorado a La Política Online.
El empresario estaría estudiando la posibilidad de presentarse como candidato a gobernador bonaerense, pero sin postulante a presidente en su misma lista.
Es decir que emularía lo que hizo en las elecciones de 2007, en las que, escoltado por Jorge Macri –primo del jefe de gobierno porteño- en una fórmula bonaerense, no acompañó a ningún candidato a nivel nacional.
Como Kirchner y De Narváez saben que el acuerdo entre ambos no puede ser formal, puesto que la recepción en el electorado sería por lejos negativa, comenzó a dar vueltas esta hipótesis que los ve esquivando la confrontación de sus listas en una interna justicialista y logrando cada uno su objetivo, que es llegar a la gestión como sea.
De Narváez debería así competir con un sello propio (ya tiene uno, Unión Celeste y Blanco) y le dejaría allanado el camino al kirchnerismo para ganar la interna justicialista.
Con este acuerdo, Kirchner se aseguraría la fragmentación de los votantes de Unión Pro que le puede garantizar una victoria a nivel nacional. De Narváez, por su parte, evitaría de esta manera jugar con Mauricio Macri, con quien mantiene una relación de una tirantez difícil de sostener de aquí a octubre del año que viene.
Como sea, cerca de De Narváez no se animaron a desmentir las versiones, pero dijeron a La Política Online que si fuera a darse este escenario, el empresario no podría gobernar con un “gobierno centralista como el de Kirchner”.
“El que quiera gobernar la provincia tiene que ganar todo”, dicen allegados al diputado nacional. Sin embargo, no se detienen en el hecho de que otros peronistas disidentes como Mario Das Neves y Juan Schiaretti han encontrado la forma de gobernar sus provincias sin reportar directamente a la Casa Rosada.
“El peronismo disidente tiene que ir unido, con todos los actores como Das Neves, Eduardo Duhalde, Jorge Busti e incluso con Mauricio Macri; si resignamos 5 ó 10 puntos por fragmentación, perdemos la elección”, graficaron a este medio fuentes bonaerenses.
“Falta mucho: los acuerdos se dan a ultimísimo momento, ejemplo de ello es que en 2007 fuimos contra con Felipe (Solá) pero un mes antes de las elecciones de 2009 acordamos con él”, relativizan desde el denarvaísmo.
Es por eso que el diputado nacional no desestima ninguna alternativa que le asegure el triunfo. Resignado, aunque no del todo, a competir por la gobernación de la provincia dejando de lado sus aspiraciones presidenciales, el ex dueño de Casa Tía no descarta ahora un pacto secreto con Néstor Kirchner.
A esa versión que estuvo circulando en las últimas semanas por el ámbito político bonaerense, se le sumó una vertiente, como dijeron cerca del Colorado a La Política Online.
El empresario estaría estudiando la posibilidad de presentarse como candidato a gobernador bonaerense, pero sin postulante a presidente en su misma lista.
Es decir que emularía lo que hizo en las elecciones de 2007, en las que, escoltado por Jorge Macri –primo del jefe de gobierno porteño- en una fórmula bonaerense, no acompañó a ningún candidato a nivel nacional.
Como Kirchner y De Narváez saben que el acuerdo entre ambos no puede ser formal, puesto que la recepción en el electorado sería por lejos negativa, comenzó a dar vueltas esta hipótesis que los ve esquivando la confrontación de sus listas en una interna justicialista y logrando cada uno su objetivo, que es llegar a la gestión como sea.
De Narváez debería así competir con un sello propio (ya tiene uno, Unión Celeste y Blanco) y le dejaría allanado el camino al kirchnerismo para ganar la interna justicialista.
Con este acuerdo, Kirchner se aseguraría la fragmentación de los votantes de Unión Pro que le puede garantizar una victoria a nivel nacional. De Narváez, por su parte, evitaría de esta manera jugar con Mauricio Macri, con quien mantiene una relación de una tirantez difícil de sostener de aquí a octubre del año que viene.
Como sea, cerca de De Narváez no se animaron a desmentir las versiones, pero dijeron a La Política Online que si fuera a darse este escenario, el empresario no podría gobernar con un “gobierno centralista como el de Kirchner”.
“El que quiera gobernar la provincia tiene que ganar todo”, dicen allegados al diputado nacional. Sin embargo, no se detienen en el hecho de que otros peronistas disidentes como Mario Das Neves y Juan Schiaretti han encontrado la forma de gobernar sus provincias sin reportar directamente a la Casa Rosada.
“El peronismo disidente tiene que ir unido, con todos los actores como Das Neves, Eduardo Duhalde, Jorge Busti e incluso con Mauricio Macri; si resignamos 5 ó 10 puntos por fragmentación, perdemos la elección”, graficaron a este medio fuentes bonaerenses.
“Falta mucho: los acuerdos se dan a ultimísimo momento, ejemplo de ello es que en 2007 fuimos contra con Felipe (Solá) pero un mes antes de las elecciones de 2009 acordamos con él”, relativizan desde el denarvaísmo.
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