De esta manera el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, dio marcha atrás con la baja determinada hace 15 días y retomó el sendero alcista de las tasas, al anunciar la colocación de letras (Lebacs) y notas (Nobacs) con una suba de “por lo menos” un punto porcentual (entre 26,86% y de 27,37% anual).
Preocupado por la inflación que motoriza la emisión de dinero destinada a solventar el gasto público, el Banco Central argentino volvió ayer sobre sus pasos y subió en un punto la tasa de interés que les paga a los bancos para tomar “prestados” sus pesos y, así, quitar del mercado el circulante que luego le da al Poder Ejecutivo.
El BCRA ya había comenzado a hacer esto luego de la devaluación de enero para contener la inflación, pero hace dos semanas el Ministro de Economía, Axel Kicillof, impuso su criterio y lo obligó a bajar esas tasas, cuestionando su efecto recesivo sobre una economía que ya tiene problemas para sostener los niveles de empleo.
También influye que el mayor circulante alimenta la demanda de dólares, divisa cuya cotización volvió a subir en la última semana, mientras las reservas del BCRA volvieron a bajar. El “blue” subía este martes 16 centavos y se vendía después del mediodía a $14,13, marcando un nuevo récord histórico en su cotización, mientras el dólar oficial se mantenía sin cambios a $8,48.
Ayer, Banco Central anunció que hoy colocaría letras (Lebacs) y notas (Nobacs) con una suba de “por lo menos” un punto porcentual en los dos tramos de tasas predeterminadas, luego de una baja equivalente operada hace dos semanas, con lo que ahora las tasas serían de entre 26,86 por ciento anual y de 27,37 por ciento anual según las modalidades.
En este marco de elevadas tasas de interés, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires colocó ayer títulos de deuda pública por más de 85 millones de dólares a través de la modalidad “dólar linked”, mediante la cual el tomador recibe y devolverá pesos, pero por un monto establecido en dólares al tipo de cambio oficial. Por ese préstamo a dos años de plazo Buenos Aires pagará una tasa variable de casi 25 por ciento anual.
Las turbulencias volvieron con fuerza al mercado financiero local luego de que, la semana pasada, la presidenta Cristina Kirchner anunciara el envío de un proyecto de ley para pagar localmente a bonistas, lo que implica colocarse en rebeldía con la sentencia de la justicia de Estados Unidos que benefició a los “fondos buitre”.
Ayer, un grupo de fondos de inversión presentó una demanda contra la sucursal londinense del Bank of New York (BoNY) Mellon, que no acreditó los pagos en euros que les hizo Argentina para no desobedecer la orden de Griesa (uno de esos fondos es Quantum Partners, perteneciente al financista George Soros).
Ese grupo exige que el BoNY les transfiera 226 millones de euros.
Por otro lado, la agencia calificadora de riesgo crediticio Moody’s afirmó que el proyecto de ley de cambio de domicilio de pago lanzado por la presidenta “tiene perspectiva negativa para la deuda soberana, de bancos y de empresas”.
Según la agencia, “la intención de eludir la justicia de los Estados Unidos pone de relieve el débil marco institucional del país. La participación de los bancos argentinos en un canje de deuda es probable que los aísle aún más de la comunidad financiera internacional y ese aislamiento financiero podría traer perturbaciones significativas a la economía del país y sería perjudicial para las corporaciones”.
La agencia remarcó que “no queda claro aún si la propuesta será aprobada” en el Congreso e indicó que “el juez Griesa, probablemente impedirá al fiduciario (el BoNY) proporcionar los datos de los bonistas a la Argentina y la asistencia necesaria para transferir esos datos”, agregó.
“Las reservas de Argentina, que son la única fuente para cumplir con sus obligaciones en moneda extranjera, han caído un 47 por ciento en los últimos tres años. La presión continua sobre las reservas probablemente exacerbará la inflación que ya supera el 30 por ciento anual, a través de una devaluación más rápida, lo que profundizó la recesión en curso de Argentina”, detalló Moody’s.
Ayer los bonos argentinos cerraron con subas, mientras el nivel de riesgo país subió hasta la zona de los 820 puntos básicos.
Y mientras se define si Argentina ingresa a un nuevo default abierto o logra vehiculizar un nuevo canje voluntario de deuda, el Correo Argentino anunció que lanzará una nueva estampilla a modo de conmemoración por los 10 años del canje de deuda 2005, que se cumplirán en poco más de seis meses. (Empresas News).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario