A varios días de las elecciones generales queda clara una cosa, Si Mario Ishii no volvía a disputar el municipio de José C. Paz, el distrito se hubiera perdido. El electo intendente fue la carta más alta que el peronismo local pudo apostar. Hasta hoy, Ishii es imbatible en las urnas, lee la política como pocos en la provincia y se mueve a consecuencia. En reiteradas ocasiones apuntó a la necesidad de trabajar los barrios con propuestas llevándolas al puerta a puerta. El resultado está a la vista, fue de los pocos municipios que cumplieron con creces, en la categoría de presidente Daniel Scioli ganó al igual que a gobernador, la lista completa arrasó. El efecto de tracción de Ishii sigue sosteniendo a la parte peronista más importante.
Mientras Mario Ishii logra sostener el distrito y trabaja en la campaña, en José C. Paz, el ala del urquiaguismo sigue desactivando todo triunfo con torpeza política asombrosa.
Desaparecido durante toda la campaña y dedicado a correr detrás de Daniel Scioli en todo acto fuera de las fronteras locales, Carlos Urquiaga recibió al candidato a presidente ganador de las elecciones, para recorrer el Polo Productivo. Una surte de comarca aislada de la realidad vecinal que solo él puede exhibir.
Un puñado de militantes, la conocida puesta en escena de personas trabajando y ‘’bualá’’, el escenario perfecto para pelear la propia.
Así como Ishii volvió a ganar en las urnas, así de sencillo desmorona todo Urquiaga con la política de la modorra. Pero el sector del peronismo acostumbrado a llevársela de taquito está bailando en el Titánic y no reacciona.
La visita de Daniel Scioli no fue la misma que se dio en otros municipios, en este caso recorrió el Polo con viejos conocidos, algo que no suma en la batalla presidencialista. Recorrer el lugar con un marco prediseñado no le agrega valor a la necesidad imperiosa de captar ese voto sueltos, los votos oficialistas ya los tiene. Da la sensación que la oposición ha ganado la batalla callejera, ahí radica el logro de Macri. Sin embargo, Urquiaga propone un discurso setentista plagado revolución que se traspapela con la realidad de sus acciones de gobierno, la muestra cabal de esto fue esta inexplicable visita y pérdida de tiempo.
¿Qué le suma a Scioli una visita que no genera ni arrastra votos? ¿Por qué no recorrió los barrios; uno al menos? hay algo que sigue fallando en la campaña y que no lo resuelve el bombardeo mediático. El jefe de gabinete Alberto Pérez sigue fallando peligrosamente consumiendo tiempo en, por ejemplo, apelar a Carlos Urquaiga que está más preocupado en los gajes de su retirada. Mientras tanto, su militancia no abandona las mañas de la veneración personal. No son los únicos, parte del peronismo doméstico se bate en perderse en la misma idea que la de apuntar a lograr la presidencia, en un momento donde la derecha está a días de quedarse con todo.
Carlos Urquiaga sigue despoblando su retirada del poder con desopilantes gestos y señales apolíticas a un mes de quedar en el ostracismo. (El Primero Noticias).
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