Así lo determina un informe sobre las llamadas a la Línea 144, del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia. La ciudad solo es superada por La Plata.
La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, presentó un informe detallado de la Línea 144 sobre llamados por intentos de femicidios recibidos durante los primeros 5 meses del año y Mar del Plata está entre los municipios que más denuncias registró en ese periodo.
Según lo datos relevados a nivel provincial, desde enero a mayo de este año la Línea 144 atendió 9.085 consultas por situaciones de violencia por razones de género, de los cuales un 86% fueron para solicitar información y asesoramiento, mientras que un 12% estuvo vinculado situaciones de emergencia.
Del análisis de los casos donde se realizaron intervenciones, Diaz indicó que recibieron 161 llamados correspondieron a casos de intentos de femicidio, que fueron derivados a servicios especializados gubernamentales, dependencias policiales y juzgados.
La gran mayoría de éstos corresponden a 51 municipios de los 135 existentes en la Provincia de Buenos Aires, entre los que se encuentran Mar del Plata y Batán. De hecho, el informe del ministerio bonaerense arroja que más del 70% de este tipo de consultas se concentran en 15 municipios, entre los que se destaca La Plata, que encabeza el ránking, pero lo sigue General Pueyrredón, Almirante Brown, José C. Paz y La Matanza.
"A partir del trabajo del Ministerio, aquello que empieza con un llamado, la mayoría de las veces no termina en un femicidio, sino que se logra salvar las vidas de las mujeres", puntualizó Estela Díaz, destacando la importancia de existan herramientas de ayuda e intervención ante estas situaciones. Sobre todo ante un dato particular: en el 78% de los casos fueron efectuadas por las propias víctimas.
Respecto de las personas en situación de violencia por razones de género, el informe ministerial advierte el 36% tiene entre 36 y 45 años, y en el 92% de las situaciones analizadas las personas agresoras fueron ex parejas (55%) o parejas (37%).
Al relevar el tipo de violencia ejercida, el informe arroja que la violencia doméstica fue la modalidad expresada en el 94% de los casos, mientras que la violencia psicológica se manifiesta en el 99% de las consultas, seguida por la violencia física (98%), simbólica (81%), económica y patrimonial (41%) y sexual (22%).
Los cuatro factores de riesgo más frecuentes en las situaciones de violencia son: amenazas de muerte (87%), lesiones (77%), presencia de menores (70%) y uso de armas (50%). En más de la mitad de los casos (57%), ya se habían realizado denuncias por violencia de género previas al intento de femicidio.
Por otra parte, el 30% de los intentos de femicidios analizados se dieron en el marco de medidas cautelares vigentes. El 24% de los casos tenía una medida de restricción perimetral, el 10% botón antipánico, en el 6% el agresor estaba excluido del hogar por orden judicial y en el 3% la persona contaba con custodia policial permanente. Las derivaciones de los casos se hicieron a los servicios gubernamentales especializados (76%), policía (53%) y juzgados (29%).
Entre las modalidades de intento de femicidio mencionadas en los relatos la asfixia es la principal, combinada con agresión con arma blanca o arma de fuerza, golpiza, intento de prender fuego o de arrojar a la víctima por el balcón y golpes capaces de producir la muerte.
Más allá de las posibles lesiones estética y física, tras las agresiones las reiteradas secuelas que sufren las víctimas son: estado de alerta permanente, trastornos del sueño e irritabilidad, revivencia reiterada de los sucesos traumáticos con intrusión en los pensamientos, las emociones y los sueños, sensaciones de aletargamiento e incapacidad para sentir y actuar, entre otros.
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