viernes, septiembre 18, 2020

La Argentina de hoy. "Enfermos de odio...". Por Carlos Ponce.

 Una vez elegido el título de la nota, recurrimos al diccionario básico de la lengua española, nuevo Espasa. Queríamos buscar, el significado de dos palabras. Aquí el resultado de la búsqueda.

Enfermo: que padece una enfermedad.

Odio: sentimiento de aversión y rechazo, muy intenso e incontrolable, hacía algo o alguien.

 

Una jugada maestra.

Buenos Aires, mayo de 2019. Otoño en la República Argentina, Cristina había producido una revolución cultural, al presentar su libro "Sinceramente", en la 45ta edición de la feria del libro, en el predio de la Sociedad Rural. Un libro que se convirtió en best seller, al vender 500.000 ejemplares. Pero tenía otra sorpresa, que podíamos también denominar "Revolución política", al anunciar el 18 de mayo, que renunciaba a ser candidata a la presidencia del país, ofreciéndole a Alberto Fernández, el honor de encabezar la lista del P.J, con ella de vice. El espacio, luego se presentaría cómo coalición política, con el nombre de "Frente de todos".

 

Comunicadores politizados.

A partir de la oficialización de la flamante fórmula, comenzaron a operar, los mayores personajes del periodismo. Repasemos:

Luis Majul: "El editorial de hoy, tiene un título que es: El final de Cristina...".

Nicolás Wiñasky: "Cristina Kirchner después del 10 de diciembre, va a haber un día, qué el Tango 01, la va a dejar en Santa Cruz, porque no vuelve más...".

Eduardo Feinman: Indudablemente no vuelve más, ni ella ni los otros, no vuelve más...".

Alfredo Leuco: "Alberto no suma un solo voto...".

Alejandro Fantino: "Que sigan soñando, no vuelven más...".

Mirta Legrand: "No vuelve más el Kirchnerismo, yo soy bruja eh...".

Beatriz Sarlo: "Este es el final de ella...".

Tato Ian: "Se terminó de morir el Kirchnerismo, se terminó de morir el Kirchnerismo, Cristina no vuelve más...".

Jorge Lanata: " vieja de m..., es tu final...".

Antonio Laje: Todas las decisiones de Alberto Fernández son cuestionadas por el...

No hace falta que se disculpen, el hombre es amo de su cautela, y esclavo de sus palabras.

 

Tato Ian

Un hecho de gravedad institucional.

Un tiempo antes, de la semana que tuvo en vilo al gobierno y a la población, en una entrevista, la dirigente Florencia Aieto (ex seguridad del Club Atlético Independiente e integrante del ministerio de seguridad, que encabezó Patricia Bullrich), dejo un comentario o se le escapó, sobre una movida de las fuerzas policiales provinciales, que tendrían cómo justificación, el reclamo sobre temas específicos: remuneraciones, condiciones y equipamientos de la fuerza. Con una población de efectivos, de 90.000 hombres, de los que siempre está en funciones un 33 por ciento, el resto se mantiene en rotación permanente, francos, licencias, Etc., Etc.

La protesta policial, tuvo focos importantes en el Puente 12 (La Matanza), La Plata y en otros puntos específicos, repercutieron en concentraciones importantes de efectivos, que, a partir del 17 de septiembre, tuvo varias voces, que expresaron todo tipo de reclamos, algunos muy coherentes y reales. Pero también hubo exefectivos retirados, sancionados, con causas abiertas, que asumieron un protagonismo, que no pudieron sostener en el tiempo, porque no son ellos los actuales perjudicados.

También se pudo ver en los medios televisivos, muchos efectivos con participación política y hasta militando.

Otro de los protagonistas, fueron los efectivos de la recientemente fuerza creada, conocida como policía local. Estos uniformados, tuvieron que soportar el cuestionamiento de la ciudadanía, que nos los valorizaba en su función, llamados "Los Pitufos", por el color de su vestimenta. Tuvo que ser incorporada a la provincia, para que tuviera mayor protagonismo y autoridad.

Desde ese sector, se escucharon voces jóvenes, que arengaban y fogoneaban a una concurrencia, que a medida que pasaban las horas, renovaba los rostros y sumaba móviles en La Matanza. La cúpula policial de la provincia sigue intacta. Viene en funciones desde el gobierno anterior, y en este conflicto se mantuvo en una posición de inacción, o al menos de poca presencia en cuanto a pronunciamientos. Creemos, que se debió pasar a retiro a los jefes, y designar nuevas autoridades.

Pero lo más grave, ocurrió en Vicente López, frente a la Quinta presidencial de Olivos, dónde se encontraba el presidente de la Nación Argentina, Alberto Fernández. Un espacio federal, que fue invadido por una fuerza de seguridad, sin jurisdicción, quienes, con móviles del estado, armados, y haciendo soñar las sirenas de los vehículos, solicitaban que el jefe de estado saliera a la calle para atenderlos. Por supuesto, que eso no sucedió, pero se les solicitó, que se designará una representación de 4 o 5 personas, a las cuáles se las invitó a pasar, para dialogar con Fernández. Que lo hicieran con el petitorio, que motivaban los reclamos y la presencia allí. Pero no, no lo aceptaron, porque querían imponer su agenda.

Ya se había anunciado un aumento salarial, pero la postura de los efectivos seguía firme en sus pretensiones. ¿Quiénes eran? Efectivos policiales de la zona norte (San Isidro, Vicente López, San Fernando, Etc., Etc.).

Desde la política en general, siempre se hace mención, en los actos de campaña o de gobierno, que los temas que preocupan a la ciudadanía son los de salud, educación y seguridad. Seguramente hay muchos más, pero estos, son citados constantemente. Que el tema salarial es justo, no hay dudas, pues a través de estos tiempos, que nos toca vivir a los argentinos, todo se desvalorizo. Incluso se dejaron de realizar muchos servicios adicionales, tales como partidos de fútbol, recitales, Etc. y hasta se conoció el valor que percibían, como horas extras (Cores). Un despropósito recibir $40, por cada hora dedicada a prestar servicios, que luego tardan 3 o 4 meses en ser percibidas. Hay cosas para solucionar, si... necesariamente si...

¿Cómo se soluciona? Dialogando, cómo lo sugiere el presidente. Si bien no existe un sindicato, la noche del jueves 20, un abogado, en representación de los efectivos, le dio videos de formalidad, presentando un escrito a las autoridades, con las peticiones, para ser evaluado y de ser posible atendidas.

 

Los enemigos de afuera y los de adentro.

Hace años que se habla de los peligros, que acechan a nuestro país. Por aquello de que vienen, por nuestros recursos naturales y por nuestro territorio. EE. UU, China, Rusia e Inglaterra, saben y quieren lo que tenemos, y ellos tanto necesitan: Los alimentos, nuestra agua, minerales y la pesca. ¿Cómo conseguir avanzar con sus ambiciones?

Apoyando gobiernos neoliberales, que, en los últimos tiempos, han ido adueñándose del poder, al desplazar con el apoyo de las potencias, a los espacios populares. En Chile tienen a Sebastián Piñera; en Brasil a Jair Bolsonaro, en Bolivia a Yanine Añez; en Paraguay a Mario Benítez; en Uruguay a La Calle Pou. Pero en Argentina, les surgió una sorpresa, Alberto Fernández.

Para los argentinos, Mauricio Macri fue un error de la democracia. Para el liberalismo americano, una decepción que no esperaban. Un político que no estuvo nunca, a la altura de la idea de los próximos años para la región, sino que también quedó claro, que apoyaron a alguien que tenía como meta endeudar al país por décadas, y favorecer a sus amigos de la vida y de los negocios.

Ellos querían en el gobierno alguien que representará la idea en Sudamérica: Qué es una política homogénea y disciplinada para sus intereses. Hoy el mundo busca acomodarse al nuevo orden: EE. UU (con una política proteccionista), China (con una expansionista), Rusia (con su enigmática forma de mostrar su poderío), Inglaterra (con su ancestral idea de colonizar para su detestable forma de vida: vivir de lo ajeno).

En tanto, puertas adentro. Con un país en total crisis económica, con una sorpresiva pandemia, que trastoco todo plan de un gobierno, que pretendía atender y solucionar el desastre heredado, encontró los personajes, que representan a una oposición que todavía no digiere la categórica derrota de octubre de 2019. Entonces vemos en acción, todo tipo de dirigentes, de distinta valoración.

En Mendoza, el ex gobernador de la provincia alimenta y lo hace público, sus sueños de libertad. Dice que su provincia está en condiciones de separarse de la República, reclamando independencia para ser también un país aparte.

Hablamos de Alfredo Cornejo, un radical que no mide, la forma de expresar sus intenciones.

Años atrás, los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez promocionaron a San Luis como un paraíso, para los que quisieran ir a radicarse allí, trabajar e invertir en su provincia (querían crear un Abu Dabi, para después buscar su idea separatista).

Miguel Lunghi

La ciudad de Tandil tiene como intendente a Miguel Ángel Lunghi (desde 2003). Este funcionario eligió desconocer las sugerencias del gobierno nacional, como política sanitaria, en estos tiempos de Coronavirus. Implemento su propio protocolo, que se conoció como "El semáforo" (por los colores que cita: rojo, amarillo y verde). Allí, vive la familia de Macri.

En la ciudad de Buenos Aires, hay un dirigente, que fue electo y reelecto como jefe de gobierno. Como funcionario es realmente una segunda línea, porque está sostenido por los fondos presupuestarios, o presupuesto anual. Si lo trasladamos a La Matanza, que tiene una población casi similar a la Capital Federal, y le dan el presupuesto que tiene hoy Fernando Espinoza (15.000 millones de pesos), sería un dirigente cuestionado todos los días. Pero con la caja que tiene Rodríguez Larreta, cualquiera puede ser intendente. Le sobra la plata, y no le compra computadoras a los chicos que todavía no tienen. Encima quiere que vuelvan a las clases presenciales. Un personaje que cuando se sienta al lado de Alberto Fernández, se muestra solidario, y cuándo se quitó el 1 por ciento de los fondos coparticipables, para solucionar el justo reclamo policial, mostró su perfil más egoísta.

Aquí, vale la mención del general Juan Domingo Perón, sobre la Comunidad Organizada; Unidos serán invencibles, separados mostramos debilidad.

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