Se realizaron en Olivos y Casa Rosada. Homenaje a muertos y cuestionamientos a la política oficial.
Ante un gran operativo de seguridad montado por el Gobierno, se hizo la "Marcha de las Piedras", una convocatoria para homenajear a las víctimas del coronavirus en Argentina y rechazar el manejo de la pandemia por la administración de Alberto Fernández. Uno de los lugares centrales de la convocatoria fue la Quinta de Olivos, frente a la entrada de la avenida Maipú que fue vallada por la Policía Federal para esta marcha.
Allí, el año pasado, se festejó el cumpleaños de la Primera Dama mientras regía el confinamiento decretado por el Gobierno.
"Vine a recordar al marido de una amiga. No la dejaron verlo, no le dieron nada y se murió. Ella está muy mal y por eso vine yo y traje la piedrita con el nombre de "Luis"", contó una mujer indignada a TN y pidió que no le pregunten más porque se iba "a ir de boca".
El otro punto de la marcha es la Casa Rosada. Justamente, a muchos de los manifestantes les llamó la atención el gran operativo de seguridad que se montó frente a la Casa de Gobierno.
"Hasta un camión de bomberos trajeron, es inaudito, ante gente que sólo vino a dejar una piedra en señal de dolor. Me parece muy deplorable", dijo un vecino que llegó hasta la Plaza de Mayo para sumarse a la convocatoria. Pasadas las 16 ya se habían reunido cerca de mil personas en el frente de la Rosada. El acto allí comenzó con los manifestantes cantando el Himno Nacional y con un aplauso al final.
"Lolo", "Tete", "Nora", "Neuquén" son algunas de las palabras escritas en las piedras que los manifestantes fueron depositando en memoria de las víctimas de la covid-19 en un clima de absoluto respeto y consternación. Las escenas de llanto y dolor se sucedieron durante el homenaje. El clima es de congoja pero también de crítica. Los reproches al Gobierno por las demoras en el plan de vacunación se cruzaban con la indignación ante las fotos del festejo en Olivos.
Catalina llevó dos piedras: murió su marido y su suegro, en pocos días, en plena cuarentena. “Siento que se burlaron de nosotros”, criticó.
Las piedras -grandes y chicas, con colores y letras sobrias- se comenzaron a ubicar en dos lugares simbólicos. Un grupo, frente a la entrada principal de Balcarce 50. Otro, alrededor del mástil. "Luisito, siempre", "Antonio Gómez", "víctima anónima", se leía en algunas de las rocas, que comenzaban a acumularse. "Vine a recordar a mi esposo, que hoy se cumplen 3 meses de su muerte por una neumonía. Y de un hermano del corazón que murió la misma semana", contó, quebrada, una mujer frente a la Quinta de Olivos.
Y siguió: "Nosotros nos contagiamos todos y no pudimos ir a verlo, ni a despedirlo. Es una situación muy fea: vos estás solo y no podés hacer nada, porque dejás a tu ser querido en las manos de los médicos, y en las manos de Dios también". La viuda se refirió a las fotos que se conocieron en los últimos días por el festejo del cumpleaños del año pasado de la Primera Dama, y dijo: "Viven como en un mundo paralelo. Suben al poder y se drogan colectivamente, viven en una nebulosa y no se enteran de nada".
Además de las piedras con los nombres de la víctimas, también los manifestantes llevaron carteles a ambos puntos de concentración. En uno de ellos, se leía: "Más de 100 mil argentinos muertos. Presidencia AF - CFK", en referencia a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
A Plaza de Mayo se acercaron dirigentes de la oposición. Se las vio a las candidatas Sandra Pitta y Sabrina Ajmechet. Luego se lo vio a Yamil Santoro y también a los diputados Jorge Enríquez y Luis Petri. Se sumaron minutos luego Fernando Iglesias y Waldo Wolff.
La movilización cobró fuerza tras el escándalo por las reuniones sociales durante el confinamiento que se conocieron en los últimos días y que se registraron en la Quinta de Olivos, uno de los puntos de la marcha. La sugerencia fue de la usuaria Ani Marino (@animarino) en Twitter. "Habría que llevar una piedra por cada muerto por Covid a Casa Rosada y dejarla ahí. No tirárselas, dejarlas ahí", escribió.
Lo que comenzó como una idea más en esa red social recogió el apoyo masivo de otros usuarios y se convirtió en una convocatoria formal, en medio del revuelo por las visitas sociales a la residencia presidencial. (Asteriscos TV).
Allí, el año pasado, se festejó el cumpleaños de la Primera Dama mientras regía el confinamiento decretado por el Gobierno.
"Vine a recordar al marido de una amiga. No la dejaron verlo, no le dieron nada y se murió. Ella está muy mal y por eso vine yo y traje la piedrita con el nombre de "Luis"", contó una mujer indignada a TN y pidió que no le pregunten más porque se iba "a ir de boca".
El otro punto de la marcha es la Casa Rosada. Justamente, a muchos de los manifestantes les llamó la atención el gran operativo de seguridad que se montó frente a la Casa de Gobierno.
"Hasta un camión de bomberos trajeron, es inaudito, ante gente que sólo vino a dejar una piedra en señal de dolor. Me parece muy deplorable", dijo un vecino que llegó hasta la Plaza de Mayo para sumarse a la convocatoria. Pasadas las 16 ya se habían reunido cerca de mil personas en el frente de la Rosada. El acto allí comenzó con los manifestantes cantando el Himno Nacional y con un aplauso al final.
"Lolo", "Tete", "Nora", "Neuquén" son algunas de las palabras escritas en las piedras que los manifestantes fueron depositando en memoria de las víctimas de la covid-19 en un clima de absoluto respeto y consternación. Las escenas de llanto y dolor se sucedieron durante el homenaje. El clima es de congoja pero también de crítica. Los reproches al Gobierno por las demoras en el plan de vacunación se cruzaban con la indignación ante las fotos del festejo en Olivos.
Catalina llevó dos piedras: murió su marido y su suegro, en pocos días, en plena cuarentena. “Siento que se burlaron de nosotros”, criticó.
Las piedras -grandes y chicas, con colores y letras sobrias- se comenzaron a ubicar en dos lugares simbólicos. Un grupo, frente a la entrada principal de Balcarce 50. Otro, alrededor del mástil. "Luisito, siempre", "Antonio Gómez", "víctima anónima", se leía en algunas de las rocas, que comenzaban a acumularse. "Vine a recordar a mi esposo, que hoy se cumplen 3 meses de su muerte por una neumonía. Y de un hermano del corazón que murió la misma semana", contó, quebrada, una mujer frente a la Quinta de Olivos.
Y siguió: "Nosotros nos contagiamos todos y no pudimos ir a verlo, ni a despedirlo. Es una situación muy fea: vos estás solo y no podés hacer nada, porque dejás a tu ser querido en las manos de los médicos, y en las manos de Dios también". La viuda se refirió a las fotos que se conocieron en los últimos días por el festejo del cumpleaños del año pasado de la Primera Dama, y dijo: "Viven como en un mundo paralelo. Suben al poder y se drogan colectivamente, viven en una nebulosa y no se enteran de nada".
Además de las piedras con los nombres de la víctimas, también los manifestantes llevaron carteles a ambos puntos de concentración. En uno de ellos, se leía: "Más de 100 mil argentinos muertos. Presidencia AF - CFK", en referencia a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
A Plaza de Mayo se acercaron dirigentes de la oposición. Se las vio a las candidatas Sandra Pitta y Sabrina Ajmechet. Luego se lo vio a Yamil Santoro y también a los diputados Jorge Enríquez y Luis Petri. Se sumaron minutos luego Fernando Iglesias y Waldo Wolff.
La movilización cobró fuerza tras el escándalo por las reuniones sociales durante el confinamiento que se conocieron en los últimos días y que se registraron en la Quinta de Olivos, uno de los puntos de la marcha. La sugerencia fue de la usuaria Ani Marino (@animarino) en Twitter. "Habría que llevar una piedra por cada muerto por Covid a Casa Rosada y dejarla ahí. No tirárselas, dejarlas ahí", escribió.
Lo que comenzó como una idea más en esa red social recogió el apoyo masivo de otros usuarios y se convirtió en una convocatoria formal, en medio del revuelo por las visitas sociales a la residencia presidencial. (Asteriscos TV).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario