Pese a la baja sostenida de casos que llevó al Gobierno a flexibilizar las restricciones por coronavirus, un dato inquieta a las autoridades: en solo 14 días, los casos de la variante Delta crecieron un 35% de acuerdo al último informe técnico de vigilancia genómica del Ministerio de Salud de la Nación.
Al 13 de septiembre de 2021, habían sido identificados 415 positivos de este linaje, mientras que al 27 de ese mes la cifra creció a 561. De este último número, unos 462 corresponden a casos importados mientras que 99 no saben cómo se contagiaron, lo que acrecienta la preocupación por la circulación comunitaria de esta variante.
Este incremento de personas infectadas con la variante Delta se produce en momentos en los que el Gobierno flexibilizó las restricciones por COVID-19.
Entre otras cuestiones, se habilitaron los eventos masivos al aire libre, se retiró la obligatoriedad del uso del barbijo al aire libre en forma individual o en burbuja, se permitieron las discotecas con un aforo del 50%, cines y teatros, turismo grupal y reuniones sociales sin límite de participantes.
“Nos preocupa y ocupa”, resume un integrante del Ministerio de Salud de la Nación, que de cualquier manera asegura que el país ya superó 50% de su población con dos dosis y que está preparado para afrontar cualquier situación de tensión.
“Por estos días nos preocupa más la contagiosidad que la mortalidad de la Delta”, agrega la misma fuente.
Los números marcan que del total de contagios con la variante Delta en la Argentina unas seis personas murieron: una mujer de 46 años sin antecedentes de viaje con dos dosis; un hombre de 50 años con el esquema completo; una mujer de 82 años sin vacunar; un hombre de 63 años sin dosis; un hombre con una sola dosis y una mujer de 39 años relacionada con la importación.
Al 13 de septiembre de 2021, habían sido identificados 415 positivos de este linaje, mientras que al 27 de ese mes la cifra creció a 561. De este último número, unos 462 corresponden a casos importados mientras que 99 no saben cómo se contagiaron, lo que acrecienta la preocupación por la circulación comunitaria de esta variante.
Este incremento de personas infectadas con la variante Delta se produce en momentos en los que el Gobierno flexibilizó las restricciones por COVID-19.
Entre otras cuestiones, se habilitaron los eventos masivos al aire libre, se retiró la obligatoriedad del uso del barbijo al aire libre en forma individual o en burbuja, se permitieron las discotecas con un aforo del 50%, cines y teatros, turismo grupal y reuniones sociales sin límite de participantes.
“Nos preocupa y ocupa”, resume un integrante del Ministerio de Salud de la Nación, que de cualquier manera asegura que el país ya superó 50% de su población con dos dosis y que está preparado para afrontar cualquier situación de tensión.
“Por estos días nos preocupa más la contagiosidad que la mortalidad de la Delta”, agrega la misma fuente.
Los números marcan que del total de contagios con la variante Delta en la Argentina unas seis personas murieron: una mujer de 46 años sin antecedentes de viaje con dos dosis; un hombre de 50 años con el esquema completo; una mujer de 82 años sin vacunar; un hombre de 63 años sin dosis; un hombre con una sola dosis y una mujer de 39 años relacionada con la importación.
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