(Infancia Hoy). Los especialistas en salud dental han llamado la atención sobre los riesgos del 'piercing' en la cavidad oral y sus inmediaciones, una práctica cada vez más extendida entre la población adolescente.
Las insuficientes condiciones higiénicas en las muchas veces se practican, puede entrañar riesgos, como alergias, reacciones en los tejidos o las mucosas bucales, infecciones diversas, ingestión de la pieza, lesiones cutáneas, nerviosas o en venas, cicatrices y fracturas dentales, transmisión de hepatitis B o C por vía sanguínea y, en casos extremos, el cáncer.
La cavidad bucal y, en especial, la lengua son zonas susceptibles de sufrir alguna complicación, ya que la boca es un lugar atestado de bacterias que se introducen cuando se come, se bebe, se fuma, se mastica, mordisquea o chupa objetos extraños... “colocar elementos extraños en la lengua, los labios, el frenillo o las mejillas puede producir alteraciones como las microrroturas y traumatismos dentales, así como la retracción de las encías por el roce del adorno, hiperplasia tisular (en la zona donde se inserta el adorno el tejido crece demasiado y causa fibrosis); atragantamiento o aspiración si la bolita se desenrosca; desgarros; reacciones alérgicas e interferencias radiográficas” aseguraron los especialistas durante el reciente Primer Simposio de Odontoestomatología para higienistas.
Además, los piercing en la boca suelen provocar hipersalivación por la presencia de un cuerpo extraño, halitosis por la dificultad de limpiar correctamente la zona anillada, mala fonación o molestias en la masticación y en la deglución.
La Asociación Dental de Irlanda(IDA), dijo que el tener Piercings en los labios, boca o lengua pueden sin darse cuenta poner su vida en peligro.
Cuando la lengua o el labio es perforado, varias bacterias entran en la boca, y en algunas circunstancias provocan “Infective Endocarditis“. En este caso, la bacteria ataca una sección anormal del corazón de la persona, provocando una enfermadad bastante seria.
El doctor Kevin O’Boyle de IDA dijo que han ido aumentando los casos de Piercings Orales en Irlanda y que en su mayoría culminan con alguna enfermedad, o mueren en algunos casos.
O’Boyle comentó que si se decide por hacerse un piercing oral, se debe aceptar de antemano, que su salud será dañada y en muchos casos ese daño será irreversible.
Para el profesor de Odontología de la Universidad Rey Juan Carlos de España, José Andrés Sobrino, explicó que los piercings en la boca están provocando "multitud de perjuicios para la salud bucodental" de los jóvenes.
Según el estudio que llevó adelante la universidad española, el 72% de los pacientes con estos 'piercing' ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación. Los problemas más frecuentes son la inflamación (el 35%); el dolor (18%); las dificultades para hablar y masticar (el 15%); la alteración del gusto (5%); el sangrado (4%); el aumento de la salivación; las infecciones y parestesias (2%) y la alergia (1%),
Pero estas problemáticas no son las únicas, los investigadores observaron también lesiones periodontales y en los tejidos duros y blandos, tanto en los pendientes externos ("alrededor de los labios") como los que se colocan dentro de la boca ("en el frenillo y la lengua, fundamentalmente") e independientemente del tipo de 'piercing', material o tiempo de permanencia.
Las fisuras son los daños en los tejidos duros más frecuentes (96,5%), seguidas de las abrasiones (10,3%) y finalmente de las pigmentaciones (3,5%). Con respecto a los tejidos blandos, el 85% de los sujetos presenta alguna secuela, siendo la más frecuente la impronta (72%), es decir, una deformidad permanente en la zona; la depapilación (15%), "que es la pérdida del triángulo de encía que hay entre diente y diente"; o los crecimientos exagerados del tejido cicatricial (7%) y las úlceras (6%).
Pero si alguna lesión preocupa a los odontólogos es la periodontal, ya que se producen en casi la mitad de los usuarios de 'piercings' (48,1%). "Se trata de lesiones en la zona de apoyo del diente sobre la encía", "debido a la inflamación crónica se produce una pérdida del hueso, de manera que el diente pierde parte de su soporte". Explicó el especialista.
A largo plazo, añade, esta pérdida de inserción puede aumentar el riesgo de infecciones y llegar a causar la caída del diente. Las personas con 'piercing' de metal y colocación extraoral son los más expuestos a esta situación.
El Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos de España señaló que aproximadamente el 8% de los mayores de 14 años lleva un abalorio de estas características en alguna zona de su anatomía.
De entre todas las partes del cuerpo en las que se pueden colocar anillos o practicar diversas técnicas de 'body' 'art', la cavidad bucal y, sobre todo, la lengua son especialmente susceptibles de desarrollar alguna complicación.
«La lengua está supravascularizada y es fácil que se produzca una hemorragia, incluso de pequeñas dimensiones, a la que no se le da importancia hasta que se complica; y puede hacerlo mucho», recuerda Alfonso Villa, presidente de esta institución.
En ocasiones, la patología puede iniciarse en el llamado suelo de la boca (espacio submandibular) y dar lugar a una angina de Ludwig. Ésta cursa con dolor cervical, inflamación del cuello, fiebre, debilidad y dificultad respiratoria. En el peor de los casos, los piercing en la lengua podrían provocar cáncer en el suelo o base de la boca por existir un trauma continuo.
Las insuficientes condiciones higiénicas en las muchas veces se practican, puede entrañar riesgos, como alergias, reacciones en los tejidos o las mucosas bucales, infecciones diversas, ingestión de la pieza, lesiones cutáneas, nerviosas o en venas, cicatrices y fracturas dentales, transmisión de hepatitis B o C por vía sanguínea y, en casos extremos, el cáncer.
La cavidad bucal y, en especial, la lengua son zonas susceptibles de sufrir alguna complicación, ya que la boca es un lugar atestado de bacterias que se introducen cuando se come, se bebe, se fuma, se mastica, mordisquea o chupa objetos extraños... “colocar elementos extraños en la lengua, los labios, el frenillo o las mejillas puede producir alteraciones como las microrroturas y traumatismos dentales, así como la retracción de las encías por el roce del adorno, hiperplasia tisular (en la zona donde se inserta el adorno el tejido crece demasiado y causa fibrosis); atragantamiento o aspiración si la bolita se desenrosca; desgarros; reacciones alérgicas e interferencias radiográficas” aseguraron los especialistas durante el reciente Primer Simposio de Odontoestomatología para higienistas.
Además, los piercing en la boca suelen provocar hipersalivación por la presencia de un cuerpo extraño, halitosis por la dificultad de limpiar correctamente la zona anillada, mala fonación o molestias en la masticación y en la deglución.
La Asociación Dental de Irlanda(IDA), dijo que el tener Piercings en los labios, boca o lengua pueden sin darse cuenta poner su vida en peligro.
Cuando la lengua o el labio es perforado, varias bacterias entran en la boca, y en algunas circunstancias provocan “Infective Endocarditis“. En este caso, la bacteria ataca una sección anormal del corazón de la persona, provocando una enfermadad bastante seria.
El doctor Kevin O’Boyle de IDA dijo que han ido aumentando los casos de Piercings Orales en Irlanda y que en su mayoría culminan con alguna enfermedad, o mueren en algunos casos.
O’Boyle comentó que si se decide por hacerse un piercing oral, se debe aceptar de antemano, que su salud será dañada y en muchos casos ese daño será irreversible.
Para el profesor de Odontología de la Universidad Rey Juan Carlos de España, José Andrés Sobrino, explicó que los piercings en la boca están provocando "multitud de perjuicios para la salud bucodental" de los jóvenes.
Según el estudio que llevó adelante la universidad española, el 72% de los pacientes con estos 'piercing' ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación. Los problemas más frecuentes son la inflamación (el 35%); el dolor (18%); las dificultades para hablar y masticar (el 15%); la alteración del gusto (5%); el sangrado (4%); el aumento de la salivación; las infecciones y parestesias (2%) y la alergia (1%),
Pero estas problemáticas no son las únicas, los investigadores observaron también lesiones periodontales y en los tejidos duros y blandos, tanto en los pendientes externos ("alrededor de los labios") como los que se colocan dentro de la boca ("en el frenillo y la lengua, fundamentalmente") e independientemente del tipo de 'piercing', material o tiempo de permanencia.
Las fisuras son los daños en los tejidos duros más frecuentes (96,5%), seguidas de las abrasiones (10,3%) y finalmente de las pigmentaciones (3,5%). Con respecto a los tejidos blandos, el 85% de los sujetos presenta alguna secuela, siendo la más frecuente la impronta (72%), es decir, una deformidad permanente en la zona; la depapilación (15%), "que es la pérdida del triángulo de encía que hay entre diente y diente"; o los crecimientos exagerados del tejido cicatricial (7%) y las úlceras (6%).
Pero si alguna lesión preocupa a los odontólogos es la periodontal, ya que se producen en casi la mitad de los usuarios de 'piercings' (48,1%). "Se trata de lesiones en la zona de apoyo del diente sobre la encía", "debido a la inflamación crónica se produce una pérdida del hueso, de manera que el diente pierde parte de su soporte". Explicó el especialista.
A largo plazo, añade, esta pérdida de inserción puede aumentar el riesgo de infecciones y llegar a causar la caída del diente. Las personas con 'piercing' de metal y colocación extraoral son los más expuestos a esta situación.
El Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos de España señaló que aproximadamente el 8% de los mayores de 14 años lleva un abalorio de estas características en alguna zona de su anatomía.
De entre todas las partes del cuerpo en las que se pueden colocar anillos o practicar diversas técnicas de 'body' 'art', la cavidad bucal y, sobre todo, la lengua son especialmente susceptibles de desarrollar alguna complicación.
«La lengua está supravascularizada y es fácil que se produzca una hemorragia, incluso de pequeñas dimensiones, a la que no se le da importancia hasta que se complica; y puede hacerlo mucho», recuerda Alfonso Villa, presidente de esta institución.
En ocasiones, la patología puede iniciarse en el llamado suelo de la boca (espacio submandibular) y dar lugar a una angina de Ludwig. Ésta cursa con dolor cervical, inflamación del cuello, fiebre, debilidad y dificultad respiratoria. En el peor de los casos, los piercing en la lengua podrían provocar cáncer en el suelo o base de la boca por existir un trauma continuo.
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