(La Política OnLine). El jefe de gobierno trató despectivamente a su ministro de Salud en medio de la reunión de gabinete por no lograr llevar de $290 a $190 millones los gastos en el Hospital de Niños. Además le espetó que no se pudo explicar bien ante los diputados opositores y le ordenó volver a la Legislatura. Actualmente el Garrahan está financiado en un 50% por la ciudad y la otra mitad por Nación, sin embargo menos del 10% de los pacientes son porteños. Como el año pasado, siguen los rumores de recambio en el área de Salud.
Mauricio Macri retó de mala manera a su ministro de Salud, Jorge Lemus en medio de la reunión de gabinete en el Club Italiano en la que se repasaban los principales temas legislativos pendientes.
El eje del enojo tuvo que ver con que, en su último paso por la Legislatura porteña, no había logrado convencer, ni explicar bien según el jefe comunal, a los opositores de reducir los fondos que asigna la ciudad al Hospital de Niños Juan Pedro Garrahan.
La situación del Hospital es especial: tiene un presupuesto $580 millones y está financiado en un 50% por la ciudad y la otra mitad por la Nación.
Sin embargo, acorde a lo que explican en el gobierno porteño, menos del 10% de los pacientes son de la ciudad, que además posee dos hospitales de niños propios: el Gutiérrez y el Elizalde.
Por ello Macri le había pedido a Lemus que intenta bajar los costos presupuestarios. La idea era que Lemus convenza a los legisladores opositores, en su presentación en la comisión de Hacienda, de que es necesario modificar la estructura actual de costos ya que $290 millones es mucho dinero para débil economía de la ciudad en un contexto de crisis financiera.
El jefe de gobierno buscaba que el ministro de salud baje el gasto en, al menos, $100 millones para 2010. "Los legisladores (en referencia a los opositores) no entendieron nada de lo que les dijiste, vas a tener que volver y explicar bien el tema", le dijo en tono despectivo y visiblemente enojado a Lemus.
Entre los asistentes no salían de su asombro. Era la primera vez que el jefe comunal le daba la razón a la oposición.
Ante una consulta de LPO, legisladores del macrismo sostuvieron que el ministro de Salud porteño explicó bien el tema y que de hecho esa fue la estrategia consensuada con el titular de la Comisión de Presupuesto, el peronista del PRO, Álvaro González y la presidenta de la Comisión de Salud, también del macrismo, Lidia Saya.
Sin embargo, el eje pasa por un convenio firmado entre la ciudad y la Nación en el cual se dividen el mantenimiento del Garrahan. La idea que barajan en Salud es modificarlo y bajar a un esquema de 30-70. Igualmente Lemus ya había comenzado a hablar con su par nacional, Juan Manzur; y su viceministro, Gabriel Novick, ya se había acercado a los funcionarios del kirchnerismo para dar cuenta de la situación.
De todas maneras, tras el reto a Lemus y la furia de Macri, los dos subsecretarios del área, Ralph Kirby y el propio Novick, intentaron calmarlo y le explicaron algunas de estas cuestiones. Es que la figura del ministro de Salud en el gabinete es una de las más opacas y promete ser una ficha de recambio
Rumores de recambio
El enojo de Macri se da en un momento de crisis política en el gobierno porteño. Mientras ya se confirmaron algunos cambios de gabinete, como la salida de Juan Pablo Piccardo de Espacio Público por Diego Santilli, ahora los rumores vuelven a pesar sobre el ministro de Salud.
Por ello dos nombres son los que dominan la escena porteña. Por un lado su viceministro, Gabriel Novick, hombre de línea directa con el jefe de gobierno pero con poca experiencia en el ámbito de la ciudad.
Por el otro Carlos Regazzoni, quien actualmente se desempeña como vicepresidente de la ObSBA, la obra social de los municipales.
Mauricio Macri retó de mala manera a su ministro de Salud, Jorge Lemus en medio de la reunión de gabinete en el Club Italiano en la que se repasaban los principales temas legislativos pendientes.
El eje del enojo tuvo que ver con que, en su último paso por la Legislatura porteña, no había logrado convencer, ni explicar bien según el jefe comunal, a los opositores de reducir los fondos que asigna la ciudad al Hospital de Niños Juan Pedro Garrahan.
La situación del Hospital es especial: tiene un presupuesto $580 millones y está financiado en un 50% por la ciudad y la otra mitad por la Nación.
Sin embargo, acorde a lo que explican en el gobierno porteño, menos del 10% de los pacientes son de la ciudad, que además posee dos hospitales de niños propios: el Gutiérrez y el Elizalde.
Por ello Macri le había pedido a Lemus que intenta bajar los costos presupuestarios. La idea era que Lemus convenza a los legisladores opositores, en su presentación en la comisión de Hacienda, de que es necesario modificar la estructura actual de costos ya que $290 millones es mucho dinero para débil economía de la ciudad en un contexto de crisis financiera.
El jefe de gobierno buscaba que el ministro de salud baje el gasto en, al menos, $100 millones para 2010. "Los legisladores (en referencia a los opositores) no entendieron nada de lo que les dijiste, vas a tener que volver y explicar bien el tema", le dijo en tono despectivo y visiblemente enojado a Lemus.
Entre los asistentes no salían de su asombro. Era la primera vez que el jefe comunal le daba la razón a la oposición.
Ante una consulta de LPO, legisladores del macrismo sostuvieron que el ministro de Salud porteño explicó bien el tema y que de hecho esa fue la estrategia consensuada con el titular de la Comisión de Presupuesto, el peronista del PRO, Álvaro González y la presidenta de la Comisión de Salud, también del macrismo, Lidia Saya.
Sin embargo, el eje pasa por un convenio firmado entre la ciudad y la Nación en el cual se dividen el mantenimiento del Garrahan. La idea que barajan en Salud es modificarlo y bajar a un esquema de 30-70. Igualmente Lemus ya había comenzado a hablar con su par nacional, Juan Manzur; y su viceministro, Gabriel Novick, ya se había acercado a los funcionarios del kirchnerismo para dar cuenta de la situación.
De todas maneras, tras el reto a Lemus y la furia de Macri, los dos subsecretarios del área, Ralph Kirby y el propio Novick, intentaron calmarlo y le explicaron algunas de estas cuestiones. Es que la figura del ministro de Salud en el gabinete es una de las más opacas y promete ser una ficha de recambio
Rumores de recambio
El enojo de Macri se da en un momento de crisis política en el gobierno porteño. Mientras ya se confirmaron algunos cambios de gabinete, como la salida de Juan Pablo Piccardo de Espacio Público por Diego Santilli, ahora los rumores vuelven a pesar sobre el ministro de Salud.
Por ello dos nombres son los que dominan la escena porteña. Por un lado su viceministro, Gabriel Novick, hombre de línea directa con el jefe de gobierno pero con poca experiencia en el ámbito de la ciudad.
Por el otro Carlos Regazzoni, quien actualmente se desempeña como vicepresidente de la ObSBA, la obra social de los municipales.
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