La misma está dirigida a los abuelos y abuelas del Hogar de Ancianos El Remanso dependiente de la Municipalidad de Coronel Pringles. La actividad es coordinada por María Rosa Bas, masajista del lugar.
Gracias a la autonomía por parte de las autoridades del Remanso y al trabajo en conjunto con el área de enfermería del hogar, esta propuesta busca crear un espacio donde los abuelos puedan desarrollar ciertas actividades motrices que les permitan estimularlos y ocupar una parte de su tiempo en una tarea atractiva para ellos y a la vez beneficiosa para la salud.
María Rosa Bas nos explicaba “estamos generando cierto tipo de actividades a los abuelos como para que ellos salgan de una inercia que tienen por las tardes porque por las mañanas tienen mucho movimiento”, debido a los controles médicos habituales, sesiones de kinesiología, aseo, etc.
“Como a la tarde tienen tiempo disponible, continuó Bas, lo que se le crea a los abuelos es una tarea como para que estén entretenidos a la tarde. Con las abuelas estamos tejiendo bufandas los días jueves. Son 12 abuelas y ellas después verán cual es el destino que se les dará. Ellas dijeron que las regalaría a los chicos. Ellas son las que van a decidir.”
Esta actividad es abierta a la comunidad puesto que hay muchos familiares de estas abuelas que se acercan los días jueves a colaborar ; “ponen flecos en las bufandas y algunos también tejen”, señalaba María Rosa.
“Con los abuelos los días viernes hacemos trabajos de carpintería, de los cuales 11 se valen por sus propios medios”, expresaba Bas y aclaró “digo que se valen por sus propios medios porque tienen la psicomotricidad y la movilidad en las manos como para poder trabajar, dejemos aparte de que puedan estar en sillas de ruedas o no.”
Actualmente los abuelos están trabajando en un perchero de pie y Bas trae las piezas de madera ya cortadas “ellos las lijan, encolan, clavan y las arman”, indicó.
Tanto las abuelas como los abuelos han aceptado de muy buen agrado esta propuesta: “viven esperando el día y si por ellos fuera, yo tendría que estar todas las tardes de lunes a viernes”, manifestaba la responsable de esta actividad.
A la consulta de que edades tienen estos abuelos, nuestra entrevistada nos decía que hay abuelos desde 60 años hasta 94, “todos muy lúcidos y a lo que tratamos de llegar con todas estas personas es que no tengan desgaste mental”.
“Las enfermedades trabajan mucho cuando la mente está quieta. Todo el personal del hogar El Remanso trata de crear este tipo de actividades como para que ellos se sientan útiles y tengan una razón por la cual preocuparse puesto que ellos, en el caso de carpintería, tienen que medir, encuadrar, lijar, y esto es un trabajo mental que tienen que hacer y a la vez es muy importante en una persona de edad”, concluyó María Rosa Bas quien lleva adelante el taller de tejido y carpintería con los abuelos que viven en El Remanso.
Gracias a la autonomía por parte de las autoridades del Remanso y al trabajo en conjunto con el área de enfermería del hogar, esta propuesta busca crear un espacio donde los abuelos puedan desarrollar ciertas actividades motrices que les permitan estimularlos y ocupar una parte de su tiempo en una tarea atractiva para ellos y a la vez beneficiosa para la salud.
María Rosa Bas nos explicaba “estamos generando cierto tipo de actividades a los abuelos como para que ellos salgan de una inercia que tienen por las tardes porque por las mañanas tienen mucho movimiento”, debido a los controles médicos habituales, sesiones de kinesiología, aseo, etc.
“Como a la tarde tienen tiempo disponible, continuó Bas, lo que se le crea a los abuelos es una tarea como para que estén entretenidos a la tarde. Con las abuelas estamos tejiendo bufandas los días jueves. Son 12 abuelas y ellas después verán cual es el destino que se les dará. Ellas dijeron que las regalaría a los chicos. Ellas son las que van a decidir.”
Esta actividad es abierta a la comunidad puesto que hay muchos familiares de estas abuelas que se acercan los días jueves a colaborar ; “ponen flecos en las bufandas y algunos también tejen”, señalaba María Rosa.
“Con los abuelos los días viernes hacemos trabajos de carpintería, de los cuales 11 se valen por sus propios medios”, expresaba Bas y aclaró “digo que se valen por sus propios medios porque tienen la psicomotricidad y la movilidad en las manos como para poder trabajar, dejemos aparte de que puedan estar en sillas de ruedas o no.”
Actualmente los abuelos están trabajando en un perchero de pie y Bas trae las piezas de madera ya cortadas “ellos las lijan, encolan, clavan y las arman”, indicó.
Tanto las abuelas como los abuelos han aceptado de muy buen agrado esta propuesta: “viven esperando el día y si por ellos fuera, yo tendría que estar todas las tardes de lunes a viernes”, manifestaba la responsable de esta actividad.
A la consulta de que edades tienen estos abuelos, nuestra entrevistada nos decía que hay abuelos desde 60 años hasta 94, “todos muy lúcidos y a lo que tratamos de llegar con todas estas personas es que no tengan desgaste mental”.
“Las enfermedades trabajan mucho cuando la mente está quieta. Todo el personal del hogar El Remanso trata de crear este tipo de actividades como para que ellos se sientan útiles y tengan una razón por la cual preocuparse puesto que ellos, en el caso de carpintería, tienen que medir, encuadrar, lijar, y esto es un trabajo mental que tienen que hacer y a la vez es muy importante en una persona de edad”, concluyó María Rosa Bas quien lleva adelante el taller de tejido y carpintería con los abuelos que viven en El Remanso.
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