Más del 30% de la población en países industrializados sufre algún tipo de alergia. Es extremadamente común, y la previsión es que esta afección se duplicará en los próximos diez años. Los últimos estudios señalan a la contaminación atmosférica como uno de los principales causantes de este incremento, además del estilo de vida occidental, ya que pasamos la mayor parte del tiempo en lugares cerrados, con persistencia del hábito tabáquico, con aire acondicionado, en ambientes húmedos, provocando todo ello el crecimiento de hongos y ácaros.
¿Qué es la alergia?
Nuestro sistema inmunológico nos protege de los organismos invasores que ocasionan enfermedad, las reacciones alérgicas se originan en ese mismo sistema inmunológico.
La alergia es una respuesta inmune especifica (en pacientes genéticamente predispuestos) que se produce en forma exagerada ante sustancias comunes, bien toleradas por la mayoría de las personas y consideradas no perjudiciales.
A esas sustancias las llamamos alergenos, que son las causas más comunes de los desencadenantes de la alergia, como pólenes, ácaros, alimentos, epitelios de animales, hongos del medio ambiente, fármacos o productos industriales.
El sistema inmunológico reacciona a los alergenos formando anticuerpos como la inmunoglobulina E (IgE). Estos anticuerpos viajan por el torrente sanguíneo a las células que liberan distintos mediadores químicos -como la histamina-causando la reacción alérgica.
Estas reacciones pueden afectar a los ojos (conjuntivitis), la nariz (rinitis, sinusitis), la garganta (faringitis, laringitis), los pulmones (asma), la piel (urticaria, eczema) y/o el tubo digestivo (diarreas), etc. La posterior exposición al mismo alergeno volverá a desencadenar la misma reacción alérgica.
Esto significa que, cada vez que la persona se exponga a ese alérgeno, ya sea respirando, tocando o comiendo determinada sustancia, presentará una reacción alérgica.
La alergia puede ser hereditaria. Existe una predisposición genética a la alergia en la infancia. Cuando ambos padres son alérgicos, el riesgo de padecer dicha enfermedad es superior al 70%, frente al 50% cuando es alérgico uno de ellos. Aunque la persona tiene que exponerse a los factores causantes para sensibilizarse.
Los síntomas pueden aparecer en los primeros años de vida, no obstante se da con más frecuencia a partir de los 5 años, y es raro por encima de los sesenta.
La alergia limita la calidad de vida
La alergia representa una gran carga social y económica, que incide en la vida social de los pacientes, en su rendimiento escolar y en la productividad en el trabajo.
Además, es común un proceso denominado la "marcha alérgica". Este proceso hace que pacientes con enfermedad alérgica por sensibilización a un sólo alergeno (por ejemplo, ácaros) en el transcurso de su enfermedad desarrollen nuevas sensibilizaciones.
Rinitis alérgica
La rinitis alérgica es la afección alérgica más frecuente. Se puede presentar desde los primeros años de vida, afectando no sólo la calidad de vida del paciente sino también, en más de una ocasión, el normal desarrollo del niño. Uno de los mayores problemas es que, al no darle la importancia que tiene, no es diagnosticada a tiempo y por consiguiente se produce un retraso en el tratamiento. Esta demora puede evolucionar hacia una sinusitis, otitis etc., e inclusive en asma bronquial, enfermedad respiratoria de consecuencias más graves.
La aparición de la rinitis alérgica se debe a la inhalación de sustancias del medio ambiente que al ser respiradas en el sujeto predispuesto se convierten en alergenos, ocasionando una reacción del sistema inmunológico de defensa, dando así los síntomas característicos. Estos alergenos pueden ser estacionales, como los pólenes que aparecen durante la primavera, verano u otoño; o perennes (aquellos que producen síntomas todo el año) como los ácaros del polvo doméstico (pequeños artrópodos que se alimentan de las descamaciones de nuestra piel y de las mascotas que conviven con nosotros), mohos u hongos de la humedad, caspa o epitelios de los animales como perros y gatos etc.
Síntomas característicos:
· estornudos en salva o ráfagas (más de 4 o 5);
· picazón de nariz, garganta, ojos y oídos;
· catarro o secreción nasal con moqueo abundante (moja el pañuelo)
· nariz tapada por la congestión.
· disminución del olfato, que en el niño incrementa la inapetencia.
Para el alivio inmediato de los síntomas se utilizan medicamentos como los antihistamínicos (especialmente los de reciente aparición no sedantes), descongestivos antiinflamatorios, etc. También puede ser tratada con inmunoterapia (vacunas alergénicas), esto no sólo mejora el síntoma, sino que reduce el consumo de medicamentos en forma importante produciendo a su vez cambios inmunológicos.
Asma Bronquial
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta el funcionamiento de los pulmones y del sistema respiratorio. Se produce como consecuencia de una respuesta exagerada del organismo frente a ciertas sustancias. Esto ocasiona un proceso inflamatorio que se caracteriza por la producción de moco (catarro) y obstrucción reversible de los bronquios.
Al producirse esta inflamación aparecen:
· Tos
· Silbidos en el pecho
· Secreciones (flemas)
· Disnea o fatiga
El origen de la inflamación se debe en general a la alergia, ya sea a productos conocidos o desconocidos: alérgenos o irritantes como los ácaros del polvo doméstico, hongos ambientales presentes en el aire, caspa animal (escamas de piel muerta), excrementos de cucarachas, contaminantes del ambiente como el humo del tabaco, el humo de maderas, sustancias químicas en el aire y el ozono.
Urticarias
Las urticarias alérgicas se caracterizan por la inflamación de la piel, con la aparición de manchas de color rojo o rosado de bordes sobre-elevados y en ocasiones con intensa picazón en distintas zonas. Su aparición es brusca, pudiendo desaparecer rápidamente o permanecer todo el día. Se estima que el 20% de la población ha padecido una erupción de urticaria en alguna etapa de su vida.
Las urticarias alérgicas son las causadas por distintos agentes a través de un mecanismo inmunológico. Con frecuencia se deben a un efecto secundario a la ingestión de ciertos medicamentos como las penicilinas y sus derivados, sulfas, anticonvulsivantes, aspirina, etc; o alimentos, como el chocolate, maní, huevos, pescados, mariscos, etc.
Para el alivio de sus síntomas se utilizan antihistamínicos y, en urticarias más severas, corticoides.
Dermatitis atópica
La dermatitis atópica, llamada en ocasiones eczema, afecta aproximadamente del 1 al 3 % de los niños y cerca del 27% de los lactantes hijos de madres alérgicas. El 80% de los niños tienen síntomas antes del año; la mitad de ellos mejora antes de los 2 años, la otra mitad sanará recién cerca de la adolescencia y una pequeña fracción tendrá síntomas siempre.
El paciente se queja de picazón, con lesiones que tienden a secarse y descamarse, que pueden infectarse, y supurar, en especial por el rascado. Su ubicación habitual es en los pliegues, detrás de las rodillas, brazos, nalgas, orejas.
En el tratamiento se eliminan los alimentos que pueden ocasionarla. En el caso de la leche, por ejemplo, se recomienda reemplazar por leche de soja u otros sustitutos. Si se sospecha de factores ambientales también se procurará controlarlos.
Para disminuir la picazón
· bañarse con agua tibia usando jabones sin perfume y secando suavemente la piel
· uso de cremas o lociones humectante
· antihistamínicos de nueva generación, no sedantes
Las cremas con corticoides son útiles en las zonas gravemente afectadas.
Dermatitis de contacto
Es una reacción que ocurre después de que la piel se pone en contacto con distintas sustancias. El 80% son reacciones irritantes a, por ejemplo detergentes y lavaplatos, y sólo el 20% son reacciones alérgicas. Dicha reacción no es inmediata sino que se inicia de 1 a 3 días después de haber estado en contacto con la sustancia, y dura una semana o más. La piel se pone roja, pica, se inflama y frecuentemente aparecen ampollas.
Las sustancias que comúnmente producen este tipo de lesiones son metales, cosméticos, plantas, medicamentos, etc. Se conocen casi 3000 agentes químicos capaces de inducir este tipo de dermatitis, y una persona puede desarrollar una alergia después de años de contacto.
Dentro del tratamiento se contempla la eliminación de la sustancia desencadenante de los síntomas y la utilización de lociones o cremas protectoras, descongestivas, antiinflamatorias. La picazón también se alivia con antihistamínicos y en casos más graves, corticoides.
Diagnóstico en alergia
El diagnóstico de alergia se hace teniendo en cuenta los antecedentes familiares y personales (con una correcta historia clínica); además del estudio clínico general se realizan las pruebas cutáneas donde se trata de identificar los alergenos causales, lo que sirve al médico especialista para su posterior tratamiento.
Es importante pensar en alergia cuando un paciente tiene resfríos frecuentes y prolongados. Tenemos que recordar que la inflamación nasal (rinitis alérgica) puede indicarnos una inflamación bronquial (asma) y/o viceversa. Por lo tanto es necesario un control de la función respiratoria con espirometrías.
CONSEJOS GENERALES
· No permitir que los animales domésticos entren en algunas habitaciones de la casa, por ejemplo en el dormitorio, y báñelas cuando sea necesario.
· Retirar las alfombras de las habitaciones. El piso debe ser lavable (no usar productos con alto contenido en amoníaco o con olores muy fuertes).
· Evitar el uso de cortinas gruesas, juguetes de peluche, etc. o elementos capaces de almacenar polvo y ácaros en exceso (bibliotecas abiertas, revistas, diarios, alfombras, etc.).
· Limpiar la casa frecuentemente con aspiradora o trapo húmedo, sin olvidar los rincones y el guardarropa.
· Si la persona es alérgica a los ácaros del polvo, cambiar el colchón y almohadas de lana o plumas por materiales sintéticos, colocar fundas especiales lavables (aspirar el colchón semanalmente).
· Recurrir a ropa de cama fácilmente lavable (la temperatura ideal para eliminar a los ácaros es por encima de los 60º centígrados).
· Si presenta alergia al polen, mantener las ventanas cerradas cuando la polinización esté en su máximo desarrollo, tratar de que se cambie de ropa cuando llegue a casa después de estar al aire libre y no dejar que corte el césped.
· Si es alérgico a los hongos del medio ambiente, tratar de evitar los lugares húmedos como sótanos, y mantener limpios y secos el cuarto de baño y otros lugares donde se tienden a formar los hongos.
· No fumar en la casa y especialmente en el dormitorio.
Dra. Noemí Aída Coe – MNº 44451 – Médica de staff del Hospital Alemán.
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