Personal del Senasa, con la colaboración de referentes de la Secretaría de Agricultura Familiar de Nación, procedieron a la toma muestras en huertas comerciales y en establecimientos de pequeños agricultores.
Con el objetivo de resguardar la salud de los consumidores, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dio inicio al monitoreo anual del control de residuos y microbiológicos en hortalizas y frutas frescas en la localidad de Tandil.
Personal del Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa, junto a referentes locales de la Secretaría de Agricultura Familiar de Nación, inspeccionó ayer campos de cultivos donde obtuvieron muestras de variedades de estación como lechuga, espinaca, acelga y rúcula.
Las muestras extraídas fueron enviadas a laboratorios de la red Senasa para el análisis de detección de principios activos y la determinación de los límites máximos de residuos permitidos (LMR) que garanticen la inocuidad del producto como alimento humano.
Cabe mencionar que la aplicación de productos fitosanitarios debe realizarse bajo procedimientos de Buenas Prácticas Agrícolas que contemplan su toxicidad y los períodos de carencia necesarios a cumplimentar antes de cosechar y disponer de las frutas y hortalizas para su consumo.
La actividad de monitoreo que tuvo lugar se concretó en el marco del Programa Nacional de Control de Residuos, Contaminantes e Higiene de Alimentos de Origen Vegetal (CREHA) del Senasa y según la normativa vigente establecida por el Organismo.
La aplicación del Plan CREHA a nivel nacional contribuye a garantizar la inocuidad de frutas y hortalizas destinadas al mercado interno, así como también, a mantener abiertos los mercados de exportación. (La Voz de Tandil).
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