El objetivo del Gobierno era estrenarla con las legislativas de este año, pero aunque se planteó el año pasado, el debate arrancó tarde y la falta de acuerdo la dejó en suspenso. Cuáles eran los principales ejes de la Reforma Electoral y qué es lo que la frenó.
En enero del año pasado, el secretario de Asuntos Políticos de la Nación, Adrián Pérez, le advertía a este medio que en el Ministerio del Interior, al que pertenece su área, ya trabajaban para que la mentada reforma electoral pueda estrenarse en las legislativas de este año. Sin embargo, el debate arrancó tarde y la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE), uno de sus ejes pero no el único, se llevó todas las miradas y, a la par, la resistencia de varios sectores opositores.
Hace exactamente un año la iniciativa recibía media sanción tras una maratónica sesión en Diputados. Lo cierto es que, en el Senado su tratamiento quedó frenado en comisión y evidenció la falta de consenso en torno a sus principales puntos.
Consenso que resulta esencial para la sanción de cualquier ley, pero que en el caso de una Reforma Electoral es central ya que, por tratarse de cambios en normas constitucionales, requiere de una mayoría absoluta en las dos Cámaras: la mitad más uno que implicaría 129 pronunciamientos a favor en Diputados (son 256 bancas) y 37 en el Senado (son 72).
En este caso, la normativa no pudo siquiera sortear la discusión en el plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda, Justicia y Asuntos Penales y de la Banca de la Mujer, donde se abordó por última vez en noviembre último.
Los puntos de mayor resistencia. La implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE) y los cambios en las PASO, que serían de fórmula abierta y habilitarían el voto sólo para una interna, eran los puntos salientes de esta primera etapa de la Reforma y, también, los que generaron mayor eco.
En el primer caso, se cuestionó la seguridad del sistema BUE. Respecto de las críticas que recibió de parte de un sector de la oposición, que aseguró que “no garantiza transparencia” y “es vulnerable”, desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) le habían advertido a Info Región que “ningún sistema de votación es invulnerable”.
“Todos tienen alguna vulnerabilidad. En Capital un informático pudo manipular la información de los votos que se habían emitido en la máquina (refiere a Joaquín Sorianello, un programador que fue sobreseído por la Justicia porteña luego de enfrentar una causa por acceder a códigos secretos para demostrar la vulnerabilidad del sistema de BUE usado en 2015 en la Capital), pero hay que considerar que en este caso se evalúan otras tecnologías que permiten el registro en papel y para leer digitalmente con un QR que no permitiría que pase esto”, advirtió.
En cuanto a las PASO, se impulsaba que estas tengan fórmula abierta (no se votarían fórmulas presidenciales, sino que el candidato a vicepresidente sería elegido luego por el candidato a presidente ungido por estas internas) y que se pueda votar sólo por una agrupación, algo que fue resistido por los partidos provinciales que no presentan candidato a presidente, ya que alegan que pierden chances de obtener votos.
Desde CIPPEC no vieron con malos ojos esto último al argumentar que esas nuevas reglas generarían “incentivo” para armar alianzas y romperían con la fragmentación de la oferta electoral. “En las PASO estos partidos se presentan solos. No compiten con nadie y después se adhieren a una candidatura presidencial de otro partido. Con las nuevas reglas no les va a convenir más hacer eso porque una persona que eligiera votarlos en las Primarias estaría eligiendo sólo votar por las categorías legislativas, porque no se puede emitir voto en otra agrupación para la categoría presidencial. Entonces, a estos partidos les están generando incentivos para que se sumen a una alianza en el distrito”, habían analizado.
De concretarse la iniciativa, al no poder combinar candidatos, a los partidos más chicos no les quedará otra que sumarse a una alianza electoral ya que, si presentaran sólo candidatos a diputados por ejemplo, sus votantes deberían resignar su voto en las demás categorías al elegirlos.
En suspenso. Tras el freno en las comisiones del Senado, la Reforma no volvió a ser abordada en los ámbitos legislativos. No obstante, el propio presidente Mauricio Macri adelantó que, de lograr el oficialismo una buena performance el domingo, se insistirá con su puesta en marcha.
Lo indicó durante la ceremonia de cierre del 53 coloquio de IDEA que se desarrolló la semana pasada en Mar del Plata. "Vamos a volver a insistir, si tenemos el apoyo. La política se tiene que simplificar, empezando por un sistema electoral que no sea como este", aseguró.
Otros puntos vitales que ni siquiera llegaron a tratarse en el marco de la Reforma son los del financiamiento de los partidos políticos en el marco de las campañas, el límite a las reelecciones indefinidas y la autonomía de la Dirección Nacional Electoral del Ejecutivo. Habrá que ver qué sucede con el debate rumbo a 2019.
Cintia Vespasiani. (Inforegión).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario